El dinero no alcanza

El Gobierno tiene que lidiar la batalla de los ingresos en dos campos, el local, tratando de exprimir su propia maquinaria tributaria, y en Madrid, donde se discute la nueva financiación autonómica. En casa queda ya poco que rascar, excepto convencer a los bancos de que presten a un tipo de interés más favorable. Los ingresos derivados de la venta de viviendas van a caer radicalmente en unos 80 millones de euros y no tienen fácil sustitución. El regalo de Reyes del Banco Santander, a resultas de su ampliación de capital, ha supuesto un ingreso extraordinario y providencial para las arcas regionales de 72 millones de euros, no se va a repetir en mucho tiempo.
Las expectativas del Gobierno, plasmadas en los Presupuestos Regionales para 2009, indican que sólo tiene confianza en el Impuesto sobre la Renta, que no solo resiste, sino que se ha convertido en el puntal de las cuentas autonómicas de Cantabria. Mientras todos los demás se hunden, el IRPF aportará un 18% más que el año pasado, según espera el Gobierno. Aunque se trata de un impuesto estatal, la región participa en el 33% de la recaudación.
Serán 62 millones de euros que vendrán muy bien para compensar los 34 millones de menoscabo que deparará la desaparición del Impuesto sobre el Patrimonio que, a pesar de la reforma que redujo la fiscalidad para los tramos más bajos, en los últimos años había obtenido rendimientos muy elevados como consecuencia de la fuerte subida de la Bolsa en los ejercicios precedentes.
También será necesario compensar los 30 millones que se ingresarán de menos con las escrituras o los 50 en que disminuirán los ingresos derivados de las compraventas entre particulares, en ambos casos como consecuencia de la caída de la venta de viviendas.
El Gobierno regional ingresa la totalidad del Impuesto de Transmisiones (el 7% del valor de la vivienda) que se paga en las compraventas de viviendas usadas, pero en el caso de las nuevas, sometidas al IVA, ha de conformarse con el 35% de la recaudación, ya que este impuesto sigue siendo de responsabilidad estatal, aunque, eso sí, cobra además un 1% del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados. El hecho de que la venta de viviendas usadas caiga más rápidamente aún que el de las nuevas castiga más, por este motivo, a las arcas regionales.

La financiación autonómica

Puesto que los ingresos no solo no crecen, sino que van a la baja y los gastos de la administración autonómica siguen subiendo, las miradas de Cantabria, como las de todas las comunidades están puestas en Madrid. Las regiones confían en el nuevo sistema de financiación autonómica, convencidas de que con cualquier escenario que se plantee, por poco satisfactorio que sea para sus intereses, van a aumentar los ingresos que llegan del Estado.
El Gobierno cántabro es uno de los que piensan así, pero se enfrenta con un hándicap evidente: hasta ahora, Cantabria ha sido la comunidad que más financiación recibía por habitante, algo que parece contradictorio con la idea que se maneja entre la población, pero que está avalado por los números. En 2008, año en que ha sido sobrepasada por primera vez por otra comunidad (La Rioja), Cantabria recibió de Madrid 3.340 euros por habitante, frente a los 2.870 de media nacional. Asturias, con unas circunstancias poblacionales y geográficas parecidas ni siquiera llegaba a los 2.700.

De ir escapados a formar parte del pelotón

Aunque esta desproporción en favor de Cantabria se ha ido reduciendo ligeramente cada ejercicio, con la nueva financiación es más que probable que acabe dentro del pelotón general. Recibirá más dinero, porque el Estado va a ser más generoso en el reparto a todos, pero será víctima de un reequilibrio en favor de algunas regiones que se sentían discriminadas, como Cataluña, que aportaba mucho más de lo que recibía, y eso hará que todas las comunidades se acerquen al promedio. No obstante, por el momento sólo se conocen las pautas del nuevo sistema, pero no cantidades de dinero concretas.
En el nuevo sistema se han establecido varios fondos compensatorios para resolver las demandas de los más quejosos con el sistema anterior que han dejado a Cantabria en una tierra de nadie. No obstante, la región se verá beneficiada por el aumento al 50% de la participación en el IRPF y en el IVA (ahora es del 33%) y por el de los Impuestos Especiales, que pasará del 40% al 58%, ya que suele recaudar más que la media. Al menos mientras la economía iba bien.

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