La app santanderina de reparto de comida que desafía a las grandes

Vikeve entra en el mercado con tarifas más bajas para tener una gran oferta de restaurantes

En Cantabria hay cerca de 7.000 negocios de hostelería. Algunos de ellos –pizzerías, hamburgueserías, asiáticos…– llevan años repartiendo a domicilio, pero otros han empezado a valorar esta opción a raíz de las restricciones de la crisis sanitaria, para poder mantener la actividad. En estas circunstancias, las plataformas que intermedian entre la hostelería y los clientes son las más beneficiadas y a estas grandes empresas de entrega a domicilio se ha sumado la cántabra Vikeve, dispuesta a competir abaratando los precios que paga el hostelero y mejorando los servicios.


Los servicios de comida a domicilio han sido un balón de oxígeno para que bares y restaurantes hayan podido seguir trabajando durante los peores meses de la pandemia, cuando las limitaciones de horarios de apertura y aforo fueron más duras. La consecuencia más directa ha sido que las empresas de entrega domiciliaria (delivery) han duplicado sus cifras durante la crisis sanitaria y su volumen de facturación en España ha alcanzado los 1.770 millones de euros, según la consultora NDP.

Aún con estas cifras, las ventas no han sido suficiente para salvar a muchos hosteleros de los números rojos pero, lo que nadie duda es que, con pandemia o sin ella, el reparto de comida ha venido para quedarse.

Cuatro aplicaciones se reparten el negocio de la entrega de comida a domicilio en España: Uber Eats, Deliveroo, Glovo y Just Eat. Actúan como intermediarias entre quienes piden la comida a través de su smartphone y los restaurantes que la elaboran. Eso sí, a un precio muy alto para el hostelero, que ha de renunciar a una parte considerable del importe de la venta–la comisión que se lleva la plataforma, que además cobra una cantidad al cliente por el envío–.

Convencida de poder mejorar esas condiciones, la santanderina Lidia Revuelta ha decidido crear una empresa de reparto local, Vikeve Delivery, con la que está dispuesta a competir con las grandes compañías.

Relación con la hostelería

Revuelta, apoyada por su marido, Vicente Sarasúa, comenzó su aventura empresarial en 2017 con una lavandería autoservicio, que un año después evolucionó hasta convertirse en Santander Lavandería Industrial. Ahora tiene clientes de varios sectores en toda la región, aunque muchos de ellos son hosteleros.

Al padecer, junto a sus clientes, los momentos más duros de la crisis sanitaria, Revuelta vio la oportunidad de crear un nuevo negocio y ofrecer el reparto a domicilio a hosteleros que no habían entrado en ese mundo o querían unas mejores condiciones.

Uno de los repartidores de Vikeve realizando una entrega en un domicilio de Santander.

Su proyecto, Vikeve Delivery ha nacido a mediados de mayo y ya hay cuarenta restaurantes de la capital cántabra que ofrecen sus productos a través de su aplicación. Muchos de estos negocios nunca habían estado en una de estas plataformas de comida a domicilio.

¿Qué les ofrece Vikeve para haberlos convencido? En primer lugar, ha apostado por una oferta muy amplia y, dentro de cada tipo de comida, la disposición a contar con los restaurantes de referencia. Además, su radio de reparto es más amplio, al comprender todos los códigos postales de Santander y Soto de la Marina.

Tarifas

Las compañías de reparto más conocidas cobran unos porcentajes muy altos a los hosteleros que quieren trabajar con ellas. Teniendo en cuenta que, en muchos casos, la restauración trabaja con márgenes muy ajustados, a muchos no les compensa.

Just Eat es la que tiene una mayor cartera de restaurantes en la región, más de un centenar. Aunque incorporarse a su plataforma no tiene coste, estos negocios han de pagar una comisión del 30%, además de unos gastos de gestión de 20 céntimos por pedido.

