Gómez Bueno Enterprises, el arte en cualquier formato

Cuando el pintor cántabro Antonio Gómez Bueno llegó a Los Ángeles, en 1988, nada más terminar la carrera de Bellas Artes, sin conocer a nadie y sin contactos profesionales, en Estados Unidos gobernaba un antiguo actor de Hollywood, Ronald Reagan. 32 años y cinco presidentes después, el artista torrelaveguense continúa en América y atesora una dilatada carrera creativa desarrollada en 14 países, con obras en 43 museos y colecciones importantes. Procedente de una familia dedicada al negocio marítimo, su empresa artística goza de muy buena salud.

Aunque reside fuera de España, Gómez Bueno ha dejado su impronta en el paisaje industrial santanderino, ya que el exterior de dos gigantescas instalaciones portuarias vinculadas con su familia lleva su firma, la Terminal Agroalimentaria y la nave de Cobasa en Raos.

Pregunta .- ¿Cómo recibió tu entorno el que te decantases por las Bellas Artes y no por algo relacionado con los negocios familiares de importación de productos agroalimentarios y transporte marítimo?

Antonio Gómez Bueno .- Mis padres siempre pensaron que dedicarme a lo que me apasionaba era una buena idea. Mejor ser un buen artista que un mal abogado.

Probablemente ganes más dinero siendo un mal abogado, pero definitivamente es más saludable ejercer de lo que te gusta. Me apoyaron al 100% desde el principio y hasta hoy.

P.- En 1988, tras concluir la carrera, te trasladaste a Estados Unidos… ¿Fue una decisión difícil?

AGB.- No, fue muy fácil. Veía muy claro que si me quedaba en España iba a ser muy difícil ganarme la vida. Durante mi último año en la Facultad de Bellas Artes acudí a la feria de arte de Colonia, porque en aquel momento Colonia era la alternativa europea a Nueva York y Los Ángeles, pero la ciudad no me atrajo mucho, más bien me horrorizó.

No conocía personalmente Los Ángeles pero todo lo que sabía de ella me gustaba. Ed Ruscha, Chaz Bojorquez, Ed Roth, David Hockney, Stephen Prina, Robert Williams, Rick Griffin… Y, por supuesto, el surfing, Echo Beach, Malibú, Palos Verdes; la música, el skate, Venice Beach, Trestles… Y para rematarlo todo un clima espectacular. No veía el momento de poder estar allí.

P.- Vivir del arte nunca ha sido fácil, pero el grado de dificultad sube cuando hay que abrirse paso en un país ajeno, con un idioma y una cultura diferentes, donde no conoces a nadie…

AGB.-Sí, pero yo ahora miro hacia atrás y me sorprendo a mí mismo por el entusiasmo que le puse y las ganas con las que lo hacía todo. ¡Inasequible al desaliento! Disfrutando las pequeñas victorias y no desanimándome con las adversidades. Y así fui, poco a poco, abriéndome camino.

P.- ¿En algún momento pensaste en regresar?

-Nunca.

P.- Culminas las obras con una calavera formada por tus apellidos. Un logo que no dudas en imprimir en todo tipo de soportes, camisetas,  posters… ¿Gómez Bueno es una marca más que un artista?

AGB.-El arte es un negocio que mueve al año 68 billones (miles de millones) de dólares. Si alguien cree que puede navegar esas aguas sin tomárselo como una empresa, pues mucha suerte. Sin una mentalidad empresarial me parece muy difícil llegar; no ya a triunfar, sino incluso a darse a conocer. [Por eso, no duda en citar la dirección de internet de su sección de ventas:  trump@gomezbueno.com]

P.- ¿En qué estado de salud se encuentra la Gómez Bueno Enterprises?

AGB.-Gómez Bueno Enterprises (GBE) fue un proyecto que expuse en la Fundación Botín en el año 1989, comisariada por Coco Piris. GBE era un holding conceptual de unas 40 empresas: el Banco Gómez Bueno, los Supermercados GB, Ingeniería Genética, Constructora, Automóviles, Hospitales, Clínicas Dentistas, Peluquerías… Todas tenían sus logos y había fotografías de las empresas con sus empleados vistiendo el logo. Una mezcla de arte conceptual y diseño gráfico.

La otra Gómez Bueno Enterprises, la real, goza de muy buena salud, con más de tres décadas de actividad en 14 países y con obra en al menos 43 museos y colecciones importantes.

P.- El cartel que hiciste para el concierto del grupo musical Metallica en Madrid fue muy polémico, al incluir la figura de un torero, el ribete de la bandera de España y toros de lidia en cada esquina. Las críticas artísticas se mezclaron con las personales de los antitaurinos y las políticas de quienes veían en tu obra una exaltación de valores patrióticos. ¿Te lo esperabas?

AGB.-Es lo que hay. Otegui visita el Parlament, en Barcelona, y le reciben en pie y con una ovación de 10 minutos. Yo utilizo la imagen de un torero (de pelos largos y tatuado hasta las cejas) en un póster de rock y me llaman sinvergüenza y fascista. De todas maneras, no hay que darle más importancia. Si tengo que escoger entre participar en un proyecto de cierta repercusión y que me insulten o quedarme en casa tranquilamente para que no me insulten, la decisión está clara. Obviamente, a nadie le gusta que le insulten, pero no puedes dejar de trabajar.

