El potencial exportador de la empresa
En Cantabria existen cerca de 250 empresas exportadoras habituales. Sin embargo, hay muchas más que poseen un producto o servicio con potencial y atractivo para la exportación que se limitan al mercado regional o nacional por razones que van desde el temor a lo desconocido hasta una falta de planificación estratégica. El objetivo de este análisis es ayudar a que el gerente de cualquier pyme pueda saber si su empresa podría exportar.
La internacionalización representa un proceso de apertura a nuevos clientes, a menudo una aventura sin retorno hacia mercados desconocidos. El empresario debe ser capaz de identificar si la exportación es conveniente para su empresa y eso no depende de la facturación, ni del número de empleados, ni de ninguna otra medida tan fácilmente cuantificable. La internacionalización depende de tres factores básicos: Intención, conveniencia y capacidad. El empresario ha de querer salir al exterior y estar dispuesto a dotar recursos y esfuerzos. La conveniencia o ‘deber’ es parte de la estrategia empresarial y la capacidad o ‘poder’ es conocer si existen recursos económicos, humanos y financieros, que permitan afrontar la internacionalización.
Para cuantificar la idoneidad de su salida al exterior debe conocer bien su estructura, su empresa y los elementos que la componen, mediante una reflexión estratégica o autodiagnóstico basado en cuatro niveles:
I. Mercado o sector
-Si la situación es de expansión o contracción.
-Grado de competencia internacional y nacional en los mercados objetivo.
-Existencia y conocimiento de ayudas y subvenciones de instituciones de apoyo al comercio exterior.
-Globalización del sector: Similitud de los mercados exteriores respecto al nacional.
-Barreras de acceso: Capacidad de la empresa de conocerlas y superarlas, en caso de que existan.
-Situación coyuntural del mercado destino, grado de madurez del mercado.
II. Producto o servicio
-Saber si está adecuado a los mercados exteriores o necesita adaptarlo.
-Disponer de una capacidad de incrementar la producción acorde al aumento esperado de demanda.
-Competitividad en precios.
-Capacidad de protección del producto, marca, etc.
-Posibilidad de ofrecer algo diferenciador y de valor añadido.
III. Empresa
-Capacidad estructural para dirigir a las acciones de exportación.
-Recursos humanos, financieros y de otro tipo que posibiliten la salida al exterior.
-Grado en el que el mercado, la producción o el sector justifican exportar.
-Capacidad de la empresa para gestionar y solucionar los problemas surgidos de la internacionalización.
-Capacidad del órgano decisorio de la empresa de decidir unitariamente sobre la acción exportadora.
IV. Equipo directivo
-Flexibilidad del equipo directivo y humano para afrontar los cambios necesarios para acceder a nuevos mercados.
-Disponibilidad de equipo humano adecuado.
-Capacidad del equipo directivo de gestionar la operativa internacional.
-Motivación: Percepción de la salida al exterior como un elemento positivo.
-Implicación del equipo en el proyecto.