La ordenanza de terrazas de Santander plantea limitar el horario de las terrazas hasta las 00:30

Incluye otras medidas como acotar la zona con 'tachuelas' y colocar gomas en las patas de mesas y sillas para reducir el ruido

El equipo de Gobierno de Santander (PP) ha presentado este martes su propuesta para la futura ordenanza de terrazas, que introduce varios cambios entre los que se encuentra la limitación del horario de cierre a las 00.30 horas tanto los días laborables como los fines de semana -salvo en Semana Grande- y delimitarlas físicamente mediante la colocación de ‘tachuelas’ en el suelo.

El documento inicial plantea una serie de medidas enfocadas a mejorar la limpieza y la accesibilidad en las terrazas, reducir la burocracia e implantar un mayor control medioambiental, sobre todo en lo referido a la normativa de ruido. De este modo, permite la colocación de pantallas pero sin sonido ni publicidad, prohíbe los equipos de sonido y establece que los extremos de las sillas y mesas deben tener gomas para reducir el ruido al arrastrarse.

Además, este mobiliario deberá ser apilable para recogerlo diariamente, y uno de los objetivos que persigue la propuesta es avanzar hacia un modelo de terrazas unificadas, para lo que tratará de incentivar que los hosteleros que comparten la misma zona acuerden una estética común a tener en cuenta a la hora de renovar los elementos.

Además, se introduce un nuevo régimen sancionador con multas que van desde los 750 hasta los 3.000 euros, en función de si se consideran leves, graves o muy graves. También se contemplan dos tipos de terraza: permanente o temporal -del 1 de marzo al 31 de diciembre-.

Otra de las novedades es que los negocios hosteleros podrán ocupar hasta el 50% de la superficie exterior del negocio de al lado si tienen autorización -hasta ahora podían hacer uso de la totalidad-.

La propuesta del equipo de Gobierno es un documento que se encuentra aún en el «punto cero», tal y como ha dicho la alcaldesa, Gema Igual, ya que tras su presentación este martes se publicará el texto en la web para que la ciudadanía haga sus sugerencias durante diez días.

A continuación deberá aprobarse en Junta de Gobierno Local y se darán otros diez días a los grupos políticos de la Corporación para sus enmiendas. Después pasará a Comisión y al Pleno para su aprobación inicial, tras lo que habrá 30 días para alegaciones antes de aprobarse definitivamente.

Así, Igual estima que la ordenanza podría salir adelante para la primavera del próximo año, aunque dependerá de las sugerencias que reciba, que presume que serán «muchas».

«UN PUNTO MEDIO»

Según ha defendido, la propuesta es «un punto medio» entre los intereses de viandantes y hosteleros para «ordenar el suelo que es de todos», velando tanto por que las terrazas «no molesten» a los vecinos como por que los dueños de los negocios puedan desarrollar su actividad. «Los vecinos ganarán, pero seguro que no estarán de acuerdo con todo; y la hostelería perderá, pero tendrá que estar de acuerdo», ha reconocido.

La regidora ha presentado el proyecto en una rueda de prensa en la que ha explicado que la anterior ordenanza data de 2013 y está «obsoleta» tras el cambio de concepto de terrazas surgido a raíz de la pandemia de Covid-19. «Ahora no nos importa que haga frío y estar al aire libre tomando algo, o que haga calor y estar en una terraza al sol», ha dicho. Además, la nueva normativa debe ajustarse a la ordenanza del ruido y a la Ley de Accesibilidad.

HORARIO, LIMPIEZA, ACCESIBILIDAD Y RUIDO

Con todos estos objetivos, la ordenanza que ha lanzado el equipo de Gobierno incluye varios cambios como el del horario, restringido hasta las 00.30 todos los días -sin discriminar en fines de semana- salvo en Semana Grande, cuando se ampliará en dos horas. No podrá haber mostradores ni barras en la calle, ni tampoco elementos de cocina salvo en el Barrio Pesquero.

También destaca que la limitación física de las terrazas será «mucho más visual» con esas tachuelas que se colocarán incrustadas en el suelo para no provocar tropiezos. Según la alcaldesa, «con esto ahorramos mucho trabajo», por ejemplo a la Policía en su labor de control para evitar que se ocupe más superficie de la autorizada, «y además es imagen de ciudad».

En cuanto a la limpieza, se establece que deberá ser «exhaustiva» y que deberá colocarse una papelera cada diez mesas, además de tener que recogerse el mobiliario -apilable- cada día. Y en materia de accesibilidad, deberá haber una mesa «accesible» cada seis y la terraza no podrá cruzar viales de circulación -con excepciones en plazas, alamedas y parques-, pasos para viviendas, vados, entradas a comercios, pasos de peatones, etcétera.

Para cumplir la normativa, se podrán instalar terrazas en aceras de más de tres metros, teniendo en cuenta que la Ley de Accesibilidad obliga a separarlas 50 centímetros de la fachada y tener 1,80 metros de paso libre.

Se permitirá la colocación de estufas y nebulizadores de agua, y será obligatorio tener extintores.

Podrá tener una terraza cualquier titular de un local de hostelería o de un negocio cuyos epígrafes estén relacionados con ella, siempre que sea la actividad principal. Deberá solicitar la licencia cualquiera que quiera ocupar un espacio en la calle, bien sea en suelo público o en suelo privado de uso público -como en soportales-. No será necesario renovar esa licencia cada año si no cambian las condiciones de la instalación.

Entre los requisitos para obtenerla figuran no tener deudas ni multas de control ambiental y no haber hecho obras sin licencia. En cuanto a las obligaciones, además de velar por el aforo y el ruido, la autorización implica tener un seguro y pagar una fianza para posibles desperfectos causados por la instalación.

SANCIONES

La ordenanza propuesta también incluye un nuevo régimen sancionador que clasifica las infracciones en leves, graves o muy graves, e implica multas de hasta 3.000 euros.

Como faltas leves -750 euros- se entienden la falta de ornato o limpieza en la terraza y su entorno; el deterioro en el mobiliario urbano; la ocupación de mayor superficie de la autorizada, sin superar un 10% más; rebasar el horario permitido hasta media hora o superar el aforo hasta un 10%.

Entre las graves -de 750 a 1.500 euros- está, por ejemplo, tener más de dos leves en el año; ocupar mayor superficie de la permitida superando el 10%; no retirar diariamente la terraza; instalar equipos de música o televisores con voz; incumplir el horario en más de media hora o superar el aforo entre un 11% y un 20%.

Y en las muy graves -de 1.500 a 3.000 euros- se contempla tener dos graves en el año; provocar molestias graves a los vecinos; no recoger la terraza habiendo sido requerido para ello y habiendo superado la falta grave; superar el aforo en más de un 21% o instalar más mesas y sillas de las autorizadas, entre otras.

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