¿Cómo conseguir la rutina de limpieza ideal de una comunidad de vecinos? Por Grupo BERNI

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Los entornos con gran circulación de personas exigen un cuidado especial. Por lo tanto, la limpieza de la comunidad es un aspecto que requiere una atención extra ya que es esencial para el bienestar y la satisfacción de los residentes

Cuando se habla de un lugar compartido, la limpieza de garajes y espacios comunitarios no sólo tiene el propósito de limpiarlos, es esencial para mantener la salud y garantizar la seguridad en las inspecciones de edificios.

Aunque es necesario realizar una limpieza a fondo periódicamente a cargo de empresas de limpieza especializadas, el mantenimiento diario y la atención a los detalles demuestran cuidado, evitan la acumulación de suciedad y garantizan la durabilidad de los materiales utilizados en la construcción.

Las ventanas y los suelos manchados o los jardines dañados por una manipulación inadecuada no sólo perjudican el aspecto del entorno, sino que exigen elevadas inversiones que afectan al bolsillo de los residentes.

Por lo tanto, la limpieza de comunidades debe organizarse con eficiencia para evitar estos problemas y garantizar la satisfacción de los inquilinos

¿Cuál es el mejor momento para la limpieza de la comunidad?
A pesar de ser un espacio de gran circulación, el uso de las zonas comunes tiene horarios predecibles. Por lo tanto, el equipo de limpieza puede organizar y distribuir las tareas para que, al realizarlas, interfieran lo menos posible en la rutina de los miembros de la comunidad.

Entre los principales ejemplos están el ascensor y el vestíbulo. El tráfico de personas suele ser mayor al principio del día y al atardecer, aunque también tiene un movimiento ligeramente mayor a la hora de comer. Por lo tanto, un buen momento para limpiar es a media mañana o a media tarde.

En cuanto a la piscina, es bastante habitual que las comunidades cierren la zona durante todo un día para la correcta limpieza, mantenimiento y tratamiento del agua.

¿Cuál es la rutina ideal para la limpieza?

Limpieza de suelos
Los distintos revestimientos requieren diferentes métodos de cuidado. Es posible mantenerlos limpios y conservados siguiendo las siguientes reglas:

  • Suelos fríos: limpieza diaria con un paño húmedo y productos específicos;
  • Suelos interiores (mármol, pizarra o madera): deben limpiarse diariamente con un paño suave y húmedo y encerarse semanalmente con productos específicos;
  • Suelos exteriores de piedra (como patios y aceras): pueden barrerse todos los días y lavarse semanalmente con chorro de agua;
  • Zonas enmoquetadas: aspiración diaria.

Periodicidad de la limpieza
Para establecer un calendario, es importante entender cuál es la periodicidad ideal de limpieza de las distintas zonas.

Diario

  • Vestíbulo de entrada;
  • Ascensores;
  • Baños;
  • Sauna y vestuarios;
  • Gimnasio;
  • Equipos de conserjería (como teléfonos, interfonos y monitores);
  • Sala de juegos, si es utilizada frecuentemente por los residentes;
  • Artículos de decoración.

Semanal

  • Patio de recreo;
  • Zonas comunes de los pisos;
  • Cajas de registro y extintores
  • Muebles y cuadros decorativos;
  • Limpieza de las fuentes de agua potable;
  • Limpieza de acondicionadores de aire, ventiladores y extractores;
  • Piscina.

En cuanto a la piscina, requiere algunos cuidados especiales. La limpieza del revestimiento y el tratamiento del agua con productos químicos deben realizarse semanalmente. Sin embargo, dependiendo del uso de los residentes, puede ser necesario limpiar y organizar la zona adyacente con más frecuencia o incluso todos los días, especialmente en verano.

La retirada de la basura de los pisos (si hay espacio de almacenamiento) debe ser diaria. Sin embargo, si la comunidad proporciona un único lugar para que los residentes se deshagan de la basura, ésta debe limpiarse el día de la recogida.

Quincenalmente

  • Limpieza de grandes cristales de la recepción y las zonas comunes;
  • Encerado de suelos interiores (madera o piedra);
  • Lavado de suelos exteriores (como el patio y las aceras).
  • Cuarto de máquinas;
  • Limpieza de puertas, pomos, parte interna de los marcos metálicos y cristales
  • Paredes.

Mensualmente

  • Limpieza de garajes;
  • Escaleras (lavado);
  • Ventanas exteriores y marcos metálicos de las zonas comunes;
  • Cortinas, persianas o contraventanas;
  • Barandillas y puertas.

Semestralmente

  • Eliminar el polvo de las superficies altas (como tuberías y estructuras);
  • Inspección y limpieza de los depósitos.

La definición de los horarios de supervisión es tan importante como la limpieza. El responsable debe circular por los ambientes, verificando sus condiciones de uso y solicitando, si es necesario, las medidas para corregir las averías.

¿Cómo cuidar el jardín comunitario?
El paisajismo es fundamental en la calidad de vida de las comunidades de vecinos y, además, es un factor importante para la valoración del inmueble. Por lo tanto, la zona verde debe estar muy bien cuidada.

Hay algunas normas dirigidas al mantenimiento, pero cada tipo de planta requiere un cuidado diferente. La orientación del paisajista es esencial para establecer los métodos más adecuados.

Una opción para no equivocarse es contratar un servicio especializado. Las empresas de terceros cuentan con asesoramiento técnico para definir la rutina ideal para la conservación del jardín.

Riego

  • Las plantas expuestas al sol pueden regarse una o dos veces por semana;
  • Las plantas de interior requieren un riego menos frecuente;
  • En periodos de calor (como el verano), hay que regar las plantas cada dos días.

Mantenimiento

  • Eliminar siempre las malas hierbas;
  • Abonar el suelo de tres a cuatro veces al año, siempre bajo orientación técnica;
  • La lucha contra los hongos y las plagas debe ser mensual, también con la instrucción de un especialista;
  • El proceso de poda requiere cuidado para no llevar a la vegetación a la muerte, por lo que debe ser realizado por un jardinero;

¿Es posible cambiar la rutina de limpieza?
A pesar de estas directrices generales, cada comunidad tiene sus propias características: número de residentes, frecuencia de uso de los espacios, etc. La definición del número de empleados necesarios para la limpieza también debe tener en cuenta estos factores.

Además, durante el día puede ser necesario realizar procedimientos no programados, como cuando se producen derrames de las bolsas de basura o de otras sustancias. También es importante prestar especial atención a los entornos por donde circulan los materiales de construcción durante los periodos de reformas.

Lo importante es evaluar las necesidades para elaborar un programa adecuado que las cubra y garantice la satisfacción del usuario.

Fuente Comunicae

Source: Comunicae

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