La encimera de gas de BSH se abre camino en Europa
La aplicación del plan significó también un profundo reajuste de plantilla, que se tradujo en la prejubilación, no sin tensiones, de 106 de los 304 trabajadores con que contaba la planta cántabra de BSH hace dos años. Actualmente, trabajan en las instalaciones de La Reyerta 332 personas, de los que 244 son empleados directos.
La ausencia de inversiones en la planta cántabra durante años había provocado serias dudas sobre su continuidad, tanto por la ausencia de productos competitivos como por la escasa automatización de los puestos de trabajo.
Las cosas han cambiado bajo la tutela del grupo alemán Bosch-Siemens, que empezó con un lavado de cara del exterior, absolutamente imprescindible, y ha continuado con este plan para actualizar los procesos de fabricación a través de la inversión de 8,4 millones de euros. Al finalizar, se habrá convertido en la factoría más competitiva del grupo Bosch-Siemens en la fabricación de encimeras de gas en Europa. Las inversiones han servido para la creación de nuevas líneas de montaje y para la incorporación de maquinaria más moderna, entre la que destaca una cortadora por láser tridimensional que evita hacer nuevos troqueles para series pequeñas, y que es la primera de estas características del grupo BSH.
Diseño propio
Un equipo de trabajo internacional, formado con personal especializado procedente de distintas plantas del grupo, diseña y desarrolla en el laboratorio de pruebas de la planta cántabra los diversos modelos de encimera. Fruto de ese trabajo es el lanzamiento de las nuevas encimeras con acabados en esmalte, acero inoxidable y cristal, tanto templado como vitrocerámico.
La nueva generación de encimeras, que ofrece mayores prestaciones, ha sido acogidas con gran éxito en países como Gran Bretaña, que se ha convertido en el primer receptor, e Italia, un mercado con amplia tradición en el consumo de encimeras de gas donde el grupo BSH apenas estaba presente.
Este equipo multidisciplinar trabaja ahora en el desarrollo de veinte nuevas gamas de encimeras que vendrán a reforzar la apuesta realizada por BSH por este tipo de producto tras detectar que más del 50% de los aparatos de cocción que se utilizan en el mundo funcionan con gas, y que, en contra de lo que se pensaba, se trata además de un mercado en crecimiento.
La modernización de la fábrica de La Reyerta permitirá también hacer frente a la amenaza que representan los países del Este en el mercado de los electrodomésticos, como señala el director de la planta santanderina de BSH, Byron Vargas: “Sabemos que hay una presión muy fuerte de los países del Este en costes de mano de obra, y nuestra única oportunidad es salir adelante con productos innovadores, de buena calidad y que tengan un coste competitivo y, por el momento, lo estamos consiguiendo”.