“Antes o después nos saldrá alguna vaca loca y no es ningún drama”

Pregunta.– En Cantabria no ha aparecido ni un solo caso de vaca loca ¿a qué cree que es debido esto?
José Álvarez Gancedo.– Evidentemente, para que no te salga ninguna vaca positiva como nos ha ocurrido a nosotros hay que hacer los deberes bien y además hay que tener suerte. Al llegar a las tareas de gobierno en el verano del 95, teníamos ya conocimiento del problema de la encefalopatía espongiforme bovina y para curarnos un poco en salud, empezamos a hacer una recogida de muestras de harinas en los almacenes, en las cooperativas e incluso en los establos de los ganaderos. Hemos hecho cerca de quinientas muestras, más de tres millones de kilos, y sólamente en un caso, un cebadero, dio positivo y se trataba más de clembuterol y finalizadores que de harinas cárnicas.

P.–¿Pudieron haber tenido un efecto disuasorio aquellas inspecciones?
R.– Estoy convencido. Lo que está claro es que no hay evidencias de que haya piensos comercializados en Cantabria que tengan harinas cárnicas; yo no digo que no pueda haber gente que compre piensos en otro lado y los traiga.

P.–Pero en Cantabria también se han importado muchas vacas…
R.– Por eso decía que luego está el factor suerte. Es verdad que hemos importando muchas vacas, tanto de leche como de carne. Porque el que quería tener un ganado de producción de leche de alta genética no encontraba oferta suficiente en Cantabria y si la encontraba era más cara de la que podía conseguir en Francia o en Italia. ¿Qué pasa con esas novillas que se han comprado? Pues véte tu a saber… Yo estoy convencido de que más pronto o más tarde nos saldrá alguna vaca y no es ningún drama.

P.– Además, a partir del uno de julio los controles se han extendido a las reses con riesgo de 24 meses, con lo cual aumentan las posibilidades estadísticas de que aparezcan positivos.
R.– Ya estamos haciendo análisis a todos los animales muertos en explotaciones. Nosotros no tenemos hornos crematorios ni aquí ni próximos y como la normativa europea y el decreto de epizootias español, que no están derogados, permiten la inhumación como excepción lo estamos haciendo, pero sin enterrar nada que no esté analizado. No enterramos ningún animal que no sea negativo y hasta ahora lo han sido todos. Pero si hay que bajarlo a 24 meses, evidentemente aumentará el riesgo de que aparezca alguno.

P.–Pero no se hacían controles a las reses que se sacrificaban para su destrucción…
R.– Esa es otra cuestión. La EEB unida a la fiebre aftosa, que es una calamidad ganadera imprevisible, provocó que la gente se abstuviera de consumir carne; eso obligaba a retirar canales del mercado y la Unión Europea –el FEGA– hizo un programa, que terminó el día uno de este mes, por el que se retiraban del consumo canales aptas sin hacerles pruebas. Nosotros hicimos gestiones con el Ministerio y con el FEGA de manera que hicieran un matadero de referencia en Cantabria y conseguimos que hicieran matadero homologado a esos efectos a Marcansa. Dada su situación de suspensión de pagos hubo que crear una empresa intermedia y hablar con los síndicos de la suspensión y con el juez. Al final se consiguió que ese matadero fuera de referencia no sólo para nosotros sino que ahí se ha matado también ganado de Asturias y de Castilla-León. Era una magnífica ocasión de quitarte de encima lo que te sobra y así se lo hicimos llegar a las cooperativas. Tanto Sergacan como Mosaga han conseguido que casi nos hallamos deshecho de esta forma de cinco mil vacas. Yo no le voy a decir a cada ganadero lo que tiene que hacer pero seguro que todas las vacas importadas que no tuvieran un alto rendimiento han pasado por ahí. Eso ha sido una magnífica medida y yo tengo la esperanza de que una parte de esa mala suerte se haya ido por esa puerta.

