La ciencia al día

¿Lo llamaremos…?

A cualquiera que le digan que tiene que esperar dos años para poner nombre a su hijo o hija, sin duda, le parecerá mucho tiempo. En cambio, así ocurre en la ciencia cuando se descubre un nuevo elemento y se quiere ejercer el derecho de paternidad científica.
No existen dudas de que aún quedan muchos elementos por descubrir, por eso no extraña que en Rusia hayan conseguido dar con dos nuevos.
El procedimiento de búsqueda ha consistido en bombardear un disco giratorio de americio 243 con un chorro de iones de calcio 48 dentro de un acelerador de partículas. Tras la fusión del núcleo, se formó el nuevo elemento 115, que fue capturado por un disco de cobre colocado justo al lado del de americio. El mayor problema para los descubridores fue que el nuevo elemento solo iba a existir durante una fracción de segundo.
El otro, o sea el 113, se obtuvo por decaimiento del 115. Ahora hay que esperar a la homologación del resultado.

Goma para zapatos

Dar con un nuevo proceso para reducir las perdidas de material en la industria es una buena noticia, que en este caso se ha producido en la manufactura de zapatos.
Actualmente, la mayoría de las suelas del calzado están hechas con poliuretano (PU) que se inyecta en unos moldes especiales. Sin embargo lograr una buena mezcla de los materiales en bruto no es tan fácil de conseguir en la línea de producción y la mayoría de los poliuretanos presentan deficiencias que no son corregibles, lo que fuerza a desechar alrededor del 20% del material producido.
La clave para evitarlo está en un sistema de control de los materiales a base de una tecnología de microondas no invasivas que verifican la densidad del líquido en cada punto sin necesidad de entrar en contacto con él para nada.

Sangre como combustible

Que lo creíble y lo verdadero no es lo mismo es algo de sobra conocido y lo siguiente es un buen ejemplo. Unos científicos europeos han conseguido desarrollar células biocatalíticas capaces de usar los fluídos del cuerpo y las encimas para convertir la energía química en electricidad. Ésta se puede usar, posteriormente, para el funcionamiento de aparatos médicos como marcapasos, bombas de insulina o robots de microcirugía.
Las células de energía son tan pequeñas que se pueden implantar bajo la piel y desde allí suministrarla directamente al aparato. De acuerdo con sus constructores, el sistema significa un enorme avance con respecto a las actuales pilas de litio que, además de caras, son difíciles de instalar.

Tres mejor que cuatro

Cuando se trata de ruedas, tres son mejor que cuatro o, al menos, eso es lo que dicen los inventores del nuevo vehículo llamado The Clever (El Listo). Para ellos está clara la necesidad de un nuevo concepto de automóvil urbano, que sea a la vez bonito y divertido de conducir.
No se puede decir que históricamente no haya precedentes, como el sidecar de los hermanos Marx o, como también recordarán los lectores de edad, la Isetta, popularmente conocido como el huevomóvil, que se abría por delante y era también muy divertido. Algo más cercano es el Sinclair, un invento inglés de los años 80, que funcionaba con el motor de una lavadora y al que cualquiera que corriese un poco rápido podía alcanzar sin mucha dificultad.
El último intento de hacer un motocarro con estilo, tiene la ventaja de alcanzar cierta velocidad ya que acelera de 0 a 60 en 7 segundos y está inspirado en la ciencia ficción. Tiene 15 caballos de potencia, contamina poco y dispone de un sitio para el conductor y otro detrás por si alguien se anima. Funciona con gas natural comprimido.

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