Dynasol pisa el acelerador tecnológico

La carrera por dominar el mercado del caucho artificial ha estado cómodamente controlada por filiales de las grandes petroleras. Sin embargo, en la última década, el pelotón de los países asiáticos va recortando peligrosamente la ventaja de que gozaban los fabricantes tradicionales, que deben forzar al máximo sus capacidades tecnológicas para continuar marcando las distancias.
Una de las empresas que comparten el liderazgo mundial en la fabricación de caucho sintético es Dynasol, una ‘joint venture’ de Repsol YPF y del grupo mexicano DESC. Esta alianza ha decidido poner tierra de por medio con sus competidores e invertirá trece millones de euros en su planta de Gajano con el fin de potenciar la fabricación de cauchos sintéticos de gama alta –termoplásticos e hidrogenados– que son los más utilizados en las nuevas aplicaciones industriales. Con estos productos, obtenidos con tecnología propia, Dynasol aspira a abandonar paulatinamente el mercado de cauchos convencionales, donde los bajos costes de los fabricantes asiáticos de Taiwan, Corea y China son prácticamente imbatibles.

Más caucho en menos espacio

La presión de la competencia asiática es cada vez mayor en los cauchos destinados a la fabricación de neumáticos y bandas de transporte. En esta gama, convertida desde hace tiempo en una auténtica ‘comoditie’ –donde ya no hay diferenciación por proveedor–, Dynasol compite contra alternativas más baratas, como el caucho natural o el sintético producido a gran escala por los fabricantes especializados. Y la planta cántabra se encuentra con un hándicap, sus procesos de fabricación de caucho en emulsión, aunque técnicamente son mejores, requieren un consumo energético más elevado.
Esta circunstancia ha impulsado a la fábrica de Gajano a centrarse cada vez más en la fabricación de cauchos termoplásticos, una familia de productos que mejora las prestaciones del caucho sintético convencional, al no necesitar vulcanizado, y en la que Dynasol tiene gran experiencia, ya que comenzó su elaboración en la década de los setenta.
Las múltiples aplicaciones de este tipo de caucho explican también el interés comercial de su fabricación. Los termoplásticos se utilizan para dar flexibilidad al asfalto, de manera que las carreteras no se resquebrajen y drenen bien. Otros clientes de Dynasol lo emplean en la fabricación de telas asfálticas impermeabilizantes y en la de adhesivos. Igualmente, sirve para dar flexibilidad a los paneles plásticos, para que soporten mejor los impactos.
A pesar de la mayor complejidad de su elaboración, sus usos ya han atraído el interés de los fabricantes asiáticos hacia cauchos de esta gama. Así ha ocurrido con el destinado a la fabricación de suelas para zapatos, cuyo mercado ha sido prácticamente copado por los países emergentes, hasta el punto de que el mayor cliente de Dynasol para este producto –un fabricante italiano– ha optado por trasladar sus plantas a México para abaratar costes.
Salvo en este aspecto, la fabricación de termoplásticos sigue teniendo un buen rendimiento para Dynasol, que además pretende lograr un salto cualitativo al modificar la presentación del producto.
La utilización del caucho en los procesos industriales, exige una disolución rápida y una elevada capacidad de absorción. Cuanto menos denso sea el caucho más se potencian estas cualidades, pero esa circunstancia penaliza los costes de transporte, ya que caben menos toneladas en cada camión. El reto está en lograr un acabado final que, manteniendo las propiedades de disolución, tenga la densidad adecuada para optimizar su transporte.
Para lograrlo, Dynasol ha comenzado a construir una línea de producto compacto, obtenido gracias a un nuevo tren de secado, con una capacidad de 6,5 toneladas a la hora, que se pondrá en marcha en enero.
La nueva línea utiliza un sistema de túneles de aire caliente para secar los grumos de caucho, en vez de la extrusión tradicional. De esta forma, el producto tiene mayor densidad y, a la vez, es más poroso. Con ello será posible duplicar el caucho que puede transportar un camión, con el consiguiente ahorro de costes.

El futuro del caucho hidrogenado

Con ser importante la fabricación de cauchos termoplásticos, el interés de la planta de Gajano está centrado en las elevadas posibilidades comerciales que encierra una variante de este producto, el termoplástico hidrogenado. Dynasol sabe que tarde o temprano la gama de caucho que ahora fabrica seguirá el mismo camino que ya ha recorrido el caucho sintético convencional, y pasará a ser fabricado a gran escala por sus competidores asiáticos. De ahí que fije su atención en un producto, el hidrogenado, para el que cuenta con tecnología propia, y cuyas prestaciones le abren grandes expectativas en mercados todavía poco explorados.
La hidrogenación añade al caucho termoplástico una gran estabilidad, haciéndolo mucho más resistente a los ataques químicos. Esta característica le hacen insustituible para su uso en aplicaciones que van a estar sometidas a condiciones ambientales especialmente duras. Grandes clientes de Dynasol son las compañías petroleras, que usan este tipo de caucho para el recubrimiento de tuberías en las plataformas marinas. También se utiliza en la fabricación de adhesivos de intemperie y, debido a su gran pureza, en el campo de la medicina, para la elaboración de catéteres y de bolsas de plasma.
Mas prometedoras aún son las otras posibilidades en estudio, como el recubrimiento de oleoductos en países con temperaturas extremas, o su uso en la fabricación de una nueva familia de aceites para automóviles que tiene un enorme potencial de mercado.

Más margen

El margen comercial que deja el caucho hidrogenado multiplica por seis el de los cauchos convencionales, pero su importancia para la planta de Gajano también es estratégica, ya que su elaboración no está al alcance de cualquiera. Tan sólo cinco fabricantes en el mundo han desarrollado la tecnología para elaborar este producto que, durante décadas, monopolizó Shell.
Tras varios años de investigación en busca del catalizador adecuado, Dynasol consiguió en 1998 la fabricación de este tipo de caucho y actualmente es el segundo productor mundial. Esta posición le sitúa en un punto de partida privilegiado para optar al suculento negocio que se abre en el campo de los hidrogenados con las aplicaciones en estudio. Convencida de estar ante una oportunidad, Dynasol va a triplicar su capacidad de fabricación de este producto, que actualmente es de 10.000 toneladas al año, con la instalación de un nuevo reactor.
Los planes de la compañía van aún más lejos y no descarta convertirse, en el futuro, en licenciataria de la tecnología que ha desarrollado. Confía en que su capacidad investigadora le habría permitido, para entonces, distanciarse nuevamente de sus perseguidores.
El paso dado ahora para fortalecer su posición en el mercado de caucho sintético de gama alta no va a generar nuevo empleo, pero permite que los 160 trabajadores de la planta miren el horizonte con más confianza.

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