Nada es como parece
NADIE SE LIBRA.– Los ayuntamientos españoles adeudan 3.300 millones de euros a las empresas que han contratado para la recogida de basuras pero lo que realmente les preocupa no es esto, sino que las suministradoras eléctricas les corten la luz. Desde julio de 2009, con la liberalización, las eléctricas ya no están obligadas a dar de alta a un cliente concreto de alta tensión o de baja con más de 10 kilovatios de potencia, que han de ir al libre mercado. Pero allí es posible que los ayuntamientos no encuentren suministrador. Lo tendrán, porque es obligatorio, para los servicios esenciales, como los de bomberos o policía, pero el resto de los empleados públicos corre el riesgo de trabajar a oscuras.
NO ES POSIBLE.– Las autonomías que pretendían establecer impuestos para los ‘ricos’, se van a quedar con las ganas o tendrán que limitarse al IRPF. El hecho de que el Estado no suprimiese el Impuesto sobre el Patrimonio, sino que lo anulase por la vía de bonificarlo al 100% supone que, técnicamente, sigue existiendo y no es posible gravar dos veces el mismo hecho imponible. Sólo podría resucitarlo el Estado, lo que es doblemente bueno para las autonomías, ya que no se verían obligadas a asumir el coste político, y se beneficiarían de la recaudación. Unos 1.800 millones de euros irían en ese caso a sus arcas.
NADIE SE REGULARIZA.– Ninguno de los propietarios de las 3.000 cuentas multimillonarias suizas que residen en España ha aceptado la oferta de Hacienda para regularizar su situación. A pesar de que las condiciones eran ventajosas, ya que se les ofrecía pagar “por iniciativa propia”, lo que sólo añade los intereses y una sanción administrativa, los dueños de las fortunas no se fían. Es posible que les haya retraído una declaración del director de la Agencia Tributaria que no excluía la denuncia por delito fiscal (hasta cuatro años de cárcel) pero también el hecho de que, si aceptan, aflorarán también las propiedades que tengan en otros paraísos fiscales. Así que sólo quedan dos salidas: o una guerra legal con muchos nombres y apellidos en los periódicos o que Hacienda les de un nuevo plazo para regularizarse.
GASTO INCONTROLABLE.– En plena austeridad forzada y a pesar de los acuerdos con el Gobierno, la deuda autonómica se incrementó un 28% en el último año y la de los ayuntamientos en un 14%. Todo ello invita a pensar que, en realidad, la situación en muchas administraciones se ha vuelto incontrolable, porque los compromisos de gasto son muy superiores a los ingresos recurrentes. Los datos indican que es más difícil reconducir la situación de las administraciones locales y regionales que la del Gobierno central, a pesar de que es éste el que concentra la atención de la opinión pública.
A LA FUERZA…– Los grandes laboratorios se están quedando sin moléculas que comercializar. Tras haber perdido la patente de muchas de las tradicionales, que ya han pasado al mercado de los genéricos, han comprobado que los nuevos lanzamientos tienen éxitos tan modestos que en algunos casos no rentabilizan la investigación. Tan mal están las cosas que varios de ellos han optado por hacer aquello de lo que antes abominaban: genéricos. Eso sí, a través de la adquisición de laboratorios que operan en ese mercado y mantendrán sus nombres diferenciados, para que nadie les vincule.
DESCONOCIMIENTO O PEREZA.– La teoría de que la luz es muy cara en España no se concilia bien con la pereza de los españoles a cambiarse de tarifa para conseguir un importante ahorro. Dos años después del nuevo marco tarifario, de los cinco millones de usuarios que podrían haber solicitado la tarifa social (que no paga el coste fijo del recibo) sólo lo han solicitado tres. Eso significa que el resto paga entre un 12% y un 30% más de lo que debieran. Quizá no sea pereza, sino desconocimiento, porque nadie les ha informado suficientemente.
