Una mirada histórica al municipio de Santoña

Nicolas Chuzeville, un francés afincado en Cantabria, ha apostado por las visitas turísticas teatralizadas

El turismo es uno de los motores económicos de España pero tanto la propia industria turística como la experiencia del viajero están cambiando. Las personas buscan experiencias diferentes y, bajo la premisa de ofrecer un producto distinto, Nicolas Chuzeville ha creado varias rutas teatralizadas en Santoña. Convertido en Napoleón Bonaparte, el marqués de Manzanedo o un pescador, el francés deleita a los turistas con una mirada diferente al pueblo que lo acogió hace casi una década.


Aunque Nicolas es de Lyon (Francia), siempre había querido vivir una temporada en España. Por ello, aprovechó la oportunidad  que se le planteó en 2011 de realizar unas prácticas universitarias en la oficina de turismo de Santoña. Por aquel entonces, estudiaba idiomas extranjeros, ya que su intención era dedicarse profesionalmente al turismo.

Cantabria le conquistó de tal manera que al terminar su máster, en 2013, decidió volver para quedarse.

Pudo seguir trabajando para la oficina de turismo del municipio, pero lo compaginó con la impartición de clases de idiomas en una academia, aprovechando que habla cinco: francés, español, inglés, griego y turco, aunque reconoce que estos dos últimos apenas los practica en Cantabria.

En 2016, decidió convertirse en autónomo y creó su empresa, Servicios Turísticos e Idiomas Extranjeros, a través de la cual ofrece sus servicios como guía turístico, profesor y traductor. “El turismo en Cantabria sigue siendo bastante estacional, especialmente en localidades como Santoña, por eso debo compaginar mi trabajo como guía con otros trabajos”, explica el francés.

Múltiples servicios

Además de sus labores como profesor de francés e inglés en la academia en la que sigue trabajando, es frecuente verle como traductor en eventos o reuniones y al frente de stands turísticos en ferias y certámenes. De hecho, ha prestado estos servicios en múltiples ocasiones para el Gobierno de Cantabria.

Nicolas, caracterizado como Napoleón Bonaparte, conduce un grupo durante una de sus rutas napoleónicas por Santoña.

Pero nada llama tanto la atención como sus visitas guiadas teatralizadas (también las hace convencionales). Una divertida oportunidad para empaparse de la historia y cultura locales a través de relatos contados de una forma amena y atractiva, donde los personajes históricos trasladan a los visitantes a otras épocas. “Es una forma más activa y atractiva de visitar un lugar”, explica el emprendedor, que recuerda con cariño las clases de teatro que dio en el instituto y que quizá hayan tenido algo que ver en esta faceta suya.

Teatro e historia

Ataviado con un traje de Napoleón Bonaparte (con una espada real incluida), el guía explica a los turistas la herencia napoleónica de Santoña, tras los seis años de dominio de los franceses a principios del siglo XIX.

Ha creado diferentes rutas, para que los turistas puedan elegir qué actividad les apetece más y dirigidas, también, a aquellos que repiten destino, algo bastante habitual en Santoña, según dice.

Una de las que tienen más éxito de público es la ruta marítima que ofrece gracias a la colaboración de la empresa de excursiones marítimas Villa Fuica. “Esta visita gusta por el contenido, pero también por el hecho de que sea a bordo de un barco”, explica. En estas ocasiones va vestido de pescador.

La ruta del Marqués de Manzanedo ha sido la última incorporación a su oferta de visitas teatralizadas. Vestido de frac, Nicolas se convierte en Juan Manuel de Manzanedo y González de la Teja, marqués de Manzanedo y duque de Santoña, y muestra a los visitantes diferentes escenarios de su vida en la villa en el siglo XIX, incluido su palacio.

También realiza rutas para los usuarios del Expreso de la Robla, uno de los trenes de lujo de Renfe. Son visitas más largas, que incluyen alguna conservera, la villa de Santoña y la puebla vieja de Laredo,pensadas para un público más internacional, por lo que generalmente las realiza en inglés.

Con este despliegue de rutas consigue llegar a un público muy variado y de todas las edades, aunque mayoritariamente nacional. “En temporada alta son muchas familias y parejas. Fuera de temporada, destacan los grupos de mayores y escolares”, explica Nicolas. Su discurso se adapta a cada uno de ellos. “No es lo mismo un grupo de mayores que de adolescentes, ya que hay que cautivarlos de otra manera”, explica.

Hasta el momento, calcula que más de 6.000 personas le han acompañado en sus rutas guiadas. En la temporada de verano y algún puente, se ve obligado a contratar a una compañera para atender la demanda. La misma que le acompaña en la ruta del marqués de Manzanedo y hace de marquesa.

Las redes sociales, “el boca a boca del siglo XXI”, son su mejor carta de presentación. La gente se va contenta y transmite un buen feedback sobre su experiencia, lo que le lleva a confiar en que el número de usuarios siga incrementándose.

Eso no evita que resulte necesario un continuo desarrollo de nuevas ideas. Como destaca, no consiste solamente en pensar una idea y ponerse un disfraz. Tiene que documentarse para ser riguroso, tanto con el vestuario, como con los datos que comparte e incluso el lenguaje que utiliza. Y gracias a ese trabajo es habitual ver de nuevo a Napoleón Bonaparte o al Marqués de Manzanedo caminando por la villa marinera, aunque ahora, van acompañados de séquitos de turistas.

María Quintana

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