La fiesta no se acaba
Santo Toribio puede que supiese de bulas, porque en la Edad Media empezaron a ser muy populares, lo que no imaginó nunca es que habría otras de carácter laico. Las bulas modernas se llaman exenciones fiscales y son las que han alimentado la fiesta del Año Jubilar Lebaniego, que ha desbordado todas las previsiones realizadas por la Consejería de Cultura.
El motor del Año Jubilar 2006-07 ha sido el dinero. Ha habido mucho más que nunca antes y, curiosamente, no ha costado un euro a la comunidad autónoma. Cantabria ha organizado nada menos que 1.144 actos, algunos de ellos con presupuestos espectaculares, como las actuaciones de Bruce Springsteen, cuyo caché está en torno al millón de euros, o la de Shakira, que se mueve alrededor de los 600.000. Montserrat Caballé, Marc Anthony, el director de orquesta Lorin Maazel, la banda de rock Jethro Tull… No faltó de nada, incluso un concierto en la Iglesia parisina de San Sulpice, ruta obligada de todos los amantes de las conspiraciones históricas recogidas en el best seller ‘El Código da Vinci’.
Todo ello salió de una decisión del Gobierno nacional al declarar el Lebaniego el acontecimiento cultural del año e incentivar fiscalmente a las empresas que colaborasen en él. Esto movió a veintitrés grandes compañías, entre ellas varias multinacionales, a aportar nada menos que 14 millones de euros netos para los actos del Año Jubilar, un presupuesto para añadir al ordinario de la Consejería.
En realidad, el regalo lo ha hecho la Hacienda estatal, dado que la exención concedida, como en el caso de la que facilitó patrocinadores para la Expo 92 o para la Expo 2012, produce un ahorro a la empresa del 40% de la cuota que hubiese tenido que pagar por Impuesto de Sociedades, siempre que ese beneficio fiscal no supere el 10% de la cuantía total del impuesto. En estas condiciones, para una gran multinacional que cotiza en el Impuesto de Sociedades a un tipo del 35%, el donar un millón de euros a la causa Cantabria 2006-2007 supone un ahorro neto de 400.000 euros aunque, a cambio, el acuerdo de patrocinio puede forzarle a unas contraprestaciones, como el tener que insertar el ya popular logo de la cruz bizantina en toda su publicidad o en los embalajes.
La exención fiscal acabó el 30 de abril, ocho días después de cerrarse la Puerta del Perdón, pero la caja registradora de la sociedad del Jubileo tenía aún fondos procedentes de eventos que no pudieron celebrarse por distintos motivos y eso hará que la fiesta se prolongue, con varios actos más, algunos tan notables como la actuación de Liza Minelli este verano. También se van a prolongar los spots y embalajes con el logo de Cantabria 2007 por una cuestión práctica, ya que varias compañías han decidido no reemplazarlo hasta tener nuevas campañas preparadas.
Marcano podrá presumir así del Lebaniego más largo de la historia, además del más publicitado o del más peregrinado. En realidad, no se alcanzaron los dos millones de visitantes en la región que se había puesto como meta, pero la cifra no quedó muy lejos: 1.850.000 y se calcula que a Liébana acudieron 1.300.000 personas.
La diferencia con el Lebaniego del año 2000 es notable en visitantes (entonces se estimó que Cantabria recibió 1.223.000 turistas), pero no tanto en pernoctaciones, ya que se han registrado 4.742.000, frente a las 3.350.000 de entonces. Esto demuestra que los turistas cada vez son más volátiles y la mejora de las carreteras ha provocado que muchos de ellos sean meros excursionistas de un día, aprovechando que ahora es fácil llegar a Potes desde otra comunidad próxima y volver en el mismo día.
Otra circunstancia común a todos los acontecimientos religiosos es la frugalidad de los peregrinos, cuyo gasto por día es bastante inferior al de los turistas convencionales, lo que quiere decir que en estos acontecimientos los ingresos para los hosteleros no suelen crecer en proporción a los visitantes.
Un Jubilar extra
El siguiente Año Jubilar queda demasiado lejos para aprovecharse de la estela que ha creado el recién concluido. Los bisiestos han jugado en contra de los intereses de la Consejería de Cultura y Santo Toribio no volverá a coincidir en domingo hasta el 2017, pero con un poco de imaginación todo tiene remedio y López Marcano ha encontrado la forma de evitar que resulte tan tardío. Si quien se haga con las riendas de Cultura y Turismo en el nuevo gobierno no cambia de opinión, se aprovechará el quinto centenario de la concesión de la bula papal a los peregrinos para hacer una especie de Año Jubilar extraordinario en el 2012 “y si podemos lo celebraremos de forma grandiosa”, ha advertido ya el consejero en funciones. Dependerá de que quien por entonces sea ministro de Hacienda esté dispuesto a conceder otra bula fiscal.