Manfacter, un software con IA para digitalizar la fabricación

La herramienta calcula presupuestos en segundos y optimiza la conexión entre fábricas de todo el mundo

Frente a quienes deciden mudarse a grandes ciudades para mejorar profesionalmente, el donostiarra Alberto López considera que una región pequeña como Cantabria le ha abierto puertas en su aventura empresarial. Su empresa, Manfacter busca revolucionar el sector industrial de la fabricación, mediante el desarrollo de un asistente virtual entrenado con Inteligencia Artificial que puede decidir en segundos los materiales y procesos para la fabricación de una pieza, calcular los costes y lanzar el pedido a través de un marketplace para que concurran los interesados, una fórmula que puede abrir los mercados internacionales a una pequeña empresa local.


Aunque Alberto López es de San Sebastián y reside desde hace unos años en Castro Urdiales, podría considerarse un ciudadano del mundo, ya que desde los 18 años ha viajado y vivido en varios países de Europa. En su periplo, el donostiarra ha trabajado en varios sectores, aunque poco a poco se fue orientando hacia el industrial y, más concretamente, al mundo de impresión 3D y en sus usos para la industria.

Estos conocimientos le impulsaron a volver a España y crear una empresa para fabricar y distribuir este tipo de impresoras pero, tras la irrupción de los fabricantes chinos en el mercado europeo, decidió que no podía librar esa batalla y no continuó.

El espíritu emprendedor le llevó a reinventarse y en 2019 comenzó una nueva aventura empresarial, un servicio de fabricación de piezas para la industria con impresoras 3D.

El CEO de Manfacter utilizando su plataforma.

“En poco tiempo, la empresa creció, en parte, gracias a los contactos que he ido haciendo por Europa”, explica el emprendedor, que agrega que, en su día a día, se encontraba con una problema común a todo el sector: “no solo es difícil llegar al cliente, sino que, una vez que llegas, hay que invertir muchísimo tiempo en explicar qué es lo que se puede hacer y fabricar en 3D, los materiales que se usan y el presupuesto de su pedido”. 

El emprendedor calcula que este proceso se suele demorar entre dos o tres semanas y “muchas veces no se transformaba en un pedido real”, por lo que decidió atajar este problema y a principios de este año fundó Manfacter.

Inteligencia Artificial

El objetivo principal de Manfacter es digitalizar los procesos de fabricación de cualquier producto, para que sean mucho más rápidos, sencillos, económicos y sostenibles. Así, gracias al desarrollo de su propio software, basado en Inteligencia Artificial, optimiza las operaciones con sus clientes, que pueden ser industrias de todo los sectores: tecnológico, automoción, industrial, aeroespacial, médico o gubernamental. “Cualquiera que quiera fabricar algo”, subraya el CEO de esta startup. 

Manfacter cuenta con ClaudIA, un asistente virtual inteligente capaz de comprender cualquier idioma, que ha sido entrenado para la industria y es capaz de decidir en escasos segundos qué materiales son idóneos para construir la pieza deseada. “También se le pueden consultar datos técnicos relativos a la resistencia mecánica o elongación de un material”, agrega Alberto.

Además, dispone de un marketplace en el que, una vez resuelta cualquier duda con ClaudIA, los usuarios –por lo general, otras industrias– pueden subir los planos de la pieza que desean fabricar y seleccionar los materiales y Manfacter calculará en segundos el presupuesto del trabajo. 

El proceso de trabajo de Manfacter.

Esta plataforma es bidireccional, las industrias se convierten en clientes pero también en proveedoras. Cuando entra un pedido, y tras el cálculo automático de su coste según un precio de mercado, la plataforma lanza esa orden para que cualquier compañía interesada concurra al pedido. En caso de que sean varias, Manfacter seleccionará en función de las valoraciones de sus usuarios y de la cercanía con el cliente final. Eso supone otra parte del ahorro, al que contribuye, además, que el proceso de empaquetado de las piezas también se calcula por IA, para el mayor aprovechamiento de las cajas. 

“Con nuestro software ayudamos a que los fabricantes se dediquen a fabricar, que es en lo que son expertos. Nosotros somos quienes recibimos los pedidos y los gestionamos, facilitando esa labor comercial y de internacionalización”, resume el emprendedor.

Un marketplace común y un producto propio

Manfacter se financia por dos vías: la primera es a través de su propia web, donde el marketplace es gratuito tanto para fabricantes como para clientes, y su comisión está vinculada a los pedidos. 

La segunda fuente de ingreso está en el uso de software, que puede ser utilizado por las empresas mediante una suscripción mensual –disponen de varios planes con distintos precios en función de las necesidades de cada una, desde 19 euros mensuales–.

“Cualquier industria que necesite nuestras soluciones ya desarrolladas, puede elegir qué quiere –el chat inteligente, la realización de presupuestos automáticos o los cálculos de envío– y se lo integramos en su propia página”, explica Alberto, que adelanta que el equipo de Manfacter –formado por otras cinco personas, varias de ellas en Cantabria– lleva meses haciendo pruebas con distintas empresas con resultados muy positivos, por lo que espera poder lanzar su producto a finales de este año.

El emprendedor se siente muy agradecido de haber empezado esta andadura en Cantabria y de contar con el apoyo de Sodercan. 

Gracias al bagaje de su CEO, Manfacter empezará su andadura con más de medio centenar de fabricantes de varios países que utilizan distintas tecnologías (impresión de polímeros y de metal, mecanizado de piezas de aluminio y de acero…) y unos 200 clientes, cifras que espera que crezcan rápidamente tras la puesta en marcha.

María Quintana

Suscríbete a Cantabria Económica
Ver más

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Botón volver arriba
Escucha ahora