El Estado demolerá la antigua fábrica de SIMSA en Pontejos
Llevará a cabo una recuperación ambiental de la zona
El Gobierno de España, a través del Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO), va a demoler las estructuras abandonadas durante décadas de la antigua fábrica de SIMSA en Pontejos, en el municipio de Marina de Cudeyo, y realizará una recuperación ambiental de los terrenos de la zona.
Para ello, el Gobierno ha dado ya el primer paso, con la licitación del contrato para la redacción del proyecto de desmantelamiento de las instalaciones y la restauración del dominio público marítimo-terrestre.
La delegada del Gobierno en Cantabria, Eugenia Gómez de Diego, lo ha anunciado este miércoles durante una visita a la zona junto al alcalde del municipio, Pedro Pérez Ferradas, y el jefe de la Demarcación de Costas en Cantabria, José Antonio Osorio.
Ha detallado que la actuación se desarrollará en dos fases y afectará a unas 20 hectáreas, de las que aproximadamente 85.000 metros cuadrados están ocupados por construcciones industriales en «estado ruinoso».
Gómez de Diego ha subrayado que «el Gobierno de España da un paso firme y tangible para la recuperación ambiental de un espacio degradado durante décadas, que volverá a integrarse en el entorno natural del municipio y del litoral cántabro».
La delegada ha destacado además la implicación del MITECO, dirigido por Sara Aagesen, «cuya receptividad ha sido total desde el primer momento, atendiendo a la solicitud de ejecución subsidiaria trasladada por esta Delegación a instancias del Ayuntamiento».
Según ha recordado, esta demolición fue «una de las prioridades» que el alcalde planteó a la delegada en una de las primeras reuniones que mantuvieron tras su llegada a la Delegación del Gobierno. «Hoy ese compromiso se convierte en acción administrativa concreta», ha añadido.
El alcalde, por su parte, ha mostrado su satisfacción por este primer paso en la recuperación de ese área. «Es una zona con condiciones pésimas, que llevaba demasiado tiempo abandonada y suponía un problema, además de una mala imagen para uno de los accesos principales a nuestro municipio», ha subrayado.
En cuanto al futuro del espacio, el alcalde ha apostado por una recuperación basada en el respeto ambiental. «Soy bastante humilde en mi reivindicación: me conformo con que sea un espacio natural donde pasear, hacer deporte, disfrutar del entorno. No busco grandes infraestructuras, sino un lugar digno y natural», ha afirmado.
DOS FASES
La primera fase, ya iniciada con la licitación del contrato, contempla la redacción del proyecto para la demolición de las estructuras existentes y la retirada de residuos, como también la caracterización de suelos y aguas para determinar el alcance de una posible contaminación derivada de las actividades fabriles históricas.
Esto incluye trabajos técnicos como topografía, geotecnia, y un plan de muestreo que permita analizar el nivel de contaminación de los suelos.
Esta actuación, impulsada técnicamente por la Demarcación de Costas en Cantabria, cuenta con un presupuesto base de licitación de 44.038,56 euros y un plazo de ejecución de seis meses.
Los terrenos, situados en la margen derecha de la ría de Tijero, estaban bajo concesión desde 1909 a la sociedad Minas de Complemento. En 2018, la Dirección General de la Costa y el Mar declaró la caducidad de la concesión y ordenó el levantamiento de las instalaciones, lo que fue recurrido por la empresa Sociedad Ibérica de Molturación SA (SIMSA), sin éxito.
La Audiencia Nacional desestimó el recurso en sentencia de mayo de 2022, que fue firme tras la inadmisión del recurso de casación por parte del Tribunal Supremo en febrero de 2023.
Ante la falta de cumplimiento por parte de la empresa -que no presentó el proyecto de demolición ni depositó la fianza de 872.835 euros exigida-, el alcalde de Marina de Cudeyo solicitó al Gobierno la ejecución subsidiaria, una petición que fue trasladada por la delegada al MITECO y que ahora ha procedido a su licitación.
Una vez redactado y ejecutado el proyecto de la primera fase, se dará paso a una segunda que incluirá el diseño definitivo de la recuperación de los suelos, en función del grado de contaminación detectado.
De este modo, la segunda fase consistirá en la redacción y ejecución de un proyecto integral de recuperación ambiental, que restaurará por completo este espacio natural y devolverá este dominio público a su estado legal y ecológico adecuado.