PANORAMA INTERNACIONAL

Abu Dhabi Balompié
Albert Camus decía que había aprendido principios morales con el fútbol, pero en la liga inglesa solo podría haber aprendido sobre la economía global del patadón. Lo que manda en el fútbol actual es el alza en los precios y el recorte en los créditos. El último ejemplo es la jugada del Abu Dhabi United Group, que ha comprado el Manchester City por 200 millones de libras. Este alza en los precios ha creado competidores. Alisher Usmanov, un uzbeko millonario en metales ha comprado una parte del Arsenal, mientras que Lakshmi Mihal, magnate del acero, ha invertido en el Queen´s Park Rangers.
Al mismo tiempo que los petroclubs relucen de dinero, otros que confiaban en el crédito las están pasando moradas. Una pareja de americanos compraron el Liverpool el año pasado con grandes planes, pero debido al recorte del crédito, el nuevo estadio ha quedado en suspenso.
Algunos aficionados echan de menos los viejos tiempos, cuando los clubs eran insolventes, pero es bueno que cada vez más equipos disfruten de respaldo financiero para poder ser unos serios competidores por el campeonato.
Financial Times

La irrompible bóveda de cristal
El declive en el número de mujeres que ocupan altos cargos en Gran Bretaña es alarmante y las mejoras en la normativa sobre maternidad parecen haber exacerbado esta tendencia. La explicación más común es que las mujeres tienen niños y eso perjudica su carrera. Pero hay mucho más que eso. Las mujeres que no tienen hijos –una cuarta parte de la fuerza de trabajo femenina del país con menos de 40 años– sufren la misma discriminación y desventajas (…)
El problema es que las actitudes y los hábitos de los británicos en el lugar de trabajo se forjaron en una época en la que los papás ganaban el pan y las mamás se quedaban en casa. Y pese a que las chicas superan a los chicos en el colegio y la universidad, continúa habiendo un consenso subliminal sobre la menor capacidad femenina.
Se necesita un cambio, con posibilidades de trabajar desde casa y compartir el empleo. Es una verguenza que ni siquiera uno de cada cinco parlamentarios del Reino Unido sea mujer, menos que en Ruanda, Afganistán, Iraq o China. La ruptura del techo de cristal no puede confiarse a un cambio gradual de la sociedad. Es el momento de cambiar la política del gobierno.
The Independent
Una piedra en el zapato
El proteccionismo comercial es visto como una manera de salvaguardar los puestos de trabajo americanos, incluso donde no los hay. Pero, ¿quién sale ganando cuando se imponen este tipo de trabas? Con excepción de los zapatos caros, más del 95% del calzado americano se fabrica fuera de los EE UU. Sin embargo, todavía se cobra un arancel del 67%, un legado, se crea o no, de los años 30. Las tarifas aduaneras del calzado aportan más dinero que las de los coches y se aplican, sobre todo, a los zapatos baratos (…)
Como todos los aranceles, éste genera ganadores perversos. Bajo la actual ley de comercio, el gravamen sobre los zapatos con suela de cuero es un tercio más alto que el aplicado sobre los de suela de goma. Así que una empresa de Nueva York posee la patente de un proceso para introducir este material en los zapatos de goma con el propósito de orillar esta tarifa y los fabricantes de zapatos le pagan 840 millones de dólares al año en royalties para poder usar su tecnología.
Una coalición de minoristas y empresas de calzado intentan conseguir apoyo para eliminar esta tasa y ya tienen el respaldo de 157 parlamentarios. El Congreso podría ahorrarse los 2.000 millones de dólares que se dejarían de recaudar gastando menos, pero es políticamente más fácil reducir el nivel de vida de las familias trabajadoras que compran zapatos baratos manteniendo una tasa injusta.
Wall Street Journal

Impuestos a la escocesa
Alex Salmond es un vecino difícil. El líder del partido independentista escocés y primer ministro de Escocia ha anunciado planes para abolir el impuesto municipal y sustituirlo por una tasa local sobre los ingresos. Poniendo énfasis en el lamentable estado del sistema local británico, ha invitado a una lucha contra los políticos de Londres creando tensiones imposibles de ocultar.
El impuesto municipal está relacionado con el valor de la propiedad y, como el gobierno ya no dispone de mecanismos para volver a valorar los precios de las casas, debe confiar en información antigua, con lo que es regresivo. Además, es la única tasa que todavía requiere rellenar formularios y pagar con cheques. Los nacionalistas la quieren sustituir por un impuesto extra sobre las rentas de tres peniques por libra.
Intentar cambiar la fórmula de financiación del gobierno central en lugar de plantearse controlar los gastos locales es inaceptable (…) Pero Salmond tiene un objetivo más amplio y es que Escocia parezca cada día más diferente de Inglaterra y acabe convirtiéndose en una nación independiente.
Financial Times