‘Las empresas locales están mucho menos endeudadas que tras la crisis de 2008’

A lo largo de esta crisis están cambiando muchas cosas en el mundo empresarial y los primeros en detectarlo son los bancos. Óscar Sánchez Resta, responsable de Empresas del Santander en Cantabria y Asturias reconoce que cada vez se hacen más ‘trajes a la medida’ en la financiación y su entidad está ofreciendo fuentes alternativas, como el capital riesgo, a compañías con altas expectativas de crecimiento. El Banco ha ganado tres puntos de cuota en la región en los dos últimos años, y no espera grandes sorpresas negativas a la hora de devolver los créditos ICO, “porque las compañías están mucho menos endeudadas que tras la crisis de 2008”.

Hemos sobrepasado los dos años de crisis pandémica. ¿Cómo diría usted que han aguantado hasta ahora las empresas cántabras?

Óscar Sánchez Resta. -Las compañías cántabras están haciendo un gran esfuerzo para flexibilizarse y, por tanto, adaptarse lo antes posible a las circunstancias de cambio que impactan en nuestro tejido productivo. Además, en el Banco estamos viendo un incremento sustancial de las transacciones con el exterior, lo que permite aportar elementos de competitividad respecto a las empresas meramente nacionales.

Tradicionalmente, Cantabria produce más ahorro que inversión. ¿Eso indica un sector empresarial débil? 

O.S.R. -El ahorro tiene connotaciones estructurales en nuestra comunidad. Nos encontramos ante un incremento notable de la edad media y, a nivel particular, con un sector inmobiliario con menos crecimiento que la media nacional.

Por su parte, las compañías se encuentran mucho menos endeudadas que en la crisis de 2008 y el sistema financiero ha reducido un 28% su exposición crediticia. En nuestra comunidad, el volumen de inversión crediticia decayó a lo largo del 2021, precisamente por la buena estructura financiera que están teniendo las empresas cántabras.

No obstante, las empresas cántabras, quizá porque la mayoría son de índole familiar, están muy acostumbradas a crecer con recursos propios y eso puede que esté limitando sus posibilidades en un mundo en el que las oportunidades de mercado no esperan. El fondo Tresmares, del Banco Santander, ha hecho alguna operación en la comunidad que demuestra que, con alianzas, se puede crecer mucho más deprisa. ¿El capital riesgo puede ser una opción a considerar por muchas compañías locales?

O.S.R. -A nosotros nos gusta hablar más de fuentes de inversión alternativas. La inversión alternativa a la tradicional, como es el caso de Tresmares o nuestro Fondo Smart, nos permiten aportar un nuevo modelo de acompañamiento financiero a las compañías. Es algo más que un capital buscando un retorno. Nos ocupamos de trabajar con y para la empresa, para el desarrollo del negocio intrínseco de la misma. La inversión alternativa es un looking forward, buscamos empresarios para ayudarles en el desarrollo de sus proyectos en nuestra comunidad y hacer “trajes a medida”. Para que ese desarrollo sea lo más fructífero posible, esos “trajes” incluyen, además, propuestas de gobierno corporativo, estructuras de financiación, acceso a mercados de deuda…

‘Estamos viendo un incremento sustancial de las ventas al exterior’

¿Cómo funciona y qué condicionantes tiene para el empresario? ¿Participa el fondo en la gestión?

O.S.R. -En este mundo de datos, buscamos microtendencias del mercado. Por ejemplo, en España hemos estado financiando al primer unicornio de nuestro país [empresas no cotizadas de muy rápido crecimiento, casi siempre startups o tecnológicas].

A partir de esos análisis, detectamos compañías y ahí es donde aparece “la persona”. En este punto se estudia cada caso, creando modelos de financiación y asesoramiento adecuados a esa empresa.

El Tresmares sí que participa en el modelo de gestión, dando valor a nuestro acuerdo, pero en el Fondo Smart nuestra gestión es mucho más financiera, de seguimientos de los planes de negocio.

Los créditos ICO supusieron un manguerazo de liquidez vital para muchas empresas al comienzo de la pandemia, pero ¿cree que esas tensiones de tesorería que las empresas evitaron en 2020 se van a producir ahora, con la devolución de los préstamos? ¿Qué mortandad empresarial cabe augurar?

O.S.R. -Nosotros [el Banco Santander] dotamos en 2020 más de un tercio de los préstamos ICO que se hicieron en Cantabria y, en la actualidad, el nivel de impagos es muy bajo. Lo que estamos haciendo desde hace más de un año es trabajar con todas las compañías para revisar el plan de negocio y ayudar a establecer los mejores calendarios, con el objetivo de que la recuperación sea lo más flexible posible.

Es cierto que el Santander ha tenido esa prevalencia tan importante en la colocación de créditos ICO, pero ese éxito comercial de 2020 también se ha podido pagar en el 2021 o 2022, al tener las empresas una menor necesidad de financiación. ¿Lo han notado?

O.S.R. -Como he comentado anteriormente, el volumen financiero de Cantabria ha estado plano o en pequeña corrección a lo largo del 2021. La ganancia de cuota del Banco en estos últimos dos años ha sido de casi 300 puntos básicos, y ha sido muy similar en cada uno de los ejercicios.

El Santander ha ganado tres puntos de cuota de mercado en la región en los dos últimos años

¿Están cambiando las necesidades financieras de las empresas? ¿Cómo atienden ustedes esos cambios?

O.S.R. -Yo haría dos enfoques: por canales y por productos.

Respecto a los canales, el mundo digital toma protagonismo y, por ejemplo, un negocio que inicialmente era complejo, como el de Comercio Exterior, actualmente se realiza a través de nuestros canales digitales en más de un 75% en el caso de nuestra comunidad. Además, hemos incluido herramientas como Gp Tracker que permiten rastrear el estado de cualquier transferencia del extranjero, tanto las recibidas como las emitidas, y ver dónde se encuentra en cada momento. Otra herramienta es GPS Mercancías una aplicación que, introduciendo los localizadores de los contenedores, permite geolocalizar estos pedidos.

En lo referente a productos, el circulante se está incrementando en más de un 50% en los últimos tres trimestres y la estructura del mismo está transformándose a un modelo mucho más mayorista, donde productos como el confirming o el factoring están cada vez más interiorizados en los clientes micro.

Con los fondos europeos, las empresas están como en la obra de teatro ‘Esperando a Godot’, no se sabe muy bien cuándo van a llegar ni cómo. ¿El Santander puede canalizar este flujo y ayudar a las empresas a moverse por un escenario complejo de convocatorias y requisitos?

O.S.R. -El volumen de fondos que nos espera es importante, pero tenemos información que las ayudas se concentran en pocas compañías que, generalmente, suelen repetir. Queremos que el tejido productivo cántabro pueda beneficiarse de las ayudas procedentes de los fondos Next Generation y maximizar su uso.

Con este objetivo, el Banco ha puesto a disposición de las empresas un nuevo servicio, que permite que tanto las que son clientes del Santander como las que no lo son puedan acceder a toda la información sobre las convocatorias de proyectos con cargo a estos fondos, subvenciones y licitaciones de todas las administraciones públicas. La herramienta trabaja con algoritmos que facilitan la localización de aquellos fondos que se ajustan más al perfil de cada empresa, lo que le permite al banco ser proactivo y contactar con los posibles beneficiarios de cada ayuda.