Lupa espera alcanzar los 50.000 millones de facturación en tres años
A pesar de controlar el 20% del mercado alimentario cántabro, una cuota impensable en un sector en el que ha de competir con las grandes superficies, Lupa está en plena expansión dentro y fuera de la región. La enseña cántabra, nacida en 1984, no sólo continuará abriendo nuevos supermercados de proximidad (su formato urbano tradicional) sino que ampliará la red rural y apostará por nuevas fórmulas, como la presencia en centros comerciales o en edificios independientes fuera del ámbito urbano.
Estos supermercados de nueva generación le van a permitir disponer de aparcamientos propios, entre otros servicios complementarios, algo muy difícil de conseguir en los establecimientos urbanos, donde Lupa también ha optado por tamaños más grandes para las nuevas tiendas y por acrecentar aquellas ya existentes que dispongan de espacio para poder hacerlo. En el último año ya ha realizado este proceso en siete supermercados. Todo ello permitirá que los establecimientos de venta al por menor de Semark pasen de las 6.000 o 7.000 referencias que tradicionalmente ofrecían en sus tiendas a casi 12.000, repartidas en las secciones de alimentación, droguería, productos frescos y, probablemente, pequeños electrodomésticos.
Semark, el grupo propietario de los supermercados Lupa y Tiffer, de los cash and carry Top Cash y de las tiendas de proximidad Hornos Lupa facturó el pasado ejercicio 181,7 millones de euros (sin IVA) y su objetivo es superar los 300 millones (50.000 millones de pesetas) en el 2005, lo que requiere mantener una tasa acumulativa de crecimiento cercana al 20%.
La ralentización que vive la economía española no ha modificado la previsión de la enseña para este ejercicio, en el que espera alcanzar unas ventas de 217 millones de euros (algo más de 36.000 millones de pesetas). En la actualidad, Semark tiene 1.829 empleados pero, si se cumplen las previsiones, la cifra crecerá tan rápido como la facturación, dado que el grupo calcula que necesitará 2.900 trabajadores para atender sus tiendas en el año 2005.
La expansión por Castilla
La enseña tiene el grueso de su red en Cantabria, pero avanza muy deprisa en Castilla y León, donde ya dispone de 25 puntos de venta, repartidos por Palencia, Valladolid, León, Zamora y Salamanca. Para atenderla cuenta con dos centros logísticos. En Santander disponen de un centro distribuidor de 11.500 m2 de superficie, ubicado en la Ciudad del Transporte, desde donde se reparten los productos de alimentación seca, droguería y perecederos (carnes, pescados, frutas, verduras y charcutería). En Villamuriel de Cerrato (Palencia) otro centro distribuidor de productos frescos y secos, con 9.500 m2 de superficie, abastece a los supermercados Lupa de Castilla y León.
La central de pescados del grupo, que se aprovisiona en los puertos de toda España, consigue que el producto llegue al consumidor en menos de 24 horas, y la de carne dispone de un control informático que permite la completa trazabilidad de las piezas desde el origen de la res.
Lupa forma parte de la central de compras Euromadi Ibérica, con una cuota de mercado en España del 21,7%, que a su vez se integra en la primera central de compras de Europa, European Marketing Distributor (EMD) que concentra el 15,6% de las compras de alimentación del Continente.
La concentración de este poder de compra y una rotación muy rápida de los productos son dos de los secretos del éxito de Lupa, que no sólo ha hecho frente al empuje de los hipermercados sino que ha pasado a convertirse en la empresa de la región con más volumen de personal, después del Hospital Valdecilla.