Maflow se autoabastece con su nueva planta de racores

Le permite completar los sistemas de aire acondicionado que vende a Nissan y Renault

Maflow Spain Automotive está a punto de cumplir 30 años. Nació como Dinaflex, filial del grupo italiano Manuli, que luego la redenominó Manuli Autoibérica y, en 2009 fue adquirida por el holding polaco Maflow-Boryszew, que entre sus muchas actividades es líder mundial en la fabricación de equipos de aire acondicionado, mangueras para de dirección asistida y productos líquidos para automoción. La planta de Guarnizo acaba de estrenar una línea de racores, lo que le permite fabricar los tubos de aluminio que ensambla con sus manguitos de caucho para los sistemas de aire acondicionado de los Nissan Qashqai y Renault Austral.


La cántabra Maflow es la planta más productiva del grupo polaco Boryszew al que pertenece. Un puesto que ostenta con orgullo, teniendo en cuenta que se trata de una multinacional líder en su sector y que posee más de  80 fábricas. Parte del mérito de ese título radica en su capacidad para crecer y evolucionar. Prueba de ello es la introducción de tres nuevas líneas de trabajo en los últimos años.

Una de ellas llegó con la pandemia, cuando añadió los hidrogeles a la fabricación de líquidos de refrigeración (anticongelantes) para coches. Otra es la reciente apertura de una planta de racores.

La puesta en marcha de esta nueva línea ha sido posible gracias al arrendamiento de una nave contigua de unos 1.000 m2 donde ha instalado la maquinaria que le permite fabricar los tubos de aluminio que utiliza para sus circuitos de aire acondicionado de automóviles que hasta ahora adquiría a otra empresa de su grupo.

Aunque estaba previsto que la nueva línea, en la que ha invertido 2,2 millones de euros, entrara en funcionamiento en 2021, la crisis de abastecimiento de semiconductores ha impedido hacerlo realidad hasta hace unos meses.

Autoabastecimiento

Lo tubos de aluminio, que se ensamblan con los manguitos de caucho que ya producía, forman parte de los circuitos del aire de los Qashqai que Nissan fabrica en Sunderland (Reino Unido) y los Renault Austral –sustituto del Kadjar– que, como su antecesor, se hacen en Palencia.

El proceso comienza enderezando el aluminio. Estas barras pasan a continuación a una de las cuatro máquinas de conformación y desde ahí al área de doblado.

Uno de los 24 trabajadores de la planta de racores.

Después de estos pasos es imprescindible un lavado a fondo que incluye desde la limpieza con burbujas hasta los ultrasonidos.

Otra máquina agujerea las piezas y las suelda mediante calor.

Esta nueva actividad ha aumentado el valor añadido de los componentes que fabrica la planta de Guarnizo y ha dado lugar a la contratación de 24 personas más, para atender los tres turnos de trabajo de esa nueva línea que en el futuro podría redimensionare para asumir más pedidos.

Impresión 3D

En sus apuestas por el I+D+i, Maflow también continúa con el proyecto de fabricación aditiva de piezas –la impresión 3D– que comenzó hace unos años. La planta de Guarnizo puede fabricar, de esta forma, sus propios utillajes y prototipos, lo que se traduce en plazos de tiempo más cortos y unos gastos mucho más limitados.

Pero también ha abierto una nueva línea de negocio en la que se ofrece a diseñar y comercializar productos para terceros, que si bien no es significativa en cuanto a ingresos, sí lo es en términos estratégicos.

En palabras de Juan Antonio González, project manager de Maflow, “es nuestra forma de acercarnos a la innovación industrial”.

Y es que la fabricación aditiva aporta grandes ventajas en pequeñas series o preseries, o en la personalización de productos, lo que cada vez tiene más demanda en los mercados.

Por ello, en su propia página web cuentan con un servicio de cotización digital, que permite a sus potenciales clientes solicitar  sus servicios.


Una ruta por empresas buscando la ‘innovación social’

Sodercan y la Cámara de Comercio han lanzado el proyecto Reimagina Impact Hub, una serie de talleres formativos abiertos que se realizarán en distintas fábricas y empresas de Cantabria y contarán con la presencia de empresarios/innovadores sociales referentes a nivel nacional.

El programa ha comenzado en la sede de Maflow Spain Automotive y continuará en otras cuatro empresas de la región. Después de cada taller, tendrán lugar unas sesiones para que empresas y emprendedores puedan presentar sus soluciones de innovación social a un jurado especializado, recibir sus comentarios y concursar, ya que recibirá un premio la mejor idea dentro de cada línea.

También se va a desarrollar un programa formativo de emprendimiento social, que se impartirá durante un fin de semana en las instalaciones de la Cámara bajo la tutela de algunos de los mejores formadores y referentes del sector.

De manera paralela, la Cámara estudiará a 50 empresas regionales de diferentes sectores y tamaño para conocer su grado de innovación social y plantear posibles líneas de apoyo.


María Quintana

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