Nueva vida para los residuos de construcción
La economía circular está basada en un modelo económico que busca minimizar el impacto ambiental mediante la reutilización de productos y materiales. En el contexto de la construcción y rehabilitación de edificios, la Ley de Residuos de 2022 establece que los residuos de construcción y demolición (RCDs) deben ser gestionados de manera sostenible para reducir la necesidad de extraer nuevos recursos naturales.
También establece medidas específicas para la gestión de los RCDs, como la obligación de separar los residuos en origen y promover su valorización como materias primas secundarias en plantas de reciclaje, evitando que vayan directamente a vertedero. En definitiva, promoviendo su reciclaje y posterior reutilización en nuevos procesos productivos como áridos reciclados. En el sector de la construcción y la reforma es fundamental hacer hincapié en la obligación de separar los residuos en origen.
Estos residuos de construcción y demolición se someten a un plan de gestión que exige su identificación, codificación, separación y tratamiento adecuado. Así se asegura de que sean reutilizados –o, en último caso, eliminados– de manera que no deterioren el medio ambiente.
La ley también fomenta la mejora de los procesos de reciclaje y reutilización durante la construcción y rehabilitación, implicando a estos profesionales. De esta forma, se busca conducir las ciudades y comunidades hacia modelos más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.
