BIMBO-MARTINEZ

Al contrario de lo que ya suele ser habitual en las empresas, Bimbo ha preferido imputar a un solo ejercicio los costes derivados de la absorción de Martínez (no confundir con el precio de adquisición), la especialización de las fábricas y la integración de las líneas comerciales de ambas empresas. La plantilla se ha reducido en un 12%, hasta quedar situada en 3.613 empleados repartidos en diez factorías, más de 60 delegaciones y nueve sociedades distintas.
Uno de los efectos causados por la integración ha sido la concentración de las gamas de pastelería en las factorías procedentes de Martínez, mucho más modernas y capaces. De esta forma, tanto la repostería de la marca Bimbo como la que se sigue comercializando con la marca cántabra se producen ya en las plantas de Briviesca (Burgos) y El Espinar (Segovia), en detrimento de las factorías que Bimbo tenía en Granollers y Madrid, que perdieron 102 empleos y han sido dedicadas a panadería y bollería salada.
Bimbo ha optado, definitivamente, por mantener la marca Martínez para la repostería, después de comprobar su consistencia en el mercado, pero no descarta reestructurar ligeramente las líneas de productos, dado que la fusión ha dado lugar a más de 300 referencias distintas, varias de ellas claramente solapadas que resultan poco operativas cuando han de ser ofrecidas por una sola red comercial.

Suma de fuerzas comerciales

La suma de las fuerzas comerciales de Bimbo y Martínez tampoco ha tenido el dramatismo que se aventuraba, ya que ambas cubrían todo el país con una red tan tupida que llegaba a 90.000 puntos de venta. La empresa ha optado por conservar la delegación mejor posicionada, casi siempre en perjuicio de Martínez, e integrar a los trabajadores de la suprimida o trasladarlos. Bimbo calcula en un 12% las amortizaciones de empleos, casi siempre a través de prejubilaciones.
El proceso está produciendo una cierta desmotivación en la antigua red de Martínez, al entender que la marca cántabra no se cuida lo suficiente dentro de la red comercial conjunta y corre el riesgo de perder cuota rápidamente. Por otra parte, ya sólo un miembro de la familia Martínez mantiene una vinculación laboral con la empresa adquirente.
La nueva red de ventas cuenta con 54 delegaciones en la España peninsular, con 750 rutas, 1.100 vehículos y 1.200 empleados que a través de terminales portátiles ya pueden enviar directamente sus pedidos a las gerencias de zona para que estas a su vez las trasmitan electrónicamente a la fábrica correspondiente.

Nuevas salidas comerciales

Tanto el mercado de Bimbo como el de Martínez han llegado a un nivel de estancamiento en España, por lo que el grupo busca soluciones a través de nuevos productos y de la expansión internacional. Este año dedicará 2.400 millones de pesetas a investigar los hábitos del consumidor y ensayar nuevos productos, sobre todo en la línea de desayuno. En el pan de molde, ha optado por la expansión internacional y se asociará con el grupo italiano de pasta Barilla para comenzar la venta en aquel país. Bimbo confía en tener éxito, dado que la calidad del pan de molde italiano es inferior a la española, donde el consumidor está acostumbrado a un producto con sólo nueve días de caducidad, frente a los 45 del país transalpino. Si tienen éxito los ensayos, Bimbo construiría una fábrica en Italia.

La potencia del grupo

Bimbo es una empresa subsidiaria de la multinacional norteamericana Earthgrains, el segundo fabricante de panadería y bollería industrial de EE UU. En España ha sido tradicionalmente la empresa líder en pan blanco de molde, pan integral y bollería salada con las marcas Bimbo, Silueta y Semilla de Oro, con las que suma una cuota de mercado del 57%. En bollería dulce y pastelería industrial también ocupaba el primer lugar con las marcas Bimbo, Madame Brioche, Bony, Tigretón, Pantera Rosa y Círculo Rojo. Tras la adquisición de Martínez se ha convertido también en la primera marca en sobaos y pasteles surtidos y la segunda en magdalenas, con una cuota del 30% en pastelería industrial envasada.
Curiosamente, las instalaciones que el grupo mantiene operativas en Cantabria no proceden de Repostería Martínez, sino de la propia Bimbo, una fábrica de 8.200 metros cuadrados de superficie levantada en 1975 en Solares cuando Bimbo estaba en un periodo de máxima expansión y necesitaba una planta que garantizase el suministro de pan fresco a todo el norte y noroeste del país.

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