ASPACE Cantabria: 55 profesionales al servicio de las personas con parálisis cerebral
ASPACE Cantabria fue fundada en 1981 para representar los intereses de personas de la región afectadas por parálisis cerebral y atender sus necesidades. El crecimiento que ha tenido su proyecto desde entonces ha llevado a la asociación a profesionalizarse y a funcionar internamente como una empresa, aunque sus fines sigan siendo los mismos y mantenga la condición de organización no lucrativa.
ASPACE Cantabria tiene ahora un presupuesto anual de más de dos millones de euros y una plantilla de 55 trabajadores, una demostración más del tejido económico que ha ido creando la economía social y las actividades anejas. Los profesionales que forman la plantilla tienen perfiles muy variados, desde profesores en Educación Especial a educadores sociales, cuidadores, trabajadores sociales y psicólogos, a médicos expertos en salud bucodental, fisioterapeutas, logopedas o profesionales de danza artística, todos ellos expertos en discapacidad.”
La mayor parte de sus gastos son originados por el pago de esas nóminas y, a pesar del control con que funciona la Asociación, el director general de ASPACE Cantabria, Gonzalo López, da por seguro que este año superarán el presupuesto, como consecuencia de la crisis sanitaria, y probablemente ocurra lo mismo el próximo, porque nadie garantiza que el problema desaparezca en unos meses.
Esos gastos imprevistos no han impedido que la Asociación continúe trabajando para ampliar la cobertura de servicios y espacios para la atención de las personas usuarias y sus entornos familiares, aunque la coyuntura actual ha incrementado las dificultades para acometerlo con mayor agilidad.
ASPACE Cantabria desarrolla su actividad en el Centro de Atención Integral que posee en la Avenida Cardenal Herrera Oria de Santander, donde dispone de dos Centros de Día, un Centro Residencial de Atención Básica, un Centro de Educación Especial, siete servicios con distintas prestaciones, una piscina terapéutica y varios tanques de hidromasaje.
La Asociación está introduciendo varias mejoras en estos momentos, entre ellas una Unidad de Atención Odontológica con plataforma elevadora motorizada para sillas de ruedas. De esta forma, muchas personas con dificultades de accesibilidad, espasticidad o alteraciones de la sensibilidad podrán recibir tratamientos bucodentales, ya que en muchas clínicas dentales no cuentan con el aparataje adecuado.
Un nuevo desafío
El primer estado de alarma afectó duramente a muchas familias que tenían a su cargo personas con parálisis cerebral, daño cerebral o síndromes afines. El Centro de Educación Especial y los Centros de Día de ASPACE Cantabria tuvieron que cerrar e interrumpir sus servicios presenciales, respectivamente, tan vitales para estas personas que tienen grandes necesidades de apoyo. La Asociación sustituyó la atención presencial por la telemática e incluso apostó por la vía epistolar, pero Gonzalo López reconoce que en ningún caso fue suficiente.
Las actividades semanales de fisioterapia, logopedia, ocio, formación o estimulación no pudieron llevarse a cabo, por lo que el centenar de personas que se beneficia directamente de la labor de ASPACE Cantabria vieron deterioradas algunas de sus funciones. “Necesitamos alternativas de atención en formato presencial, que sean aprobadas y apoyadas por las administraciones, en caso de que se produzcan nuevos confinamientos”, reconoce su director general, Gonzalo López Gándara.
Al finalizar el confinamiento se fueron retomando las actividades que presta la Asociación,entre ellas el programa de hidroterapia, con el que se trata de mejorar el equilibrio, la fuerza, la flexibilidad y la coordinación de los usuarios, en una piscina o en un tanque de hidromasaje. Esa vuelta a la normalidad resulta vital para un colectivo humano que requiere una gran atención y para sus familias, que necesitan este apoyo indispensable.
