El vertedero de Castañeda recibe la autorización para tratar residuos con amianto
El anuncio de la resolución que lo permite ha sido publicado este lunes en el Boletín Oficial de Cantabria
El Gobierno de Cantabria ha concedido a la empresa propietaria del vertedero del Monte Carceña, en Castañeda, la autorización para poder acoger y eliminar materiales de construcción que contengan amianto y otros residuos con este tipo de minerales.
El Boletín Oficial de Cantabria (BOC) ha publicado este lunes la resolución dictada por la Dirección General de Medio Ambiente del Ejecutivo regional por la que permite la modificación no sustancial de la Autorización Ambiental Integrada otorgada a la empresa Integraciones Ambientales de Cantabria (IACAN) para incluir el amianto en el listado de los residuos que gestiona en sus instalaciones de Castañeda.
Está previsto que este vertedero, en el que se están ejecutando obras de ampliación, acoja, entre otros, los materiales con amianto procedentes del desmontaje de la antigua Residencia Cantabria.
En la resolución se indica que, según el Real Decreto que regula la eliminación de residuos mediante depósito en vertedero, se recoge que los materiales de construcción y residuos que contengan este mineral «podrán eliminarse en vertederos para residuos no peligrosos, sin realización previa de pruebas, a condición de que se cumplan» varios «requisitos».
Así, se precisa que los residuos no deberán contener sustancias peligrosas distintas del amianto aglomerado, incluidas las fibras aglomeradas mediante un aglutinante o envasadas en plástico o sistemas similares que garanticen la imposibilidad de emisión de fibras durante su manipulación, y que en la celda en que se depositen no se deberán introducir otro tipo de residuos y esta sea «suficientemente estanca».
También se indica que la manipulación de los residuos de amianto que lleguen al vertedero envasados se realizará de forma que no se produzca la rotura ni del contenido ni del continente del embalaje.
Y para evitar la dispersión de fibras, la zona de depósito se cubrirá diariamente y antes de cada operación de compactado con material adecuado que no contenga elementos angulosos que puedan producir daños por punzonamiento y, si el residuo no está envasado, se regará periódicamente.
Para evitar la dispersión de fibras se colocará sobre el vertedero o la celda una cubierta superior final de material adecuado que no contenga elementos angulosos que puedan producir daños por punzonamiento.
En el vertedero o la celda no se efectuará ninguna obra que pudiera provocar la liberación de fibras.
Y una vez clausurado el vertedero o la celda, la entidad explotadora del vertedero conservará un plano con la ubicación, en planta y en alzado, de los residuos de amianto, información que deberá ser remitida al órgano ambiental competente de la comunidad autónoma.
También se establece que se tomarán las medidas apropiadas para limitar los usos posibles del suelo tras el cierre del vertedero para evitar el contacto humano con los residuos.
Además, se recuerda que se deberán cumplir las disposiciones de seguridad y salud aplicables para los trabajadores que estén expuestos o sean susceptibles de estar expuestos a fibras de amianto o de materiales que lo contengan.
En la resolución se indica que, antes de gestionar los residuos de materiales de construcción que contengan amianto y otros residuos de amianto, deberá presentarse una memoria justificativa ante la Dirección General de Medio Ambiente y Cambio Climático sobre el cumplimiento de todos estos requisitos.