Glovo, presente en Santander y Torrelavega, cobra a los que quieran adherirse una tasa de 150 euros, y una comisión del 40% en cada pedido.

Por su parte, Deliveroo cobra más de 300 euros a los negocios que quieren entrar en su plataforma, además de un 35% de comisión por cada pedido.

La americana Uber Eats, por su parte, cobra a los hosteleros de su app una comisión del 30%.

Vikeve no quiere desvelar su tarifa, pero asegura que es “inferior” al de las demás compañías y no exige tasa por entrar en su plataforma. Además, proporciona una máquina de pedidos a cada cliente. “Aunque podría funcionar con WiFi, la entregamos con una tarjeta SIM a cada local, para que, aunque se caiga la red, nunca se queden sin servicio”, recalca Revuelta.

Los clientes también pueden salir beneficiados de la diferencia de precio de la empresa local. Mientras las principales compañías de reparto cobran los mismos gastos de envío, independientemente del pedido que se haga, Vikeve disminuye ese precio a medida que aumenta el del pedido. Sus clientes abonan un máximo de cuatro euros por el reparto, cantidad que va aminorándose hasta llegar a la gratuidad cuando el ticket supera los 35 euros.

Centrada en las personas

La empresaria santanderina también ha apostado por una atención personalizada y dispone de un call center con dos empleadas que dan servicio tanto a los restaurantes, como a los repartidores y clientes. “Su función es la de dar apoyo al cliente, por si tiene alguna duda a la hora de hacer el pedido; al hostelero, por si quiere deshabilitar algún producto en caso de quedarse sin él; o a los repartidores, si les surge algún problema durante la entrega”, explica.

A diferencia de otras compañías, que han ocupado decenas de titulares por la relación de falsos autónomos de sus riders, Vikeve ha optado por contar con repartidores profesionales que son empleados por cuenta ajena.

Los vehículos también son de la compañía y no de los repartidores. Vikeve dispone de una flota de motos eléctricas y un coche, “que es necesario cuando se piden platos como una paella para varios comensales, que, al enviarse en una paellera, no se puede transportar en una moto”, explica Revuelta. 

Funcionamiento

El horario de reparto de esta nueva plataforma es de 13:00 a 15:30 horas y de 20:00 a 23:00 horas de domingo a jueves, ampliándose media hora más en horarios de comidas y cenas los viernes y sábados.

Como otras plataformas, divide la oferta de restaurantes por el tipo de comida que preparan. Próximamente, su app también permitirá a los usuarios filtrar los restaurantes que tienen productos sin gluten y destacará esta categoría dentro de cada carta. “Queremos diferenciarnos por dar respuesta a problemas reales. Cada vez hay más personas celiacas, y para ellas pedir a domicilio muchas veces es muy complicado”, expone la empresaria.

Cuando el restaurante reciba el pedido, y dependiendo de cuánto trabajo tenga la cocina en ese momento, indicará el tiempo en el que estará lista la comida. Es otra diferencia frente a las grandes plataformas, que obligan a cumplir ciertos tiempos a los hosteleros aunque muchas veces sufran complicaciones y no puedan ajustarse a ellos.

Quizá por la suma de estos factores, el equipo de Vikeve asegura haberse visto “desbordado”por el número de llamadas de hosteleros que quieren asociarse, muchos incluso de otras localidades de la región.

Por el momento, el principal objetivo de la empresa es darse a conocer ante los consumidorespara que “elijan Vikeve antes que otras apps”. Para ello, están realizando una campaña de publicidad con acciones online y offline y una serie de convenios que ofrecerán a distintos colectivos. “Somos conscientes de que lo más difícil es llegar al público final. Una vez nos hagan un pedido, comprueben cómo funcionamos, la variedad de restaurantes con la que trabajamos y nuestros precios de reparto, confiamos en que nos continúen eligiendo”, manifiesta Revuelta, que admite estar encantada con los comienzos de su empresa de reparto.

María Quintana

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