Crecer en tiempos de crisis
Las únicas empresas que se han atrevido a estrenar nuevas sedes en estos tiempos de incertidumbre económica son las que se mueven en esta nueva frontera que conforman la informática y las telecomunicaciones. Y no solo en el Parque Tecnológico de Santander. En Torrelavega, una compañía de larga tradición en el ámbito de la seguridad y las comunicaciones, Codelse, se dispone a estrenar un edificio corporativo en el polígono de Tanos-Viérnoles, un recinto empresarial que también aspira a albergar las iniciativas de I+D que se produzcan en la comarca.
En esa lucha por conseguir que Torrelavega disponga de suelo industrial, Fermín García Balbás, propietario de Codelse ha sido uno de los empresarios más reivindicativos y la entrada en funcionamiento de su nueva sede en Tanos será un impulso para un polígono al que le está costando mucho arrancar.
La oportunidad de los concursos públicos
La evolución de Codelse, en estos últimos tres años es un buen ejemplo de cómo aprovechar las limitaciones de un modelo de negocio que la crisis puso en evidencia para reinventarse y buscar nuevos nichos de mercado.
Hasta 2008, la actividad de la firma torrelaveguense estaba enfocada hacia instalaciones de seguridad y telecomunicaciones para la construcción. Cuando la vivienda comenzó a mostrar señales de agotamiento, los responsables de Codelse ya habían llegado a la conclusión de que era necesario explorar otras posibilidades de negocio. Si la debilidad de la inversión privada trasladaba a las administraciones públicas el peso de la reactivación económica, había que entrar en el sector público, acudiendo a los concursos de equipamientos, algo que para Codelse era una experiencia inédita. A pesar de su bisoñez en este campo, a su iniciativa le acompañó el éxito: En 2009 su facturación creció un 70%; un año después, no solo la mantuvo sino que la superó y en 2011 las expectativas indican que esa tendencia no va a variar y que la facturación del grupo de empresas de Codelse (en el que también hay una sociedad de inversiones en inmuebles y otra de telefonía móvil), se situará en el entorno de los siete millones de euros.
A través de los concursos, ha suministrado cientos de ordenadores al Hospital Valdecilla, pizarras digitales para los centros escolares de Cantabria y ha instalado repetidores de Televisión Digital Terrestre para la Consejería de Industria. Pero su incursión en las licitaciones públicas no se ha limitado al ámbito regional. Entre otras adjudicaciones fuera, Codelse ha ganado dos concursos para el suministro de material de comunicaciones al Ejército y ha ganado también, aunque la adjudicación está pendiente de un recurso presentado por otra empresa, el concurso para la instalación del sistema antiincendios del Senado, cuyo valor se aproxima a los 600.000 euros.
La progresiva especialización en este formato de negocio le ha llevado a aventurarse fuera del país. Actualmente, participa en un concurso convocado por la compañía de ferrocarriles marroquí, otro en Mauritania y se dispone a dar el salto hacia Latinoamérica, con la apertura de una oficina en Brasil, el país con más proyección del Cono Sur. También ha encargado un estudio de mercado para estudiar las posibilidades que ofrecen Argentina y Chile para una empresa con su perfil tecnológico.
La apertura a nuevas áreas geográficas y a nuevas modalidades de negocio le ha llevado al campo de las energías renovables y al de la eficiencia energética. Un ejemplo práctico de sus propuestas son los sistemas de climatización e iluminación que ha instalado en su nuevo edificio.
Funcional y ecológico
La sede social que ha levantado en Tanos, en la que ha invertido tres millones de euros, destaca por la simplicidad de un diseño en el que prima la funcionalidad, el aprovechamiento de la luz solar y las innovaciones tecnológicas aplicadas al control de los factores que determinan el confort de un edificio: la luminosidad y la temperatura.
