Ilarduya desembarca en Reinosa con una planta de aditivos para el acero

Aunque más tarde de lo que hubiera sido deseable, las ventajas logísticas del polígono de La Vega se han convertido en un argumento de peso a la hora de atraer nuevas inversiones. Al menos así ha ocurrido en el caso de la última empresa que se ha instalado en Reinosa, el Grupo Industrial Auxiliar Ilarduya, que ha levantado en ese recinto industrial una nave de 4.500 metros cuadrados para crear Metalslag, una fabrica de aditivos para siderurgia.
La situación geográfica de Cantabria, en el centro de la Cornisa, y de la propia Reinosa, comunicada pronto por autovía con Madrid, han decidido al grupo vasco a ubicar su nueva planta en la capital campurriana. Hay que tener en cuenta que en Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y Madrid se fabrica el 90% del acero en España, por lo que Reinosa resulta estar en un punto óptimo para la distribución de los aditivos que ya ha empezado a elaborar Metalslag.
Otra razón convincente han sido, sin duda, las generosas subvenciones establecidas para acelerar la venta de las parcelas de este polígono industrial que, desde su creación en 1989, se había convertido en un reflejo del declive de la comarca campurriana.
Metalslag, que ha hecho una inversión de seis millones de euros en sus nuevas instalaciones, ha recibido de Sodercan 134.500 euros como subvención a la compra de los 15.000 metros cuadrados de suelo que el grupo vasco ha adquirido en La Vega, lo que supone el 30% del precio pagado por los terrenos.
Las ayudas de Sodercan no son las únicas creadas para las empresas que se asientan en el polígono reinosano de las que podría beneficiarse Metalslag. Tras el acuerdo alcanzado en diciembre de 2001 con la Consejería de Industria, la Entidad Pública Estatal de Suelo (SEPES), promotora del polígono, se comprometió a reducir en un 30% el precio del suelo y el Ayuntamiento aceptó bonificar en un 90% sus tasas e impuestos. Este nivel de ayudas, más las expectativas abiertas con la próxima finalización de la autovía, también ha estimulado el interés de otras empresas por el polígono, que ya ha alcanzado un 60% de ocupación.

Aditivos químicos

Las características con que el acero sale de los altos hornos, y que determinarán los usos a los que va a ser destinado, dependen de la adición a la colada de pequeñas cantidades de productos como silicios de calcio, azufre, plomo, ferroboro, ferrotitanio o carbón, entre otros. Modificando la composición química del acero varían las propiedades mecánicas y la calidad (dureza, ductibilidad, etc.) del producto final. La introducción en el proceso de aditivos como los mencionados contribuye a lograr un acero más mecanizable, idóneo para ser trabajado en el torno y para la fabricación de herramientas.
Metalslag va a producir en Cantabria los productos más sofisticados en el campo de los aditivos para siderurgia, los encapsulados. En este formato, los componentes químicos que se añaden a la colada se introducen en forma de lámina de acero doblada y en cantidades muy precisas para no alterar la calidad final del producto. La materia prima se importa de países como China, Brasil o Alemania y requiere en algunos casos una preparación previa en las instalaciones de la nueva planta, antes de su encapsulación. El objetivo fijado por los responsables de la compañía es llegar a producir más de 20.000 toneladas al año, destinadas principalmente a las fundiciones españolas, aunque no descartan exportar parte de la producción. Metalslag actuará también como simple comercializadora de otra gama de productos para la siderurgia, en línea con la actividad de su empresa matriz, una de las mayores firmas nacionales en el sector de productos auxiliares para la fundición.

Una empresa histórica

El Grupo Auxiliar Industrial Ilarduya es una firma histórica creada hace 88 años en Amorebieta (Vizcaya) para el suministro de todo tipo de materias primas para la fundición. Un hito importante en su trayectoria fue la relación iniciada en los años sesenta con la firma alemana Hüttenes-Albertus, líder mundial en la fabricación de arenas prerrevestidas, resinas, aglutinantes y pinturas especiales para la fundición. El fabricante alemán no sólo aporta apoyo técnico a Ilarduya, sino que acabó convirtiéndose en accionista del grupo vasco.
El propósito de Ilarduya con la creación de la factoría reinosana es trasladar al mundo del acero su experiencia en el campo de la fundición de hierro y crear sinergias entre ambos sectores, utilizando la amplia red comercial establecida en su dilatada andadura en el mercado internacional.
Metalslag cuenta con una reserva de suelo sobre la que planea construir en breve otros cuatro mil metros, convencidos del potencial comercial de sus productos, destinados a una extensa clientela entre la que se encuentran grupos tan potentes como Arcelor o Celsa y, en Cantabria, firmas como Nissan, Sidenor, Funditubo o Global Steel Wire.
De momento la iniciativa del grupo vasco se ha traducido en la creación de 17 puestos de trabajo en una zona tan necesitada de nuevos empleos como Campoo, pero el objetivo final es alcanzar una plantilla de 30 trabajadores, una vez que la fábrica llegue a su plena operatividad. Una aportación que refuerza el papel del polígono de La Vega en la reactivación económica de una comarca duramente castigada por la reconversión industrial, aunque para el pleno desarrollo del polígono habrá que esperar a que la SEPES finalice el informe sobre la posible contaminación de los suelos más cercanos a Sidenor, y pueda reanudar la venta de parcelas.

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