Nestlé: Del menor consumo de agua a los microcréditos
En 2012 los consumos de agua en la fábrica de La Penilla, la primera que Nestlé abrió en España, se redujeron en un 45%. Este año, con la instalación de tres torres de refrigeración, se conseguirá que gran parte del agua que aún necesita se mueva en circuitos cerrados. Por el momento, de los cerca de 80 metros cúbicos que Nestlé empleaba por cada tonelada de producto a comienzos de 2011 se ha pasado a solo 29.
La fábrica está racionalizando la logística interna, lo que también contribuirá al medio ambiente. Hasta ahora, todo el producto terminado circulaba por el interior de las instalaciones, con un enorme movimiento de camiones. Con la construcción de unos nuevos muelles de carga en la trasera de la fábrica, en los que está invirtiendo 3,7 millones de euros, los camiones ya no tendrán que entrar en el recinto.
La evolución económica de la planta cántabra de Nestlé es muy favorable, lo que resulta especialmente notable en estos tiempos de crisis. Tras la inversión de 77 millones de euros, entre 2008 y 2012, para concentrar en ella la fabricación de chocolates y harinas infantiles, ha ampliado su producción en un 15% y ha mejorado su competitividad. Esa ha sido la base para alcanzar un acuerdo con los sindicatos y convertir en indefinidos los contratos de 140 trabajadores temporales.
La tercera pata del compromiso social de la empresa se refiere a su relación con el entorno humano. Los 160 millones de litros de leche que procesan las tres plantas lácteas de Nestlé en el norte de España se adquieren únicamente a ganaderos nacionales. La compañía se suministra de 500 granjas proveedoras y compra 20 millones de litros más a otras industrias, pero les exige la trazabilidad, lo que, entre otras cosas, también garantiza su origen.
La compañía de capital suizo empezó a utilizar el sistema de contrato en sus relaciones con los ganaderos antes de que se generalizase en el sector y tiene abierta una línea de microcréditos, pequeños préstamos a tres años y sin intereses, destinada a mejorar sus explotaciones. En 2012 la cantidad prestada ascendió a 1,5 millones de euros.
También contrata veterinarios y laboratorios externos para ayudar al ganadero a incrementar sus índices de calidad y les incentiva por superar los valores higiénicos legales o por tener las granjas certificadas.
Microcréditos
El principal problema para los ganaderos es, en cualquier caso, la baja rentabilidad económica y Nestlé es consciente de ello. Para buscar una salida, ha firmado un convenio con la Universidad de Santiago, que ha comenzado a hacer un seguimiento económico de 45 granjas, a las que facilita datos de ingresos y costes individuales y comparativos con el resto del grupo, para orientarles en la mejora de su gestión.
La primera consecuencia ha sido una reducción del 22% en los consumos de pienso por litro de leche producido, pero el objetivo final no son estas granjas sino el resto. Por esta vía se podrán identificar las mejores prácticas en la producción de leche para extenderlas luego a otras explotaciones, con vistas a que obtengan mayores rentas y aseguren su continuidad.