P.– ¿Se puede dar por concluida la crisis de las vacas locas?
R.– Tengo la esperanza de que lo más complicado lo hayamos pasado ya, lo que no quiere decir que esporádicamente pueda aparecer alguna y no pasará nada. El profesor Badiola ha dicho que el caso de Cantabria es digno de estudio y menciona el control de los piensos, la base forrajera, etc; además, ha admitido planteamientos que le hacíamos nosotros y que en principio no aceptaba. Cuando salió aquella novilla dudosa en Cantabria, era una vaca que llevaba aquí dos meses y cuatro días y yo mantenía que había que sacrificar, como mucho, a sus ascendientes o descendientes y no a todo el establo, y, luego, llevar un control de todas las que se fueran sacrificando en esa explotación. Eso no lo admitían y decían que había que matarlo todo; ahora Badiola ya defiende esta tesis de los cortes y creo que hemos tenido parte importante en eso.

La etiqueta de origen, muy próxima

P.–¿Dado que no ha salido ningún caso positivo en nuestra Comunidad, no sería una buena ocasión para valernos comercialmente de ello y promocionar la carne de Cantabria con el mismo empeño que puso la Xunta en promocionar la ternera gallega?
R.– Nosotros estamos luchando por una Indicación Geográfica Protegida (IGP) para la carne, el problema es que no tenemos una vaca de carne. La tudanca es una vaca de monte, bonita, pero de poco aprovechamiento, lo que nos obliga a ir a cruces de otras razas. En Europa para que te den una IGP de carne no pueden ser cruces y hemos propuesto todos los modelos que se puedan imaginar, hasta que al final nos han dicho que no puede aparecer el frisón en ningún caso y hemos tenido que suprimirlo. Hemos mandado el reglamento a la Dirección General de Industria y nos han dicho que lo han enviado a Bruselas con el visto bueno de la Secretaría General Técnica. Ya lo podríamos publicar y yo creo que lo vamos a hacer porque ya no podemos aguantar más.

P.– ¿Incentivará esa IGP la producción de carne en Cantabria?
R.– Yo creo que el ganado de leche en Cantabria es el mejor de España y lo digo así porque estoy convencido de ello. Tenemos una leche ahora mismo de una calidad sanitaria excelente. Estamos haciendo a través del Laboratorio Interprofesional pruebas de inhibidores y de enfermedades a través de la leche y mandamos notas a las industrias para que no compren leche a las explotaciones mientras no corrijan los defectos. La genética también ha mejorado mucho; cuando yo llegué aquí, la media de las vacas de los núcleos de control estaban en siete mil ciento y pico litros y ahora debemos estar en 8.340, o sea que hemos aumentado 1.300 litros de media en cinco años, que es una barbaridad.
El sector de la leche ya está bien configurado. Ahora mi idea es intentar hacer unas líneas de ayudas pero no individuales, sino a través de cooperativas o de agrupaciones, para potenciar el ganado de carne. Mi intención es que en el Presupuesto del año que viene haya incentivos para que se creen asociaciones de ese tipo y luego incentivos especiales para que se creen cebaderos colectivos. Vamos a dar una empujón muy fuerte al ganado de carne, vamos a intentar subir la subvención para semental e incluso, si hace falta, vamos a comprar sementales y regalárselos a los rebaños de producción de carne.

Las pérdidas

P.– Algún sindicato ha cuantificado las pérdidas del sector en cinco mil millones de pesetas. ¿Comparte la Consejería esa evaluación?
R.– Desde luego que no. No se puede hacer números generales porque en un mismo pueblo habrá un señor que se haya medio arruinado y otro que se haya enriquecido. ¿Quién ha sufrido fundamentalmente las pérdidas? Pues el productor de terneros de pasto que no vendió, porque el que los vendió en las ferias de otoño del pasado año los vendió muy bien. Si hablamos de los de leche, para ellos el ternero es un subproducto porque lo que quiere producir es leche. Y en las vacas de desecho, efectivamente hubo unos meses que no te las compraba nadie. Eso lo ha solucionado el FEGA. Si vemos la renta ganadera y sumamos todo, nos encontramos con que la media de precio del litro de leche ha subido diez pesetas con respecto al año pasado y no se nos olvide que producimos quinientos y pico millones de litros. Es fácil hacer la cuenta.
P.-¿Cuánto cree la Consejería que ha podido perder el sector?
R.– Hemos hecho una serie de viajes y contactos en Bruselas para ver si nos permitían dar algún tipo de ayudas a los ganaderos que efectivamente se han visto perjudicados. A Bruselas hay que mandar una cifra objetiva basada en estadísticas y en referencias de precios y nuestra estimación es de 1.300 millones de pesetas, más o menos, de pérdidas defendibles ante la UE. Luego habrá que ver caso por caso, porque los daños para que se indemnicen tiene que producirse y el ganadero tendrá que justificar el quebranto.

