Un lugar seguro para controlar los flujos mundiales de información
Juntar las empresas de nuevas tecnologías de la región en el PCTCan no significa que haya más ni que cada una de ellas vaya a ampliar, pero sí ha creado una percepción más potente del sector. Por primera vez, las empresas de nuevas tecnologías se ven. Y se hubiesen visto mucho más de haber sido acompañadas en las parcelas próximas por el búnker del Banco Santander.
La imprevisión del Ayuntamiento de la capital lo impidió pero eso puede llegar a ser positivo, porque el Banco, por sí solo, va a propiciar la aparición de un segundo polo tecnológico a las puertas de Solares. En los 300.000 metros cuadrados reservados para su proyecto no sólo cabrán sus dos gigantescos edificios gemelos, sino que habrá hueco para unos cuantos de sus proveedores de servicios.
Si en un principio si divulgó la idea de que el CPD tendría 200 trabajadores y la mayoría haría tareas de seguridad y mantenimiento, en la visita que hizo la vicepresidenta regional Dolores Gorostiaga a la Ciudad Financiera del Santander, situada en Boadilla del Monte (Madrid), se concretó la dotación de personal, que será de alrededor de 300 empleados y casi todos con una alta cualificación profesional.
Frente a la lentitud con que avanza el resto del polígono, la urbanización de la margen derecha de la Autovía Santander-Bilbao, donde irá ubicado el CPD del Santander, va muy rápida y pronto podrán comenzar las obras, para que los dos edificios puedan estar concluidos a finales del año próximo. Una vez en funcionamiento, el CPD cántabro será el mayor de los seis que en ese momento tendrá el Santander repartidos por el mundo y en los que se almacena toda la información del Banco y de sus filiales. En cada CPD hay dos edificios gemelos para que todos los archivos informáticos se guarden por duplicado en lugares distintos, de forma que cualquier eventualidad que pudiera sufrir uno de estos gigantescos almacenes informáticos no afecte a la operativa del banco o a sus clientes.
Alta seguridad
La información es todo en un negocio como el bancario, donde se realizan millones de operaciones simultáneamente y donde todos los pasos que afectan a los depositantes de pasivo como a los clientes de activo deben quedar perfectamente documentadas. Al tratarse de una infraestructura de alta seguridad, concebida para albergar toda la información que maneja la entidad bancaria en sus diferentes servicios, exige para su ubicación unas condiciones geográficas y sociopolíticas muy estables. Tanto que antes de la elección del emplazamiento se realizan análisis sismológicos para conocer la estabilidad de la zona ante posibles catástrofes naturales y cada edificio es una auténtica cámara acorazada de hormigón. Incluso en el peor de los casos, que llegase a verse afectado por un desastre, hay otro idéntico donde se guarda toda la información duplicada.
El Banco Santander invertirá en la construcción de este centro de proceso de datos alrededor de 150 millones de euros, la mayor inversión privada realizada hasta ahora en la región, y durante la construcción se estima que va a dar empleo a unos 600 trabajadores.
De Santander a Solares
En España el Banco tiene otro CPD semejante, ubicado en Madrid, y la experiencia demuestra que cada centro se convierte en un polo de atracción para empresas tecnológicas. De hecho, media docena de las grandes compañías internacionales de consultoría informática y software ya se han puesto en contacto con el Gobierno de Cantabria interesándose por las condiciones para instalar una delegación en las proximidades del búnker.
Ante la imposibilidad de instalar el CPD en Santander, como era la intención del Banco, por falta de suelo industrial, el Gobierno se apresuró a gestionar el asentamiento en el polígono de Marina-Medio Cudeyo, algo que Botín ha agradecido públicamente. No obstante, el Santander decidió que el mejor emplazamiento no estaba en el perímetro del polígono sino al otro lado de la Autovía Santander-Bilbao, ya en las proximidades de Solares. Esa opción retrasaba el proyecto, dado que había que empezar de cero el desarrollo urbanístico de la zona, pero gracias a una modificación del PSIR, que se ha tramitado con gran agilidad, el anexo del polígono avanza mucho más rápido que los terrenos originales y el Banco pronto podrá empezar a construir para poder tener acabados los dos edificios a finales del próximo año.
El CPD de Mundivía
El otro CPD que se va a ubicar en la región tiene unas dimensiones mucho más modestas, aunque su propietaria, la multinacional francesa Atos-Origin, es una de las mayores empresas del mundo dedicadas al almacenamiento y gestión de datos. La matriz de Mundivía ha optado por trasladar a su filial santanderina el Centro de Proceso de Datos que tenía en Madrid, una decisión destinada a racionalizar los costes, concentrando en un solo punto los servicios que presta y la compañía no descarta que, a medio plazo, el centro de Santander pueda llegar a convertirse en el CPD de Atos para todo el Sur de Europa.
Tras el traslado del aparataje que tenía en Madrid a Santander y la incorporación de nueva maquinaria, la plantilla de Mundivía llegará a superar las 300 personas, lo que indica que las empresas de nuevas tecnologías ya están en disposición de medirse con las fábricas en volumen de empleo, algo que hasta ahora parecía imposible.
El traslado concluye este mes y no ha sido sencillo, dado que exigía duplicar las infraestructuras mientras se realizaba, para que ningún cliente se quedase sin servicio, lo que hubiese resultado una catástrofe para la mayoría de las empresas usuarias, que dependen de la informática para casi todo.
El edificio del CPD de Atos Origin en Santander no ha necesitado grandes reformas, puesto que ya fue concebido para tareas de control informático y telemático por Electra de Viesgo, su primera propietaria. Tiene unos muros de hormigón reforzados, cámaras de vigilancia en todo el recinto y sistemas de acceso restringido. El suministro eléctrico está garantizado por un sistema de alimentación ininterrumpida de baterías, apoyadas, además, por un sistema complementario de grupos electrógenos.
Mundivía contaba ya con más de 200 empleados. Su presencia como consultora en tecnologías de la información se ha ampliado desde que Endesa vendió su participación a Atos, una compañía que factura en todo el mundo más de 5.000 millones de euros y tiene 50.000 profesionales a su servicio. Entre las responsabilidades de esta multinacional se encuentra la gestión informática de los Juegos Olímpicos. En la empresa cántabra comparte el accionariado con Sodercan, el único de los socios fundadores que se mantiene.