Nada es como parece

LAS 35 HORAS SE TAMBALEAN.– Las multinacionales han puesto en un brete la semana francesa de 35 horas y todo hace presumir que pueden acabar con ella. Las presiones que varias de ellas han sometido a su plantilla para que acepten trabajar una hora más a la semana (en ocasiones, con el despido como alternativa) se han convertido en un problema no sólo para los sindicatos, sino también para el Estado francés, a pesar de que el actual Gobierno nunca fue partidario de este recorte de jornada. La extensión de la jornada es, según las multinacionales, la única forma de evitar el traslado de las fabricaciones a otros países donde las plantillas son mucho más baratas.

DESPIDO MASIVO DE FUNCIONARIOS.– El Gobierno británico ha anunciado el despido de 104.000 funcionarios y el traslado desde Londres a las regiones de otros 20.000, para reducir el gasto público. La filosofía de este recorte que afectará a uno de cada cinco trabajadores del Estado es tratar de que desaparezcan los trabajos burocráticos y dejar exclusivamente el personal que presta servicios directos al público. ¿Alguien se imagina que pudiera pasar algo parecido en España, donde año tras año aumenta el número de funcionarios?
EL FICHADO NO PIERDE LA PENSION INTERNA.– El Tribunal Superior de Justicia de Cantabria ha abierto una brecha muy importante en el espíritu de los fondos de pensiones internos, esos que conceden algunas empresas a sus empleados –por lo general los bancos–. Supuestamente, por su carácter interno son para fidelizar a la plantilla, y por tanto, sólo se perciben si el beneficiario permanece en la misma empresa hasta la jubilación, pero el TSC ha reconocido el derecho de siete directores de oficina del Santander que han sido fichados por La Caixa y Caixa Catalunya a percibirlos los 300.162 euros devengados. Si el Supremo confirma la sentencia, sentaría ya jurisprudencia y eso puede significar que el mercado de fichajes bancarios se dispare a partir de ahora.

TURISTAS MAS ECONOMICOS.– Los turistas son cada día menos rentables. Lo dicen las estadísticas. Desde hace cinco años el nivel de gasto de los visitantes que llegan a España está estancado en la misma cifra: alrededor de 695 euros y las perspectivas no son favorables. Una vez que se han recuperado otros destinos mediterráneos, como Egipto, Marruecos o Turquía, los expertos aseguran que el exceso de plazas hoteleras en España será más evidente y eso provocará una presión aún mayor sobre los precios.

MUCHOS CLIENTES NO, GRACIAS.– Las eléctricas se pasaron la vida soñando con unas ventas en verano tan importantes como las de invierno, ya que en la temporada de estío se veían obligadas a tener parada buena parte de su capacidad instalada. Pero cuando parecía que se habían cumplido sus aspiraciones, las empresas se han quedado sin capacidad de respuesta. Los apagones sufridos en Andalucía a comienzos del verano como consecuencia de la fuerte demanda de energía eléctrica generada por los aparatos de aire acondicionado han puesto en entredicho al sector. Todos los intentos de echar balones fuera, hablando de las dificultades para hacer nuevos tendidos o de la evolución a la baja de las tarifas no pueden encubrir la difícilmente justificable imprevisión de algunas empresas.

TELEVISIONES PUBLICAS, UN REGUERO DE PERDIDAS.– La escandalosa deuda de RTVE (más de 1,1 billones de pesetas) oculta, a menudo, la de sus hermanas menores, las televisiones autonómicas. La catalana adeuda 857 millones de euros, la valenciana 407, la madrileña 145 y la andaluza 160. Con estos datos, queda claro que la aventura de las televisiones regionales sólo puede entenderse por su rentabilidad política y es curioso que incluso a los más firmes partidarios del déficit cero, no les duelen prendas para jugar al despilfarro cuando se trata de la televisión.

LA TERCERA RECONVERSIÓN DE ALVAREZ.– A José Luis Alvarez, ex presidente de Sidenor y actual director de Izar le espera una reconversión más difícil aún de la que tuvo que poner en práctica en Reinosa. Después de la exigencia de Bruselas para que los astilleros públicos devuelvan las ayudas ilegales recibidas del Estado durante los últimos años, puede verse obligado a dividir la empresa en dos, para salvar el astillero militar de Bazán, que es rentable, y cerrar o privatizar todos los demás. Alvarez ya tiene experiencia en una tercera reconversión polémica, la que se produjo en la factoría de Altos Hornos de Sagunto, de la que procedía a su llegada a Reinosa.

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