Tecan: El embalaje industrial de madera aterriza en Toranzo

La empresa cántabra traslada su núcleo productivo de Raos a San Vicente de Toranzo por falta de espacio

Los ingenieros cántabros Andrés Sáinz y Óscar Ruiz crearon hace cuatro años Tecan, una empresa dedicada al diseño y fabricación de embalajes industriales de madera que ha crecido muy deprisa, lo que le ha obligado a cambiar varias veces de emplazamiento en su corta existencia. Nació en el polígono de Barros, pronto trasladó su sede a Raos y ahora ha desembarcado en San Vicente de Toranzo. Sus embalajes, diseñados a la medida de la pieza a transportar, son utilizados en los sectores más diversos.


Lo importante está en el interior. Lo saben bien las empresas del sector metalúrgico, petroquímico, nuclear, automovilístico, eólico y energético. En muchos casos exportan piezas de un valor millonario, de ahí la importancia de usar embalajes industriales de gran calidad, como los que fabrica el Grupo Tecan en madera, aunque también trabaja con materiales mixtos (madera y cartón, metal y madera o plástico y madera).

La empresa cántabra, fundada hace cuatro años por Andrés Sáinz y Óscar Ruiz, produce embalajes a medida de hasta 70 toneladas y en muchos formatos: cunas de transporte, jaulas de madera, palés, plataformas… en algunos casos de materiales mixtos, que mezclan madera y cartón. También proporciona a sus clientes el Evobox, un embalaje de madera plegable de gran resistencia.

Preparación de uno de los envíos. El 97% de los que realiza Tecan van al extranjero.

La empresa ha experimentado un crecimiento constante que le ha llevado a cambiar de emplazamiento en varias ocasiones. El más reciente estaba en Raos, donde llegó a ocupar tres naves industriales, de las que ahora conserva dos. Allí dispone de buenas conexiones y cercanía al Puerto de Santander, pero de nuevo la falta de espacio les ha conducido hasta San Vicente de Toranzo.

La compañía ha trasladado el proceso de fabricación a una nave de 3.500 m2, situada dentro de una gran finca de 13.000 de esta localidad, cerca de Maderas Saiz, aunque no tienen más vinculación que el hecho de trabajar con la madera como materia prima.

“En Toranzo vamos a introducir una línea de embalaje plegable, que se suministra al cliente final y él mismo puede montar. Eso les permite almacenarlos en sus instalaciones a la espera de ser usados, algo que no es posible con los tradicionales embalajes cerrados”, explican.

Inicios

Andrés Sáinz y Óscar Ruiz son ingenieros, uno especializado en la rama industrial y otro en telecomunicaciones. Se conocieron al coincidir como compañeros de trabajo en una empresa de petroquímica situada en Torrelavega propiedad de un grupo francés. “Nosotros éramos consumidores de estos embalajes, pero no estábamos contentos con el servicio y echamos cuentas para ver si podríamos hacer esa actividad por nuestra cuenta de forma más eficiente”, rememoran.

Tras convencerse de la viabilidad del proyecto, se lanzaron a su primera experiencia empresarial en una nave de 400 metros cuadrados situada en el polígono de Barros. En ese momento, la ambición de Tecan era centrarse únicamente en los diseños de embalajes, según los requisitos técnicos de cada proyecto.

Pronto fueron añadiendo más servicios “para ofrecer un paquete completo a partir del producto y el medio de transporte que se iba a emplear”, relata Andrés Sáinz.

El punto de inflexión se produjo en enero de 2021, cuando también optaron por producir sus propios embalajes. Eso requería instalaciones más grandes: “Necesitábamos espacio, por lo que tuvimos que dejar atrás la nave de Barros y nos instalamos en otra de 700 m2 en Raos”. Con lo que no contaban es que en solo cuatro meses se les quedase pequeña, así que tuvieron que ampliar de nuevo.

Se hicieron con otras dos naves en Raos cuando todo iba viento en popa, pero no resultó ser el camino de rosas que parecía. Las circunstancias internacionales cambiaron de pronto como consecuencia de la guerra de Ucrania y la compañía padeció las consecuencias de la crisis de las materias primas.

El precio de la madera subió tanto que Tecan se vio obligada a replantearse la forma de conseguir la madera. “Pasamos de comprar paquetes a camiones enteros y de comprar en aserraderos del norte de España a buscar también en otros países”, confiesa Sáinz.

A medida que volvía la estabilidad al mercado, sus centros de trabajo volvieron a quedarse pequeños para el volumen de trabajo que ya gestionaba la empresa. Esta vez encontraron en San Vicente de Toranzo el lugar donde sus necesidades pueden estar cubiertas por mucho tiempo, tras años de crecimiento y constantes reinversiones.

Eso sí, la ubicación de la nueva fábrica ha suscitado alguna anécdota, porque la nave albergó hace años la mayor plantación clandestina de marihuana de la historia de Cantabria, que fue intervenida por la Guardia Civil en 2018.

La importancia de una buena protección

Es posible que entre los consumidores no se valore demasiado la importancia de los embalajes, pero tanto los fabricantes del producto a transportar como los suministradores de estos recipientes son muy conscientes del papel que juegan. Los propietarios de Tecan confiesan que no se sienten tranquilos hasta que el producto de su cliente llega al destino final. “No se da valor al embalaje hasta el día en que pasa algo, pero es clave”, subrayan.

Para garantizar que el envío se hace en las mejores condiciones de seguridad y protección, Tecan ha ido acumulando certificaciones de calidad y figura en el registro oficial de operadores de embalaje, un requisito esencial para poder ser utilizados en las exportaciones. La razón está en que, involuntariamente, la madera también puede trasladar plagas. De hecho, la avispa asiática llegó a Europa en un palé de madera sin tratar. “Nosotros tenemos que asegurar la trazabilidad. Por eso, todos nuestros productos tienen un tratamiento fitosanitario”, desgrana Andrés.

Son conscientes de que disponer de sellos de calidad y una metodología de trabajo rigurosa es la forma de generar confianza en sus clientes, que no quieren ver peligrar productos de alto valor o muy delicados. “Trabajamos para el sector del gas y petróleo, automoción, naval, aeronáutico, bienes de consumo, alimentario, químico… y es fundamental hacer un buen trabajo para que sigan apostando por ti”, enfatizan.

Su labor comienza cuando el cliente les envía la especificación del producto a embalar y la pieza modelada en 3D. Tecan diseña el embalaje más adecuado y procede a su fabricación. “Una vez llega el producto aquí, lo embalamos y se lo devolvemos o el cliente viene a recogerlo. Luego la mercancía se envía en camión al Puerto de Santander o al de Bilbao, y lo probable es que, a partir de ahí, en algún momento del trayecto se haga algún trasbordo. Es mucha la gente que manipula la mercancía hasta que llega al destino”, explica Sáinz.

Su socio apostilla que, al diseñar los embalajes, han de “imaginar el peor de los escenarios” y recuerdan que en todo ese recorrido no va a estar presente ni el propietario del envío ni quien ha hecho el embalaje, por lo que no hay vigilancia posible y ha de estar preparado para resistirlo casi todo.

Ellos conviven a diario con esa incertidumbre, pues el 97% de su producción termina fuera de España, pero tienen claro que merece la pena. A finales de 2021, tenían una plantilla de cinco trabajadores. Ahora cuentan con once y sumarán cuatro más en Toranzo antes de concluir el año. “Nos encantaría poder generar riqueza y empleo en el municipio. De hecho, hemos incorporado personal de la zona que trabaja a cinco minutos en coche desde su casa. Están muy contentos y nosotros también”, sostienen.

David Pérez

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