Birla apuesta por la gama alta del negro de carbono

En un mercado como el del negro de carbono, en el que los productos fabricados en países emergentes compiten con ventaja gracias a sus menores costes de producción, la diversificación es una condición de supervivencia. Así lo ha entendido la planta que Birla Carbon tiene en Gajano, la antigua Columbian, que tras diez años de investigación e importantes inversiones en mejoras tecnológicas ha lanzado al mercado una nueva línea de productos extrusionados (XT) con la que aspira a liderar el mercado mundial del negro de carbono de alta calidad.
El negro de humo, o de carbono, es un pigmento industrial imprescindible para fabricar los más variados objetos de ese color, desde neumáticos –un sector al que va dirigido el 80% de la producción de la planta cántabra– hasta plásticos, cosméticos o pinturas. Además de su función como colorante, el negro de carbono aporta cualidades como brillo, resistencia mecánica o protección frente a los rayos ultravioletas.
Se trata de un mercado en constante evolución y que demanda componentes de muy altas prestaciones, al tiempo que está sometido a una exigente regulación europea, especialmente para aquellos productos que van a estar en contacto con el ser humano o con alimentos.
Los nuevos negros de humo de la planta de Gajano mejoran los existentes en el mercado, ya que, aunque también se fabrican con derivados del petróleo, tienen un bajo contenido de PAH (hidrocarburos aromáticos policíclicos) y cumplen la regulación más estricta relativa a sustancias contaminantes.

Una planta de referencia

Con esta nueva línea de productos de alto valor añadido, la planta cántabra aspira a alcanzar su máxima capacidad productiva, unas 80.000 toneladas anuales. La multinacional india a la que pertenece prevé que solo esta gama de negro de carbono de alta calidad pueda generarle a la factoría unos dos millones de euros de beneficio anual.
Aunque cuenta con más centros de producción de negro de humo, la fábrica de Gajano se ha convertido en una pieza clave en la estrategia de Birla, que se centra en los mercados más exigentes, para los que apenas tres empresas en todo el mundo son capaces de ofrecer productos con todas las garantías técnicas y legales. Su gran baza es la tecnología, ya que en los últimos años se han invertido más de doce millones de euros en mejorar sus líneas de producción. Aunque, como en todas las fábricas químicas, los procesos están muy automatizados, Birla Carbon Gajano cuenta con una plantilla directa de 63 personas y otras doce o trece en trabajos subcontratados.

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