El nuevo colegio público de Cueto-Valdenoja será bilingüe
Ya parece lejano el repunte de natalidad que se produjo entre 2003 y 2005 y llevó hasta las aulas de educación infantil de Cantabria a casi mil alumnos más al año, pero quedaba por solucionar el problema de escolarización provocado por el crecimiento de la población en las localidades donde más se ha notado la fiebre constructora. O en zonas en auge urbanístico de la capital cántabra como la de Cueto-Valdenoja, donde sólo existía un colegio público, el Eloy Villanueva, situado en Monte, absolutamente insuficiente.
Para dar respuesta a las necesidades de una zona en la que, como en Nueva Montaña, se ha concentrado el crecimiento urbanístico de Santander, la Consejería de Educación ha levantado un nuevo colegio, que por su cuidado diseño y los materiales empleados está llamado a convertirse en un referente para los colegios futuros.
Una obra acelerada
Poner en pie el nuevo centro, que entrará en funcionamiento este curso, ha costado 5,5 millones de euros, medio millón menos que el presupuesto de licitación, y ha sido posible gracias a la fórmula de financiación estructurada, que tan útil ha resultado para las consejerías de Educación y Sanidad, al poder anticipar muchas instalaciones sin verse limitadas por los presupuestos anuales.
La búsqueda de financiadores privados para el nuevo colegio de Valdenoja y para otros centros que se han incorporado en este curso escolar ha corrido a cargo de la empresa pública Gieducan (Gestión de Infraestructuras Educativas de Cantabria) una sociedad constituida por la Coordinadora de Empresas Públicas de la Comunidad de Cantabria (CEP Cantabria) y adscrita a la Consejería de Economía, que ostenta el 100% del capital.
Para ejecutar el proyecto de Valdenoja, la Consejería convocó un concurso de ideas que fue ganado por los arquitectos Fernando y José Manuel Vega que han diseñado un edificio luminoso, cómodo y muy funcional, en el que han aplicado materiales novedosos.
El edificio está formado por cuatro módulos paralelos que se apoyan en un gran estructura central, como si de un gigantesco peine se tratase. Dos de esos módulos albergan las aulas de Educación Primaria, mientras que los otros dos se dedicarán a atender a la numerosa demanda de educación infantil que existe en la zona. De hecho, para este curso escolar esta previsto que tan solo entré en funcionamiento ese ciclo de enseñanza (entre dos y seis años), que es la auténtica urgencia en el área de Cueto-Valdenoja, con urbanizaciones muy recientes que han atraído a muchas familias jóvenes y una población infantil de dos años para la que no había oferta pública.
El centro debía estar a punto para el inicio del curso escolar y la constructora Ascan se ha visto obligada a actuar con rapidez, ya que tan solo ha tenido diez meses para la ejecución. La demora en la tramitación de la licencia de obra por parte del Ayuntamiento santanderino impidió iniciar los trabajos hasta el pasado mes de noviembre.
Tampoco fue especialmente ágil la puesta a disposición de la Consejería de los terrenos que ocupa el colegio. Las necesidades educativas en la emergente zona de Valdenoja ya habían sido detectadas hace años por la Consejería, que en 2005 solicitó al Ayuntamiento de Santander la cesión de los terrenos para la construcción de este colegio público, una petición que el Ayuntamiento no resolvió hasta tres años después.
A pesar de la brevedad de los plazos, la puesta en pie del nuevo centro se ha resuelto con celeridad, a la que también ha colaborado el parón de obra civil que aqueja al sector de la construcción y que ha permitido prestar una especial atención al proyecto. El resultado es un centro escolar modélico en su concepción y en el cuidado de los detalles con que se ha ejecutado.
Un recinto de 5.000 m2
El recinto escolar ocupa media hectárea, a la que hay que añadir los 550 m2 de un pabellón cubierto para la práctica de deportes. Su cuidadoso diseño se pone de manifiesto en el pabellón deportivo, cuyas paredes están recubiertas con paneles fabricados en madera y un aislamiento de lana de roca que evita la reverberación del sonido. Para mantener el confort del pabellón en invierno, se han instalado cuatro aerotermos que calientan el aire y se ha aumentado su luminosidad con una fachada de un vidrio especial que permite la construcción de grandes paramentos sin necesidad de perfiles metálicos.
El edificio ha sido construido buscando la mayor eficiencia energética; para calentar el agua de los dos depósitos de 3.000 litros con que cuenta, se han instalado paneles solares capaces de conseguir que el agua acumulado que se empleará en duchas y lavabos alcance los 70 grados.
También se ha extremado el cuidado en la seguridad del centro para prevenir accidentes, desde la altura y la distancia entre los barrotes de las barandillas del recinto, hasta el encastrado en los pasillos de todos aquellos elementos estructurales o accesorios con los que un niño se podría golpear.
Otro de los aspectos que se ha tenido en cuenta es la forma de garantizar el buen estado futuro de las paredes, los elementos arquitectónicos que más sufren por el uso. Para evitar manchas o pintadas se ha utilizado un material novedoso llamado vescom, un recubrimiento vinílico muy fácil de limpiar y que hasta ahora no se había utilizado en ningún otro centro educativo.
El servicio de catering se prestará mediante alimentos deshidratados, por lo que la cocina solo contará con dos hornos para preparar y calentar los platos.
En línea con las nuevas tecnologías que se aplican en la educación, las aulas y la biblioteca del centro cuentan con un cableado estructurado para la transmisión de voz, datos e internet, teniendo en cuenta que las pizarras electrónicas y los ordenadores serán las herramientas de aprendizaje más comunes del nuevo centro.
Otro de los signos de la nueva etapa que se abierto en la enseñanza es el carácter bilingüe del nuevo colegio, algo que recuerdan los muros del hall, decorado por los arquitectos con frases escritas en inglés y en español. Una corriente ésta, la del bilingüismo desde edades muy tempranas, que también tiene sus detractores, quienes creen que perjudica el aprendizaje en profundidad de las materias escolares.
Las necesidades de escolarización de la zona quedan holgadamente cubiertas con este nuevo centro, pero el edificio ha sido construido de manera que en un futuro se pueda levantar una planta más, una previsión que alargará la vida de un complejo modélico en la red escolar de Cantabria.