P.- Cuando uno está en el ojo del huracán, tiende a esperar que el temporal escampe, pero tu respuesta fue hacer tiradas limitadas de esa obra… ¿Es oportunismo empresarial o una declaración de principios?

AGB.-No fue oportunismo, la edición limitada y firmada estaba encargada desde meses antes de la polémica. No obstante quiero aclarar que el póster tuvo 70.000 ‘me gusta’ en Instagram y los comentarios negativos debieron de ser 300. Fueron minoría, pero ahora, con las redes sociales, cualquiera tiene un altavoz.

P.- ¿Eres de los que piensan que es bueno que hablen de uno, aunque sea para mal?

AGB.-No me queda más remedio que pensar que el autor de esa afirmación sabía de lo que hablaba.

P.- Este tipo de polémicas cainitas, con dos bandos muy enfrentados, ¿son made in Spain?

AGB.-Creo que las hay en todas partes. Pero nosotros somos muy buenos en ello.

P.- ¿En Estados Unidos, donde vives, se conoce bien la marca España?

AGB.-Yo creo que la marca es poco conocida. España sería un país totalmente invisible si no fuese por sus deportistas. Un proyecto de ese tipo necesita una buena planificación a largo plazo y mucha inversión. Y me parece que no es el caso. En cuanto a cultura se refiere, hubo un conato en los años 80 con las exposiciones que programó Carmen Giménez. Desde entonces creo que no ha vuelto a haber nada.

P.- Seguirás la actualidad de Cantabria. ¿Qué valoración haces de la explosión museística de Santander con el Centro Botín, la reforma del MAS, la colección Enaire, el Reina Sofía con el Archivo Lafuente y la reforma de la sede del Banco Santander para exhibir su gran colección?

AGB.-Ver buenas exposiciones es un aspecto fundamental para la formación de los artistas. Así que podemos decir que estamos de enhorabuena. Personalmente, tengo muchísimas ganas de poder bucear en el Archivo Lafuente.

P.- ¿Crees que favorecerá que los artistas locales tengan más posibilidades de exponer, que haya más galerías y que la existentes vendan más?

AGB.-Comercialmente, no creo que el efecto sea inmediato, pero a la larga se notará, habrá más aficionados al arte, más galeristas, más coleccionistas y mejor informados.

P.- Desde el pasado verano hay una enorme obra tuya en la fachada de una nave de Cobasa en el polígono de Raos. La ven todos los que entran a Santander por la autovía de Bilbao y los que llegan del aeropuerto. ¿Es una forma de dejar una huella artística en tu tierra?

AGB.-Sí, y además de tierra y aire también tenemos cubierto el mar con la Terminal TASA de productos agroalimentarios [las gigantescas naves que él pintó con una paleta de colores tierra]. Hay una película de Michael Winterbottom llamada The Trip to Spain (se puede ver en Netflix) en la que los protagonistas Steve Coogan y Rob Brydon llegan a Santander en ferry desde Inglaterra y la cámara se detiene en la terminal de TASA.

P.- Cuando llegaste a Estados Unidos, estaba Ronald Reagan. Has tenido de gobernador a Arnold Schwarzenegger, y has vivido dos mandatos de George Bush hijo, la elección histórica de Obama y ahora Donald Trump. Podrías hacer una película de tu historia en Estados Unidos con todos estos acontecimientos…

AGB.-¡Sin duda! No olvides que por algo en 1992 hice campaña presidencial, ‘Gómez Bueno for President’. Pero en todas partes cuecen habas, la lista de presidentes españoles no se queda atrás: González, Aznar, Zapatero, Rajoy, Sánchez… Y si nos abrimos a los presidentes regionales, con Ibarretxe, Esperanza Aguirre, Pujol, Puigdemont, Torra, etc. ya ni te cuento. ¡Es un circo de tres pistas, con mujer barbuda, trapecistas con capa, payasos y elefante que monta en bicicleta!

P.- ¿Se lleva la palma Donald Trump? ¿Si en 1988 hubiese estado él habrías podido quedarte en EE UU?

AGB.-Donald es mucho Donald. Es ignorante, vanidoso, racista, machista, misógino, corrupto, mentiroso… Va a ser difícil que alguien le supere. La situación migratoria ya era complicada en 1988, ahora creo que es todavía más difícil.

P.- ¿Qué consejo le darías a alguien que quiera seguir tus pasos?

AGB.-No soy quién para dar consejos a nadie.

P.- La decisión de marcharte a vivir fuera para desarrollarte profesionalmente no era muy habitual en 1988, pero en 2020 esta tendencia se ha agudizado e incluso cronificado entre los universitarios de Cantabria. ¿Cómo ves esta fuga de potencial humano que sufre cada vez más Cantabria y España?

AGB.-Pues es lo que hay. No es nada nuevo y no va a cambiar de la noche a la mañana. Si quieres ser alguien en tu casa, más vale que triunfes fuera. Así que ya puedes ir preparando la maleta…

Eduardo Illarregui Gárate

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