Co2mpensamos, la empresa que busca la justicia climática

Ofrece a las empresas la posibilidad de compensar su huella de carbono colaborando con varias ONG

Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) son las principales responsables del aumento generalizado de las temperaturas y, en consecuencia, del cambio climático. Desde la Revolución Industrial, Norteamérica y Europa han generado un 62% de las emisiones de CO2 del planeta y África solo un 3%, pero son los países de este continente los más vulnerables ante este fenómeno. Con la intención de compensar esta injusticia climática, la emprendedora Nerea Achucarro ha creado la sociedad CO2mpensamos, que media entre empresas y varias ONG.


Aunque Nerea Achucarro (ella advierte que su apellido es sin acento) estudió veterinaria, siempre ha estado ligada a varias ONG, especialmente a algunas dedicadas a la conservación del planeta. Sabe por experiencia que, aunque muchas de estas organizaciones realizan acciones locales importantes, no tienen recursos para invertir en marketing y no pueden dedicar a nadie a la captación de fondos, por lo que encuentran muchas dificultades para mantener su labor.

Nerea siempre se ha sentido movida por las injusticias sociales, y por una, en concreto, en la que poca gente repara: aquellos países que apenas son responsables del calentamiento global, son los más vulnerables ante este fenómeno.

A finales de 2021, comenzó a dar forma a Co2mpensamos para responder a la pregunta que ella se planteaba: “¿De qué manera podemos hacer que las empresas con mayor impacto ambiental  apoyen a las personas y ecosistemas que más sufren sus efectos?”

Gracias a su paso por el programa Explorer desarrolló un modelo de negocio y hoy esta incipiente compañía se postula como “el primer sistema que realmente compensa a los afectados por las consecuencias del cambio climático”.

Dirigido a empresas

Esta madrileña afincada en Santander constituyó su empresa en febrero de 2022, y, junto a sus dos empleados (Álvaro Puyuelo, director de Tecnología, y Elena Vega, responsable de Comunicación), comenzaron a preparar la plataforma que finalmente lanzaron al mercado en noviembre.

Aunque ya cuentan con algo más de media docena de clientes, su objetivo es aumentar esa cifra lo más rápido posible, algo que a partir de ahora les resultará más fácil gracias a la aprobación de la Ley de Cambio Climático, que obliga a las grandes compañías a calcular su huella de carbono y a reducirla. Ya que prácticamente cualquier actividad genera dióxido de carbono, aquella cantidad que no se puede reducir tendrá que ser compensada.

El equipo de CO2mpensamos. Elena Vega, responsable de comunicación, a la izquierda; Álvaro Puyuelo, director de tecnología, y Nerea Achucarro, fundadora y CEO.

Una de las claves de su proyecto es monetizar esas emisiones, cifra que se obtiene en tiempo real según el mercado de compra y venta de emisiones de carbono (el precio en estos momentos de emisión de una tonelada de CO2 ronda los cien euros).

CO2mpensamos les ofrece participar en proyectos liderados por ONG que operan en países afectados por estas consecuencias ambientales para compensar sus emisiones. Por los gastos de la mediación, la startup se lleva un 12% de la cuantía que la empresa done al proyecto.

En la actualidad, manejan una cartera de 17 iniciativas en una decena de ONG que trabajan en otros tantos países, entre los que destacan Madagascar, India, Mozambique, Zambia, Kenia y Gabón, aunque ya están buscando otros proyectos sociales en Sudamérica y Centroamérica. “Solo cogemos aquellos que realmente se encuentren en los países más afectados por el cambio climático y que sean muy transparentes”, asegura.

Aunque muy diferentes entre sí, todos tienen fines muy sociales, ya que, según Nerea, “se suele compensar menos en este ámbito”. En 2021, Naciones Unidas alertó de que en Madagascar se convertía en el primer país con hambruna provocada por el cambio climático, por lo que el proyecto financiado en ese país se centra en la lucha contra esa desnutrición. En Gabón, la iniciativa que financian con estos recursos de las empresas tiene como objetivo proteger a los gorilas de montaña, que se encuentran en grave peligro de extinción.

La calculadora de emisiones de CO2mpensamos.

La emprendedora lamenta que al participar en este programa las empresas no pueden obtener certificados como cuando apoyan sistemas de mitigación –la plantación de árboles o el apoyo a energías renovables–, pero no por ello es un sistema de compensación menos válido. De hecho, CO2mpensamos ofrece trazabilidad de todo el impacto que se está generando con el proyecto seleccionado gracias a su alianza con Comgo, el primer sistema de trazabilidad del impacto social.

Además, al tratarse de una colaboración con ONG, las compañías pueden deducirse el 35% de sus donativos en el Impuesto sobre Sociedades.

Visión a futuro

Nerea dejó su trabajo de veterinaria para dedicarse al 100% a su proyecto y espera que cada vez más compañías recurran a ellos para compensar su huella de carbono, y aunque hasta ahora se ha centrado en atraer a grandes empresas, anima a las pequeñas y medianas a sumarse. “Son proyectos muy pequeños que reciben muy poca financiación y, aunque una pequeña empresa quizá genere una pequeña huella de carbono, que se puede traducir en 60 euros, ese dinero en determinados países puede alimentar a una familia entera durante un mes”.

Además, acaban de estrenar una herramienta para que los particulares traten de compensar su huella de carbono mensual o anual e incluso lo que han generado en un viaje, con una calculadora de emisiones. Toda ayuda suma y colabora a tratar de ser justos con los más vulnerables.

María Quintana

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