Una evolución vertiginosa
Fue en agosto de 1996 cuando Santiago Peña y Andrés Gil, compañeros de estudios de Ingeniería Técnica Industrial, decidieron embarcarse en la aventura de formar su propia empresa y crearon Inelecma. Desde entonces, la plantilla inicial formada por seis personas ha ido creciendo hasta llegar al centenar, mientras la firma se iba consolidando y adquiriendo una amplia experiencia dentro del sector eléctrico, tanto en las tareas de mantenimiento de grandes empresas como en el montaje de tendidos de alta tensión, donde, en algunos casos, se ha visto obligada a recurrir al uso de helicópteros para colocar torres en zonas de difícil acceso.
La empresa de Muriedas está especializada en líneas de alta tensión, subestaciones, montajes industriales, automatización e instrumentación, y dentro del proceso de diversificación, ha creado la sociedad Inelecma Servicios, que realiza trabajos de ingeniería y obras llave en mano con pedidos que en la mayor parte de los casos proceden de fuera de la región, como un tramo del futuro tren de alta velocidad del norte, en la provincia de Valladolid, o una planta de fabricación en Almería. Otra empresa del grupo se dedica a promociones inmobiliarias.
En el último año también ha abierto dos puntos de atención al cliente de Electra de Viesgo, que dedica, simultáneamente, a la venta de servicios telefónicos de Amena.
Inelecma inaugurará pronto unas nuevas instalaciones en Herrera de Camargo y cuenta con una oficina técnica compuesta por cinco ingenieros y un centenar de operarios. Una parte de ellos están repartidos por distintos lugares de la geografía cántabra y de otras comunidades del norte de España como Asturias, La Rioja o Cataluña.
Entre sus principales clientes están Trefilerías Quijano, el Gobierno de Cantabria, Electra de Viesgo, Global Steel Wire, TYCSA, Alcatel, Emilio Bolado y numerosos ayuntamientos donde es bien conocida por las obras de electrificación rural o por las mejoras del alumbrado público.
