Ultravirtus: un exoesqueleto que mejora el rendimiento del soldado

El emprendedor Mario Ceballos y el coronel de infantería, Carlos Cerrato, ya han diseñado cuatro prototipos

La startup cántabra Ultravirtus, fundada por Mario Ceballos y Carlos Cerrato, ha desarrollado un exoesqueleto para la infantería ligera y mecanizada que potencia la capacidad física de las extremidades inferiores. Después de haber generado cuatro prototipos, se muestran optimistas con el reto que afrontarán en mayo: aprobar el examen de la Brigada Experimental de La Legión. Si pasan ese trámite con éxito, podrán comenzar a vender unidades –valoradas en entre 25.000 y 28.000 euros– para uso militar.


Las Fuerzas Armadas Españolas siguen de cerca todos los avances tecnológicos que surgen, y uno de ellos procede del emprendedor cántabro Mario Ceballos y el coronel de infantería Carlos Cerrato, que se han unido para crear un exoesqueleto capaz de mejorar las capacidades físicas del soldado de infantería, algo esencial durante las operaciones militares. Para ello, han fundado Ultravirtus, una empresa con apenas medio año de vida, pero que tiene mucho trabajo de campo detrás.

A los dos meses de nacer, ya produjo su primer prototipo. Ahora trabajan en el cuarto y su objetivo es pasar el filtro de la Brigada Experimental de La Legión, situada en Almería, encargada de testar todos los artículos tecnológicos que se desarrollan en el ámbito militar. Se trata de un examen en el que se pondrá a prueba el dispositivo en situaciones reales de entrenamiento. Si es aprobado, Ultravirtus ya podrá empezar a entregar unidades.

Ceballos explica que la burocracia para destinar este exoesqueleto a uso militar es mucho más sencilla que, por ejemplo, si pretendiese un uso médico. “La Brigada te pone como condicionante superar esta prueba, mientras que si se usase en pacientes, habría que hacer una patente y pasar los filtros de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, con los tiempos que eso conlleva”, matiza.

Asegura que esta herramienta, que también tiene uso civil, está muy solicitada en todo el mundo. El Ministerio de Defensa tiene en marcha un programa llamado Combatiente del Futuro con el que busca integrar todas las tecnologías disponibles para dotar al soldado de los medios adecuados que le permitan actuar con eficacia en operaciones de combate. Dentro de ese proyecto, reciben iniciativas como las de Ultravirtus.

Características

Uno de los servomotores con los que va equipado el nuevo exoesqueleto de Ultravirtus. En mayo, los impulsores de esta iniciativa emprendedores conocerán si empiezan a fabricar para las Fuerzas Armadas.

Su exoesqueleto está planteado únicamente para las extremidades inferiores e incrementa la fuerza y resistencia del soldado, potenciando las de cadera y rodillas y reforzando la del tobillo.

Mario Ceballos lo describe como un ordenador a base de servomotores, con placas de control con capacidad de inteligencia artificial, sensores y baterías. Una de sus principales ventajas es que se adapta a la morfología de cada cuerpo, ya que se ajusta a la anchura de la cadera y cuenta con un regulador para acomodarse también a la estatura.

El diseño es robusto y apto para personas que miden entre 1,60 y 1,90 metros, uno de los requerimientos impuestos por el Ministerio de Defensa, que también les ha pedido que el dispositivo resulte sencillo de colocar y retirar, y que sea ergonómico. Tampoco es complejo de fabricar: el exoesqueleto está impreso en 3D y sus materiales son poliamida y fibra de carbono.

La estructura es liviana. Pesa unos tres kilos, aunque en conjunto –incluyendo los servomotores, baterías y demás accesorios– se acerca a los nueve.

El dispositivo está concebido para infantería ligera y mecanizada. Es útil en grandes caminatas y para combatientes con un gran consumo calórico, por el tipo de actividades que realizan.

Según Ceballos, tiene potencial para venderse en España y en otros países, aunque su comercialización internacional estaría supeditada a las normativas específicas de cada país.

Aunque no todas las piezas se fabrican en Cantabria –los servomotores proceden de Suiza y algunos componentes electrónicos de Asia–, el ensamblaje íntegro del Ultravirtus se realiza en la región. La intención de Cerrato y Ceballos es que el proyecto se quede en Cantabria, pero no se cierran a otras comunidades, como País Vasco, donde hay “muchísimas” ayudas e industrias que podrían “echarnos un cable”. No obstante, son contundentes. “Somos de aquí y tenemos capacidad para hacerlo aquí”, sentencian.

El emprendedor resalta que el desarrollo de este tipo de recursos militares está copado por grandes empresas, con las que compiten y con las que están abiertos a alianzas. “Queremos crecer rápidamente para tener más visibilidad en el mercado. Ahora mismo somos una startup pequeña con recursos propios, pero necesitamos una inversión, no muy grande, para ser más competitivos”. Ese es el motivo por el que la empresa ha participado en la última ronda de inversores de FIDBAN.

Ultravirtus ya tiene en marcha otras iniciativas, como el desarrollo de un exoesqueleto completo para infantería mecanizada, un traje robotizado tripulado por un operador inmersivo que parte del diseño ya mencionado para las extremidades inferiores. Es la apuesta cántabra en el camino para crear ejércitos de ‘supersoldados’, algo que no va a tardar en materializarse.

David Pérez

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