Ono testa en Santander su entrada en la telefonía móvil
Santander es la ciudad española elegida por la operadora de cable Ono para poner en marcha un novedoso sistema de telefonía, que permite que un mismo terminal telefónico pueda utilizarse como un fijo dentro de los hogares y como móvil en el exterior. El teléfono inteligente ha sido desarrollado por la propia Ono y rompe con el binomio fijo/móvil que hoy es de uso obligatorio si se desea disponer de ambos sistemas de comunicación. El teléfono de Ono será capaz de conectarse a la red móvil cuando se está fuera de casa y dentro del hogar se comportará como un fijo, mediante conexión inalámbrica a la red de cable.
El test de funcionamiento del nuevo sistema comienza en la primera semana de febrero, pero la comercialización de este nuevo servicio telefónico –el primero de éstas características en España– se restringe a los clientes de la compañía con más de dos años de antigüedad. Además, deberán tener contratados los servicios de telefonía, Internet y televisión que ofrece la firma. El objetivo de la compañía de cable es conseguir que 1,5 millones de clientes se sumen al nuevo servicio en los tres próximos años, de los cinco millones de abonados que ya utilizan su banda ancha.
Servicio de voz convergente
La principal virtualidad de este nuevo sistema es el ahorro para el usuario. Eugenio Galdón, presidente de la compañía, ha cifrado en nueve mil millones de euros los gastos que pagan los españoles por trasferencia de llamada de fijo a móvil o viceversa, lo que arroja una media de cuatrocientos euros por hogar y año. Cifras que podrían desaparecer si se generalizase este nuevo sistema de telefonía, conocido técnicamente como “servicio de voz convergente”.
Ono es la primera operadora global de comunicaciones en poner en marcha el servicio, pero no está claro que sus competidores en el terreno de la telefonía móvil se suban al carro. Así lo ha reconocido Eugenio Galdón, quien señala que los impulsores del nuevo sistema sólo podrían ser los operadores de banda ancha con red propia, porque “los de móvil tienen mucho que perder”.
El servicio convergente sale al mercado con el nombre comercial de Ono io. El usuario disfrutará de llamadas gratuitas desde casa entre terminales de la compañía, y pagará un precio de once céntimos minuto cuando las efectúe a clientes de Movistar, Vodafone y Orange. Cuando llame desde la calle, seguirá teniendo la gratuidad en las llamadas a otros teléfonos de Ono y pagará un precio de quince céntimos por minuto cuando lo haga a fijos de otras compañías, además de otros quince en concepto de establecimiento de llamada.
La experiencia de Santander servirá a Ono para extrapolar los resultados antes de poner en marcha el servicio en otras ciudades españolas y para ensayar una comercialización masiva por todos los canales de venta de la compañía.
