Los peligros de los aditivos artificiales en los embutidos de carne de cerdo

Si se comparan los componentes de un embutido que se vende en el supermercado habitual con un embutido elaborado por Granjas San Antonio, cualquiera se llevará más de una sorpresa. De entrada, en la etiqueta del embutido proveniente de ganadería industrial se podrá ver que la lista de ingredientes es muy extensa. ¿La razón? Contiene numerosos conservantes y aditivos que han sido añadidos de forma artificial durante su proceso de elaboración. Por el contrario, en la etiqueta del embutido de Granjas San Antonio se comprobará que, al tratarse de un producto cárnico 100 % ecológico, no contiene ningún aditivo artificial.

Los conservantes y aditivos utilizados en la carne de cerdo de ganadería industrial pueden plantear riesgos para la salud si se consumen en exceso o si el consumidor es sensible a ciertos ingredientes, como les ocurre a las personas celiacas o las personas diabéticas.

¿Cuáles son los conservantes y aditivos que se deberían evitar?

Si preocupa la presencia de aditivos y conservantes en los embutidos que se consumen, se puede optar por productos cárnicos ecológicos. La carne fresca y los embutidos elaborados por Granjas San Antonio son 100 % ecológicos, es decir, no contienen ningún aditivo artificial. A continuación se describen los conservantes y aditivos más utilizados en los alimentos procesados y cuáles son sus principales efectos secundarios. La mayoría se reconocen por la letra “E”, que encabeza un código alfanumérico que identifica a los productos a los que se añaden ingredientes químicos durante su proceso de elaboración. La letra “E” corresponde a Europa y el número que la acompaña identifica al aditivo (colorante, conservante, antioxidante o edulcorante) que contiene. 

E420

Más conocido como “sorbitol”. Es un aditivo alimentario que se encuentra en muchos chicles, dulces y alimentos procesados. Entre sus efectos secundarios se han detectado vómitos, diarreas severas, sangrado rectal o calambres en el estómago.

E450

Se conoce también como “pirofosfato de sodio”. Se obtiene a partir del ácido fosfórico y se utiliza como regulador de la acidez, emulgente y estabilizante. En la industria cárnica industrial se usa para aumentar de forma antinatural el volumen de las masas musculares y obtener así productos más grandes.

E451

Se obtiene a partir de una reacción química de ácido fosfórico alimentario con hidróxido sódico. Puede provocar hiperactividad y problemas digestivos. También a largo plazo puede reducir el equilibrio natural de calcio y fósforo en el organismo. 

E407A

Se encuentra en refrescos, lácteos, postres o salsas. Otros nombres por los que se le conoce son agar danés o carrageno. Se utiliza como espesante y se extrae de algas marinas rojas. Se ha demostrado que puede producir úlceras e incluso cáncer en el tubo digestivo. De hecho, muchas empresas han retirado su uso.

E412

Es un aditivo alimentario que se obtiene de los granos de guar, una legumbre de origen asiático, que se usa como estabilizante y espesante. Su consumo excesivo puede provocar flatulencias, hinchazón excesiva, así como obstrucciones en ciertas zonas del intestino y el estómago.

E508

El cloruro de potasio E508 es un derivado de la sal del ácido clorhídrico E507. Se utiliza como sustituto de la sal. Se ha demostrado que puede provocar vómitos, náuseas, úlceras gástricas e incluso perforación intestinal. Se le considera muy peligroso.

E250

También conocido como nitrito sódico. Puede provocar urticaria y angioedema. Se han registrado casos de toxicidad en bebés, debido a que bloquean el transporte de oxígeno y puede provocar cianosis. El nitrito se transforma en nitrosaminas dentro del estómago, que son cancerígenas y dañan el hígado.

E262

Es un suplemento alimenticio también conocido como ácido acético o sal de sodio. Por sí solo no es tóxico para el cuerpo humano. Sin embargo, está contraindicado para las personas alérgicas al vinagre, ya que puede provocar una reacción alérgica grave o un shock anafiláctico. 

Dextrosa

Es un monosacárido que se conoce popularmente como “azúcar simple”. Es químicamente idéntico a la glucosa, excepto porque se obtiene a partir del almidón de cereales como el trigo y el maíz. Entre sus efectos secundarios se han registrado fiebre, trombosis venosa o flebitis. 

Los embutidos de cerdo ecológico, la alternativa saludable

La carne fresca y los embutidos de Granjas San Antonio se elaboran sin la presencia de aditivos artificiales, tanto durante la crianza de los animales como durante el proceso de producción de embutidos o loncheados. 

Los productos cárnicos ecológicos de Granjas San Antonio brindan a todas las personas preocupadas por su salud una alternativa sana y natural. Cada vez son más las personas que toman decisiones alimenticias informadas y conscientes que están alineadas con sus objetivos de bienestar personal, y en muchos casos, también con preocupaciones éticas y ambientales. 

A medida que aumenta la concienciación sobre la importancia de una alimentación sana y equilibrada, muchas personas están tomando decisiones más informadas sobre lo que comen. Es muy importante ser consciente de los productos que se consumen y tomar decisiones que prioricen el cuidado de nuestra salud. 

Granjas San Antonio es una empresa familiar con más de 50 años de historia que apuesta por la carne de cerdo 100 % ecológica, libre de sustancias químicas tóxicas. 

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