Los autónomos del transporte se alían

Mucho están cambiando las cosas en el sector del transporte y, probablemente, cambiarán mucho más en breve plazo. Esta reflexión le llevó al anterior presidente de la patronal Asemtrasan a animar a los autopatronos que están allí representados a asociarse en una empresa. La iniciativa no era sencilla si se tiene en cuenta el carácter independiente de la mayoría de los autónomos, pero 46 de ellos aceptaron formar una sociedad, Logística y Distribución Cantabria (Lodiscan), que comenzó a operar en la primavera de 2004 y este año prevé facturar ya seis millones de euros.
La fórmula de Lodiscan es muy flexible, algo que resulta decisivo para su éxito. Actúa como una agencia de transporte, con la diferencia de que es propiedad de quienes realizan los portes. Cada asociado puede mantener su razón social y su empresa y opera con ellas. Si le interesan las cargas que le ofrece Lodiscan, las acepta como haría con cualquier otra agencia, pero con dos diferencias: Lodiscan le cobra un margen bastante inferior y, al pagarlo está capitalizando la compañía en la que participa y, por tanto, su propia inversión.
La iniciativa surgió como consecuencia del Plan Estratégico del Transporte que realizó el Ministerio de Fomento hace algunos años. En él se dibujaba un oscuro futuro para los transportistas autónomos en el caso de que no se agrupasen ya que, con ellos o sin ellos, el sector camina por la vía de la concentración. Los primeros autónomos en aceptar la sugerencia fueron los transportistas de Zaragoza, que crearon la sociedad Serviplaza. Más tarde, les imitó en Cantabria Lodiscan, que ha reunido 200 camiones de 46 transportistas. La mayoría de ellos son autopatronos con un solo vehículo, aunque hay una empresa que aporta un centenar.

Búsqueda de suelo para una nueva sede

La sociedad se constituyó con un capital de 660.000 euros y tiene en perspectiva una ampliación de capital para adquirir una sede propia, con unas naves suficientes para el desenvolvimiento de un proyecto que crece muy deprisa (este año la facturación se multiplicará por tres). Pero, como todas las empresas del transporte saben, no es fácil encontrar un terreno industrial del tamaño que necesita un negocio de logística.
Por el momento, sus instalaciones se encuentran en Gajano, donde cuenta con una superficie de almacenaje de 2.000 m2 y otros mil de campa de aparcamiento. Allí realiza actividades de grupaje, envasado y reenvasado de mercancías, organiza la distribución capilar e, incluso, ofrece consultoría sobre logística.
La nueva empresa de transportes ha conseguido clientes muy significativos en la región, pero César Bárcena, ex presidente de una patronal que ha sido tan reivindicativa con el cumplimiento de las tarifas como Asemtrasan, en su nueva responsabilidad al frente de Lodiscan insiste en que en ningún caso han conseguido portes ofreciendo precios por debajo de la tarifa: “Hay muchos cargadores que se han dado cuenta de no pueden cambiar indefinidamente calidad por precio. Nosotros ponemos precio, porque damos un servicio”, dice.
Se puede conseguir la aspiración de que las tarifas se cumplan, pero no conviene hacerse ilusiones sobre la posibilidad de mejorarlas y los promotores de este proyecto evitan crear falsas expectativas: “Que hayamos conseguido agrupar una parte del sector no quiere decir que estemos en disposición de cambiar las tarifas. Lo que sí podemos conseguir es rebajar los costes, para que, con las mismas tarifas, los autopatronos obtengan más rentabilidad”, explica José Miguel Trueba, gerente de Lodiscan.
Las rebajas de costes se obtienen por vía de las comisiones –el margen que cobra Lodiscan por las cargas es aproximadamente la mitad que una agencia de transportes convencional– y por la utilización de la sociedad como central de compras para los aprovisionamientos, contrataciones de seguros, repuestos o reparaciones. Los transportistas asociados también pueden desembarazarse, si lo desean, de la burocracia que implican sus empresas o de la obligación que algunos tienen de contar con lugares propios de almacenaje, ya que Lodiscan ofrece servicios de gestoría y almacenamiento.

Alianzas

El 80% de los entre 250 y 350 portes que Lodiscan hace al mes son internacionales, por lo general a Inglaterra, Francia y países centroeuropeos, aunque comienza a adquirir un cierto relieve el tráfico con la Europa del Este. La sociedad se ha vinculado con todo tipo de transportes, incluidas las cargas fraccionadas, y empieza a establecer alianzas para el mercado nacional. Por lo pronto, tiene acciones cruzadas con Serviplaza, la empresa que crearon los transportistas zaragozanos, y esto permite que cada una pueda disponer de la plataforma logística de la otra, como mutuas delegaciones, o que intercambien portes.
En un segundo paso, la intención es crear una red nacional de plataformas logísticas formada con ocho empresas semejantes que han surgido en distintas provincias. Tejer esta red es la forma de asegurar la supervivencia en un sector donde es imprescindible competir con grandes compañías, por lo general multinacionales, capaces de ofrecer servicios de transporte y almacenaje prácticamente en cualquier lugar del país.
Asemtrasan, que siempre fue una de las patronales más poderosas de España en el segmento de autopatronos, también habría servido, en este caso, como embrión de un proyecto que, sin cambiar la tipología del autónomo que posee uno o dos camiones, le permitirá actuar con costes y servicios de gran empresa. Una especie de reconversión indirecta y sin sangre, aunque Bárcena no se atreve a concluir que esta sea la única solución para los propietarios de un camión y advierte que siempre quedarán autopatronos sin asociar, con más o menos problemas para subsistir y más o menos cuota de mercado. Y es que el transporte por carretera, además de una actividad profesional es una forma de vida.

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