Las renovables aportarán el 68% de la electricidad de España en 2030, frente al 40% actual

Su peso se incrementará hasta aportar el 90% en 2050, según un informe de Acciona y Bloomberg New Energy Finance

Las energías renovables aportarán el 68% de la generación eléctrica en España en 2030, frente a la tasa del 40% que presentan actualmente, y su peso seguirá siendo creciente, de forma que alcanzará casi el 90% en 2050.

Así lo indica una informe elaborado por Acciona y Bloomberg New Energy Finance (BNEF), presentado en la Cumbre del Clima en Madrid.

Según el estudio, las energías eólica y solar proporcionarán el 51% de la generación eléctrica en España en 2030, el 33% y 18%, respectivamente, frente al 25% que cubrieron en 2018. Para 2050, estas dos tecnologías generarán el 75% de la electricidad en el país.

España tiene unos objetivos de descarbonización de su sistema eléctrico “muy ambiciosos”, pero para lograrlos es necesario implantar tecnologías que ayuden a equilibrar la oferta y la demanda a medida que se vayan incorporando más energías renovables a la red, según el informe.

Asimismo, define al país en cuento a renovables como un “gran mercado” con “abundantes recursos eólicos y solares” y “relativamente poca interconexión con los países vecinos”.

Por ello, estima que tendrá que construir un sistema eléctrico con “suficiente flexibilidad para cubrir las necesidades futuras de un sistema bajo en carbono”.

DEMANDA TECNOLOGÍAS QUE GARANTICEN FLEXIBILIDAD.

El informe de Acciona y BNEF analizó diferentes tecnologías que podrían proporcionar esta flexibilidad, como son las baterías de almacenamiento, los cargadores inteligentes para vehículos eléctricos que funcionan cuando la demanda de otros consumidores es baja, interconectores a otros países o el gas.

El informe examina la combinación óptima de estos elementos a medida que la red española adopta volúmenes crecientes de energía solar y eólica.

El estudio concluye que las nuevas formas de flexibilidad son “esenciales” para un sistema asequible liderado por las energías renovables.

Según advierte, sin el almacenamiento de energía y los sistemas inteligente de recarga de vehículos eléctricos, entre otras tecnologías, la transición energética española corre el riesgo de seguir una dirección “por debajo de lo previsto, con un sistema que dependerá de reservas fósiles”. Este panorama se producirá “a un coste más elevado y con un alto nivel de emisiones”, avisa.

Por contra, argumenta que las nuevas tecnologías de flexibilidad tienen la “doble ventaja” de integrar mayores volúmenes de generación renovable y de desplazar la capacidad de respaldo fósil, reduciendo así la factura de importación de energía de España y causando una reducción de emisiones.

“Sin estas nuevas fuentes de flexibilidad, el sistema será más costoso”, asegura. “Una mayor dependencia del gas para conseguir flexibilidad, por ejemplo, conllevaría un incremento de coste del sistema, más emisiones y un mayor nivel de capacidad de respaldo”, ejemplifica.

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Source: Europapress

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