Nada es como parece
LOS PUERTOS SIGUEN CERRADOS A LA COMPETENCIA.– Las instituciones comunitarias se han caracterizado por su voluntad de desmontar las trabas al libre mercado, pero hay muchas ocasiones en que parecen empeñadas en lo contrario. Basta ver que la Eurocámara ha echado abajo el proyecto para liberalizar los servicios portuarios que ahora se prestan en régimen de monopolio. Lo curioso del caso es que ni siquiera todos los parlamentarios populares europeos respaldaron un proyecto que ideó Loyola de Palacio durante su mandato como comisaria de Transportes.
BENEFICIOS A LA CARTA.– En la OPA de Gas Natural sobre Endesa, la compañía eléctrica ha desplegado recursos que parecen difícilmente compatibles con la neutralidad que la ley exige a las opadas, como el hecho de poner un caramelo espectacular a sus accionistas, un dividendo de 2,4 euros por acción para quienes no vendan. Endesa ha llegado a introducir una novedad contable tan dudosa como la de incluir en los beneficios 1.900 millones de euros que supuestamente adeuda el Estado por el hecho de que las tarifas actuales estén por debajo de los costes. Es una pena que el resto de las empresas no dispongan de fórmulas tan sencillas para decidir cuánto quieren ganar cada año.
POCO OLFATO.– La perspicacia política de Israel y de EE UU es más bien escasa, a tenor de los resultados de las elecciones palestinas. Los dos países supuestamente mejor informados del mundo, con enormes maquinarias de inteligencia, han fallado estrepitosamente al valorar lo que podía ocurrir y suponer que Hamás nunca pasaría de un 15% de los votos. Las consecuencias de este error de cálculo no van a ser escasas. Si cualquiera de ellos acepta como interlocutor a un partido que previamente incluyeron en el listado de formaciones políticas terroristas se encontrarán en una obvia contradicción y si no lo aceptan, no hay ninguna perspectiva de que las cosas en la zona mejoren. Difícil elección.
HOLLYWOOD PIERDE.– Sin que sirva de precedente, el cine español gana y el norteamericano pierde. El primero aumentó el pasado año su cuota de espectadores y el segundo tuvo una recesión muy significativa. Pero tampoco hay que hacerse ilusiones, porque el cine español sólo supone el 16,7% de las butacas vendidas. No es fácil saber si la tendencia se mantendrá en los años sucesivos, pero lo cierto es que los espectadores jóvenes que tradicionalmente llenan las salas donde se exhiben las películas de acción, las más convencionales del formato hollywodiense, tienen cada vez más alternativas para no salir de casa.
AYOLUENGO, A PRECIO DE SALDO.– En la memoria de cualquier español maduro está el hallazgo de petróleo en La Lora en 1964, un suceso tan aireado en la prensa de la época como si fuese a suponer nuestra inclusión entre los países de la OPEP. El globo se fue desinflando poco a poco y el yacimiento de Ayoluengo, situado muy cerca de Cantabria, se quedó en casi nada. Aunque aún hoy sigue en explotación, produce menos de cien barriles diarios, que consume una sola fábrica. Pero aún da noticias. Su propietaria, la Northern Petroleum acaba de vender la explotación a la también británica Gold Oil, con otros derechos de exploración en el norte de Burgos por 1,2 millones de euros.
LA GUERRA DEL TABACO.– Cada mes el tabaco es más barato en España y los impuestos que lo gravan más altos, algo que parece imposible. Pues no lo es. Las tabaqueras se han lanzado a una descomunal guerra comercial para no perder cuota de mercado frente a las marcas baratas y el Gobierno ha aprovechado las circunstancias para añadir más fiscalidad. Lo cierto es que el cliente ya no sabe a qué precio va a encontrar mañana la cajetilla, ni que marcas son las que valen más o las que valen menos.
