Editorial

En alguna ocasión esta revista ha manifestado su agradecimiento a lectores y anunciantes pero, quizá por una pizca de pudor, no ha demostrado el orgullo que siente por sus colaboradores. La casualidad ha hecho que en los últimos tres números hayan sido noticia los éxitos profesionales de tres de ellos: Berna González Harbour, que pasó por nuestra redacción, ha sido nombrada subdirectora de El País; Rodolfo Rodríguez-Campos, de nuestro Consejo Asesor, es el más reciente Empresista del Año y otro miembro del Consejo de Cantabria Económica, el diplomático Emilio Fernández-Castaño acaba de asumir la responsabilidad de un acontecimiento tan importante como la Expo Universal que se celebrará en Zaragoza en el 2008. Tres éxitos personales y, para cualquiera que conozca a los tres, la demostración más evidente de que las cualidades humanas casi siempre van unidas a las profesionales, lo que nos llevaría a la conclusión de que el mundo, de alguna manera, trata de ser justo, lo cual no quiere decir, obviamente, que lo consiga.

Es posible que el fenómeno de la popularidad esté provocando un efecto de deslumbramiento que hace muy difícil para todos nosotros reconocer las trayectorias humanas de quienes, como los citados, no pasan por ese escaparate que son los medios de comunicación. Nunca antes los ciudadanos de a pie tuvieron la ocasión de ver a sus referentes a todas horas, como ocurre ahora y eso cuesta digerirlo. Tradicionalmente, las noticias llegaban tan tarde y tan mediatizadas que el pueblo hablaba de los reyes sin apenas poder asegurar si seguían vivos. Cuando los periódicos y las radios multiplicaron el número de ídolos, se mencionaban una y otra vez las jugadas de Puskas o DiStéfano que todo el mundo había oído contar tantas veces pero que, en realidad, muy pocos habían visto. Fue la televisión la que multiplicó las presencias y familiarizó a los personajes de referencia con todos nosotros.
Los medios de comunicación acabaron por engullir también a empresarios, intelectuales y políticos, que no han dudado en subirse al carro y alimentar esa demanda popular de vivencias ajenas y por esa pendiente hemos llegado al caso de ex vicepresidentas consortes dispuestas a triunfar en el music-hall televisivo. Pero todos sabemos que el mundo lo mueven otros, menos reconocidos aunque más útiles. Personas como Berna, Rodolfo o Emilio.
Dos de ellos ejercen fuera de la región como muchos otros profesionales cántabros y hay que reconocer que el Gobierno regional está teniendo el buen tino de buscar el apoyo de algunos integrantes de este lobby tan desaprovechado que tenemos fuera, consciente de que pueden convertirse en un punto de apoyo extraordinariamente importante para sus proyectos más ambiciosos, porque muchas de las decisiones que toman cada día las empresas y las instituciones, por grandes que sean, siguen estando trufadas de circunstancias personales, entre ellas la adhesión sentimental de sus responsables a su tierra de procedencia y el deseo de hacer algo por ella.

Para una región de 500.000 habitantes mover estas palancas resulta vital. Es posible que resulte de interés tener un presidente popular (de popularidad, no del PP) a través de sus intervenciones en televisión, pero con mesura. De las verdades del barquero, que Revilla hay que reconocer que sabe decir con gracia, a la política espectáculo a la que llegamos con Hormaechea no hay muchos pasos. Entonces también salíamos en los medios nacionales, pero para nuestra desgracia.
El sentido común del presidente es un buen antídoto contra la inflación de palabrería que inunda la política y los periódicos, y la campechanía y el humor bastante más llevaderos que la afectación anterior, pero es mejor no dejarse deslumbrar por los focos. En realidad, todos preferimos suponer que los votos no se ganan en los escenarios y que los ejemplos a seguir son los de las personas que hemos referido, aunque a veces se agradezca que un presidente decida desdramatizar el cargo, sobre todo en estos momentos de crispación.

Suscríbete a Cantabria Económica
Ver más

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Botón volver arriba
Escucha ahora