P.– ¿Cómo se explica la descoordinación que se produjo entre el Grupo Regionalista y el consejero cuando el primero dijo que iban a pedir 1.600 millones para el sector y el consejero afirmó que no sabía nada y que además esas ayudas son ilegales?
R.– La razón es que a Sánchez Revolvo le van a ver los sindicatos y le hacen unos números y entonces Revolvo les dice que el PRC es partidario de que se les ayude y sin encomendarse a nadie hace una rueda de prensa y dice que está dispuesto a hacer una proposición no de ley asumiendo lo que le han dicho los sindicatos. Aunque parezca raro yo me entero por el periódico al día siguiente y el director de Ganadería lo mismo. Yo estoy convencido de que él quiso decir que apoyaba abiertamente esa postura de ayudar a los damnificados, pero dijo proposición no de ley y ese fue el gran error. Yo lo primero que hice aquel día fue llamar a Miguel Angel Revilla y él tampoco tenía noticia. Comprendo que es una cosa difícil de creer visto desde fuera. ¿Cómo no lo van a saber ni Miguel Angel ni el consejero? Pues no.

P.– ¿Y al final qué va a pasar con esas ayudas?
R.– Las presiones de Francia y de algún lander alemán le han arrancado a Fischler el compromiso de que, siempre que sea por una sola vez, con una cuantía inferior a la pérdida y descontando todas las ayudas directas e indirectas que vengan de otro lado, las indemnizaciones serían un tema a estudiar. Nosotros hemos mandado oficialmente nuestra petición a través del Ministerio de Asuntos Exteriores. Ha pasado ya las cribas y está en muy buena situación para salir. Creo que estará aprobado antes de que el colegio de comisarios se vaya de vacaciones. Tenemos prácticamente hecha la orden, con una cantidad de 1.175 millones de pesetas, porque hay que descontar las ayudas del Estado a través de exenciones de los pagos a la Seguridad Social.

Nueva vacuna contra la brucelosis

P.– ¿Cuál es la razón de que Cantabria se haya convertido en la región de España con mayor índice de brucelosis?
R.– Cuando nosotros llegamos aquí, hacía tres años que no se había hecho prácticamente la campaña de saneamiento ganadero. En la época de Hormaechea no se indemnizaba a los ganaderos y la gente no dejaba matar el ganado, con lo que se crearon unos reservorios de enfermedad inmensos. Eso creó una práctica muy mala pero habitual de esconder el ganado, sobre todo aquellas personas que no viven de él. Hay un porcentaje importante de este tipo de ganado fuera de control, quizá tres o cuatro mil vacas. Si los ganaderos se callan pero ese vecino te está arruinando, eso no es ser solidario, es ser tonto.
Por otro lado, ha habido una serie de brotes de brucelosis en zonas prácticamente indemnes, que son realmente inexplicables. Parece ser que también en Francia y en Italia están surgiendo brotes importantes de brucelosis en explotaciones de gran calidad. Puede ser porque este ganado esté excesivamente forzado en la producción de leche y sea un animal mucho mas vulnerable. Además, el ministro de Agricultura dijo aquí que nosotros éramos tremendamente honrados en las estadísticas. Hay regiones que teóricamente tienen cuatro veces más ganado que nosotros y en las pruebas de brucelosis no llegan ni al doble. De todas maneras, tengo que decir que comparando el primer semestre del año pasado con éste, las cifras son notablemente inferiores; hay una tendencia notable a la baja.

