El impacto del arancel norteamericano del 15 % será moderado en Cantabria y podría rondar los 9,8 millones

La Cámara de Comercio de Cantabria analiza las posibles consecuencias económicas del acuerdo entre la UE y EE UU, oficializado este jueves

La Unión Europea ha cerrado este jueves el acuerdo formal con Estados Unidos para un arancel general máximo del 15% a sus exportaciones, que se aplicará también a sectores como el farmacéutico y los semiconductores. En el caso de los vehículos, se produce una rebaja desde el 27,5% actual, pero queda queda condicionada a un mayor acceso de los productos agrícolas y alimentarios estadounidenses. En el caso de Cantabria, el impacto será menor, ya que el volumen de negocios con el país norteamericano también lo es, según un estudio de la Cámara de Comercio de Cantabria.

La Cámara cántabra reconoce en su informe, basado en el análisis realizado a nivel estatal, que “la economía cántabra estará menos afectada que la media española ante los aranceles impuestos por Trump, fundamentalmente por su menor volumen de negocios con EE UU”. Aun así, señala a las empresas del sector del acero y la metalurgia de Cantabria como las más expuestas a los posibles aranceles derivados del acuerdo finalmente sellado entre EE UU y la UE.

No obstante, también matiza que las cifras finales dependen de la interacción de otros factores —todavía impredecibles—, como un posible crecimiento o recesión de EE UU o del resto de socios europeos, que podrían condicionar su capacidad de compra. Esto afectaría tanto al consumidor estadounidense, que finalmente asumiría los sobrecostes derivados de los aranceles, como a otros países asociados que, si logran paliar los efectos de los gravámenes, no verían afectado su consumo exterior.

Asimismo, se recuerda que la política arancelaria y proteccionista de Trump no es tan novedosa como podría parecer. Durante su primer mandato, en junio de 2018, impuso aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio procedentes de Europa; y en octubre de 2019 se aplicaron aranceles del 25% a ciertos productos agroalimentarios europeos. “Es muy difícil precisar si los efectos de esa política comercial se notaron en la economía cántabra, dados los efectos del COVID en el comercio internacional, que hacen que la muestra de esos años esté muy distorsionada”, puntualiza la Cámara en su informe.

En este sentido, la Cámara de España señala que “el incremento de las tarifas arancelarias tuvo un impacto limitado en las exportaciones totales de bienes destinados al mercado estadounidense desde España”, aunque sí reconoce que las manufacturas de hierro y acero se vieron especialmente golpeadas por el alza de precios. En 2021, la UE y EE UU acordaron eliminar los aranceles, pero la recuperación de las exportaciones de acero y aluminio a partir de 2022 fue solo parcial, sin llegar a recuperar los niveles previos a la crisis de 2018, como también ocurrió en Cantabria.

En cuanto a los aranceles de 2018-2019 sobre los productos agroalimentarios, la incidencia en las empresas cántabras fue más moderada y, de hecho, las exportaciones agroalimentarias de Cantabria hacia EE UU alcanzaron su máximo histórico.

 

Acuerdo final: un arancel generalizado del 15% y compromisos comerciales

Tras un largo periodo de amenazas por parte del presidente Trump sobre la implantación de aranceles desorbitados —llegó a anunciar un 30%— para la Unión Europea, el pasado 27 de julio de 2025 se cerró un acuerdo que incluye un arancel generalizado del 15% para los 27. Cabe destacar que ya existía uno previo del 5%, por lo que la subida final es, de facto, de 10 puntos, y de hasta el 50% para el acero y el aluminio.

Además, el acuerdo ya firmado también incluye otros compromisos por parte de la UE. Algunos productos específicos, se verían beneficiados por el acuerdo a cambio de condiciones en otras áreas, como en el caso del sector de la automoción, los coches y componentes europeos que verán rebajos sus gravámenes -que hasta ahora se situaban en el 27,5%-, para quedar bajo el paraguas del 15%. Esta medida está condicionada por parte de Washington a que la UE conceda acceso preferencial a su mercado, eliminando aranceles a productos pesqueros y agrícolas estadounidenses, incluidos frutos secos, productos lácteos, frutas y verduras frescas y procesadas, alimentos procesados, semillas para siembra, aceite de soja y carne de cerdo y bisonte.

Sobre este acuerdo, la Cámara apuntaba en su informe que “si bien es cierto que la economía española no está tan expuesta como otros socios europeos, es obvio que la medida afectará a la economía española en general y a la cántabra en particular”.

En su análisis, se destaca que las exportaciones desde Cantabria hacia EE UU han representado, en los últimos cinco años, entre el 2% y el 2,8% del total, ya que el comercio con este país habría decrecido en favor de otros socios comerciales extranjeros. También habrá aranceles cero o muy reducidos, del 2,5%, se aplicarán desde septiembre a recursos naturales no disponibles como el corcho, todas las aeronaves y piezas de aeronaves, medicamentos genéricos y sus ingredientes, y precursores químicos.

Otro de los elementos del pacto comercial que ha generado más polémica son los compromisos de compras europeas de energía estadounidense por valor de 750.000 millones de dólares, en concreto de crudo, gas licuado y energía nuclear, e inversiones de 600.000 millones de dólares en la economía norteamericana en lo que resta de mandato del presidente estadounidense, y otros acuerdos de compras simialres aunque de carácter «no vinculante», en la compra de material militar a EE UU.

Previsiones del impacto en el comercio exterior cántabro

Tal y como analiza la Cámara, “Cantabria está menos expuesta que otras comunidades autónomas, dado que el porcentaje de sus exportaciones a EE UU es menor que el de otras regiones, y lo viene siendo desde 2020”. Durante 2024, la región cántabra representó el 0,53% de la exportación nacional a EE UU, un porcentaje inferior al que representa en el comercio con el resto del mundo, más cercano al 1%.

En el plano nacional, Cataluña, Andalucía, Madrid y País Vasco son las comunidades que lideran el comercio exterior con EE UU y, por ende, las que previsiblemente se verán más afectadas. Posible impacto de los aranceles La Cámara de España publicó un informe en el que, mediante un modelo propio, estima diferentes escenarios de subida arancelaria.

Según este estudio, ante un arancel como el finalmente pactado, del 15%, la economía cántabra -tomando como referencia los datos de exportación de 2024- “tendría un impacto aproximado de 9,76 millones de euros”. “Este impacto sería especialmente fuerte en los productos derivados del hierro y del acero, cuya caída ya se registró en 2024, y que absorberían en torno al 20% del total de la bajada”, plantea la Cámara cántabra.

Como señala el informe de la Cámara de España, “el impacto de un incremento en los aranceles de EE UU sobre las importaciones procedentes de España será diferente según el tipo de producto, dependiendo del arancel medio aplicado en la actualidad, del valor de las exportaciones de los distintos bienes, así como de la sensibilidad de cada capítulo exportador a estos cambios”.

En cualquier caso, múltiples factores económicos y políticos en el ámbito internacional podrían hacer variar las estimaciones realizadas por las Cámaras española y cántabra, que deben interpretarse como una guía orientativa dentro de un escenario complejo y altamente cambiante.

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