Los amplios ventanales y lucernarios activan un sistema automático para el control de los niveles de iluminación. Si la luz natural es suficiente para el trabajo que se desarrolla en una determinada zona, la iluminación artificial se apaga automáticamente.
Un sistema semejante se aplica para el control de la climatización, que utiliza la energía geotérmica tanto para calefactar como para refrigerar. A pesar de que en España apenas se recurre a esta energía que procede del calor acumulado en el suelo, Codelse se encuentra muy satisfecha de los resultados y sostiene que mejoran sensiblemente los costes de los sistemas convencionales.
La seguridad es otro aspecto especialmente cuidado y sirve como muestrario de lo que la propia empresa es capaz de ofrecer en este campo. El edificio incorpora ya las cámaras antienmascaramiento, que la nueva ley de seguridad va a exigir a partir del próximo mes de agosto, y una conexión IP a una central de alarmas que refuerza la protección del sistema frente a posibles sabotajes de los cables telefónicos.
Piscina y guardería
La nueva sede de Codelse permite que la compañía concentre las áreas de administración y de almacenaje que anteriormente tenía dispersas en varias naves alquiladas en Cudón. El espacio para almacenar los equipos que suministra ocupa ahora 2.000 m2 de la planta baja. Las dos superiores están repartidas entre despachos, salas de reuniones y de formación y archivos, que conviven con un laboratorio para los proyectos de I+D en los que trabaja la empresa. Actualmente, Codelse participa en el desarrollo de un sistema inteligente para automatizar la evacuación de los edificios públicos en caso de emergencia.
Pero lo más llamativo, es la guardería infantil que se ha construido en el nuevo centro de trabajo, para que los empleados con niños pequeños puedan tenerlos cerca de sí, sin verse obligados a trasladarlos a lugares distantes o a buscar horarios compatibles con su jornada laboral. Si la conciliación de la vida familiar no resulta muy habitual en el diseño de los centros de trabajo, más sorprendente aún es el que estén dotados, como ocurre en la nueva sede de Codelse, con una piscina climatizada y un gimnasio.
En realidad, la idea de la piscina surgió como respuesta a la necesidad de disponer de un depósito para abastecer los rociadores antiincendios del edificio. En lugar de construir un depósito convencional en la cubierta, se optó por convertirlo en una piscina de ocho metros de largo por seis de ancho, capaz de albergar los 45.000 litros de agua que se precisaban para la instalación contra incendios. La piscina irá rodeada de un césped artificial que cubrirá los 500 metros cuadrados de la terraza y estará climatizada mediante el uso de las placas solares que se utilizarán también para el agua caliente sanitaria.
Ambas iniciativas serán bien recibidas por los 60 trabajadores de la plantilla y, si son secundadas por otras empresas de la región, crearán una nueva generación de centros de trabajo.
Trabajos en marcha
Con la sede corporativa, Codelse se dota de un instrumento muy valioso para la estrategia empresarial que se ha marcado, en la que la ocupan un lugar preferente la climatización, el uso de energías renovables y la eficiencia energética. Pero mientras esos nichos de mercado se fortalecen, la firma torrelaveguense continúa sólidamente anclada en su territorio natural, los sistemas de seguridad y las redes de comunicaciones, con dos obras importantes en ejecución: el parking que la Dirección General de Puertos ha construido en San Vicente de La Barquera y el equipamiento del nuevo Hotel Sardinero, en el que instalarán los sistemas de sonorización, voz, datos y videovigilancia. Más incierto, después del cambio electoral, es si se mantendrá el concurso para la instalación de equipos de nieve artificial en Alto Campoo, una obra de nueve millones de euros en cuya licitación Codelse participa dentro de una UTE integrada también por OHL y Construcciones Queveda.
La unión temporal de empresas es otro camino que la firma torrelaveguense quiere recorrer más frecuentemente para alcanzar cotas más ambiciosas en el sector público, un territorio que le ha permitido crecer en tiempos de crisis, por improbable que parezca.