P.– ¿Habría que volver a vacunar?
R.– Estamos haciendo una prueba para toda Europa de una vacuna, la RB51, experimentada ya en Estados Unidos. Es una vacuna distinta a la B19 que sólo se podía poner a novillas pequeñas; se puede poner a animales de cualquier edad e incluso a vacas gestantes sin que produzcan abortos. Yo creo que esa es la gran solución. El problema es que la vaca vacunada ya no es indemne y no podría ir al mercado de Torrelavega que estamos defendiendo como mercado indemne.
Estamos esperando que se homologue la vacuna en España, cosa que podría ocurrir en septiembre, y una vez que esté homologada el ganadero que lo desee podrá vacunar. Tampoco queremos tardar mucho porque estamos convencidos de que hay un mercado negro de esta vacuna. Alguien debe de andar vendiéndola y eso tiene riesgos, porque es una vacuna que debe conservarse en frío y puede ocurrir que haya ganaderos que estén vacunando con una vacuna que no sirve.

P.–¿Y qué va a pasar con ese ganado vacunado que ya no será indemne?
R.– Pues habrá que proponerle a Europa la separación de las cepas vacunales de la cepa de enfermedad; ya existe metodología para poder hacerlo. Además, yo creo que la historia lo dice así; cuando aquí se vacunaban sesenta y cinco mil o setenta mil terneras no había brucelosis. Hay que volver a vacunar; son tantas las evidencias que esa es la solución.

P.– Estamos ya por debajo de las 4.000 explotaciones y la media de cuota supera el umbral de rentabilidad de los 100.000 kilos. Sin embargo continúa el goteo de abandonos. ¿Es que no tiene fin?
R.– Aquí hay todavía alrededor de 700 explotaciones que están por debajo de los 30.000 litros. Esas explotaciones no son viables como explotaciones sólo de leche; necesitan unas rentas complementarias. Yo no digo que esas pequeñas explotaciones de leche tengan que desaparecer, sino que tienen que transformase. O dan el salto a ciento y pico mil litros, para lo que tendrán la ayuda de la Consejería incluso con cuota, o tienen que diversificar como sea; lo que más les guste.
P.–¿Cuántos ganaderos se han acogido al plan de abandono regional el pasado año?
R.– Han sido 117. Ahora vamos a sacar la distribución de la cuota que les hemos comprado.

P.–¿Han tenido que rechazar muchas peticiones?
R.– Solamente cuatro, que eran muy grandes. Ha habido una propuesta de venta de dos millones de kilos y otra de seiscientos mil. Nosotros pensábamos no quedarnos con cuota superior a los 125.000 kilos que es lo que entendemos que es viable.

4 millones de litros para repartir

P.- ¿Cuanta cuota hay para repartir?
R.– Me parece que cuatro millones de litros. Vamos a fijar un precio a la media de lo que nos ha salido a nosotros y vamos a dar dos litros por uno, con lo que yo calculo que les va a salir a 36 o 35 pesetas. Es un chollo, a pesar de que ya sé de antemano que las organizaciones profesionales dirán que tiene que ser gratis, pero eso no es justo porque el dinero público es de todos no de unos pocos y hay que ser cuidadoso con él.

P.– ¿Se convocarán elecciones a la Cámara Agraria?
R.– Sí ya tenemos el censo y las elecciones se podrían convocar en otoño. La Cámara va a ser la representación ante el Gobierno de los ganaderos y de los agricultores.

P.– ¿Va a sustituir entonces a la Mesa Regional Agraria?
R.– Pues posiblemente sí o la Mesa será la misma pero en vez de estar los cuatro sindicatos, estará el mayoritario. La ley establece unos mínimos para tener representatividad y yo creo que los cuatro que hay ahora no van a tener votos suficientes para obtener representación.
Yo creo que es mucho más positiva la Mesa Regional de lo que va a ser la Cámara Agraria; que yo sepa en ninguna otra comunidad hay un órgano así de dialogante. A mí me parece que cuando mande una sola organización va a estar más vehiculizada por Madrid; no van a ser tan auténticos, por decirlo de alguna manera.

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