El cineasta cántabro Carlos Abascal debuta en Francia con un ácido retrato de su política

El director reside en París y ha contado con varios de los actores más conocidos del país para su ópera prima

El 3 de septiembre se estrenaba en 400 cines de Francia el primer largometraje del cántabro Carlos Abascal Peiró. Se trata de ‘Fils de’ (‘El hijo de’), un premonitorio trasunto de lo que ocurre en estos momentos en la política gala, a medio camino entre el drama y la comedia. Con un presupuesto de casi 5 millones de euros, muy superior al que ha podido disponer nunca un director español para su ‘opera prima’, el film ya había conseguido el premio a la mejor película en el festival de La Baule, y está recibiendo críticas muy favorables.


Carlos Abascal Peiró es un cántabro que no nació en Cantabria (lo hizo en Cuenca, donde trabajaban en ese momento sus padres) y reside en París desde hace años. Sus amigos de Santander y de otras partes de España que asistieron en la capital francesa al preestreno de su primer largometraje quedaban sorprendidos al encontrarse afiches de la película por toda la ciudad y no se imaginaban la expectación generada en el cine francés por su película ‘Fils de’ (‘Hijo de’). Previamente, el film ha pasado por el festival de cine y música de La Baule, donde ganó tres premios, el de mejor película, el favorito del jurado a la mejor interpretación para el actor Sawsan Abès y el concedido a la mejor música.

Una escena de la película, con François Cluzet.

Carlos, que no ha perdonado su visita veraniega a Santander, donde siguen residiendo su padre, el catedrático de literatura y poeta Fernando Abascal, y su madre, la reumatóloga del Hospital Valdecilla Enriqueta Peiró, no acababa de creerse del todo que su película, un melodrama político, haya sido encasillada en el género de comedia, pero a la vista de su permanente punto de ironía y de que la actualidad francesa se ha empeñado en remedar su argumento, lo acepta divertido. De hecho, el público no deja de reirse de esta crónica periodística de política ficción que cada vez es menos ficción y más sainete. 

Premonitoria actualidad

El argumento ya fantaseaba con lo que ha acabado pasando en Francia estos días, un sentido de la anticipación que la prensa gala no deja de recalcar: La película se sitúa una semana después de las elecciones presidenciales, cuando el incierto resultado hace que país siga buscando un primer ministro. El protagonista, Nino, un joven y ambicioso asistente parlamentario, recibe el encargo de convencer a su padre, Lionel Perrin, un viejo líder retirado para que acepte el cargo. Pero ha roto lazos con la política… y con su hijo. Nino se encuentra envuelto en una carrera frenética donde todo vale y donde nadie sale bien parado. Tiene 24 horas para salvar su carrera, la relación con su progenitor y hasta el futuro de Francia.

A partir de ahí, todo es posible, como está demostrando la realidad. Y lo más sorprendente es que Abascal rodó la película en los primeros meses de 2024, cuando nadie podía presumir lo que ocurriría poco después en el país, una auténtica gymkana para encontrar al siguiente líder del gobierno, tras unas elecciones legislativas anticipadas que abrieron una crisis política que aún colea.

“Cuando uno no persigue la realidad, la realidad al final le persigue a uno”, admitía entre risas Abascal poco antes del estreno, y haciendo votos para que a los franceses le queden ganas de ir al cine a reírse de una historia tan parecida a los titulares que copan los periódicos.

Actores de primera línea

En ‘Fils de’, Carlos Abascal Peiró ha contado con actores de gran prestigio en Francia, como François Cluzet, que en 2011 interpretó a un millonario tetrapléjico en la película de éxito mundial ‘Intocables’. Con varios de ellos ha trabajado en sus cortometrajes anteriores, como Nathalie Richard (Jupiter! – 2018), Francis Leplay ( Opération Finot – 2020) y Olivier Broche (L’Empoté – 2021). 

Durante más de una hora y media, ‘Fils de’ se mueve vertiginosamente entre el melodrama a la sátira. Se critica tanto a políticos como a periodistas, dos entornos que el joven cineasta (que ha sido periodista) conoce bien.

Los principales intérpretes de la película.

Con estos ingredientes y un guión trepidante y lleno de guiños divertidos, crea una película coral en la que difumina las fronteras entre la vida privada y la pública a partir del personaje de Nino, que intenta a toda costa distanciarse de su padre, pero termina pareciéndose a él mucho más de lo que le gustaría reconocer.

Aunque resulte una sátira, el guión –que ha escrito el propio Abascal– también rinde un sutil homenaje a un periodo muy concreto de la historia del cine: el Hollywood de los años 80 y 90, reflejado en unos colores brillantes y pegajosos, y a un héroe republicano español, Amado Granell, que al frente de la columna La Nueve liberaron París en 1944­. Un personaje, por cierto, que muchos años después acabó teniendo una anodina tienda de electrodomésticos en Santander, sin que nadie supiese realmente quién era, aunque esa es otra historia. 

La música es una de las agradables sorpresas de la película y Carlos es capaz de integrar con gracia melodías de jazz con canciones de Julio Iglesias, una forma, dice, de homenajear a las madres de sus amigos, quienes, dice, le preparaban bocadillos de salchichas que no le permitían comer en su casa.

Abascal ha hecho anteriormente varios cortos, también en francés, por los que obtuvo el premio François-Victor Noury que concede la Academia gala de Bellas Artes y el Instituto de Francia para impulsar la carrera de jóvenes cineastas. Por el primero de ellos ya recibió en 2019 el premio del jurado en el Festival Internacional de Cortometrajes de Clermont-Ferrand.

Un español en la FEMIS

El afiche de la película.

Después de pasar por los Agustinos, Carlos Abascal, que obtuvo la tercera mejor nota de ese año en la EBAU, optó por la Universidad Carlos III de Madrid, donde se graduó en Periodismo y Comunicación Audiovisual, aunque su intención siempre fue hacer cine. Tras realizar prácticas en varios periódicos de Madrid, se hizo un hueco en la delegación de la Agencia Efe en París, un país en el que se mueve con absoluta soltura, dado que una rama de su familia materna es francesa y el francés ha sido su segunda lengua.    

Aprovechando su presencia en París, cursó un Máster de estudios fílmicos en La Sorbona, pero su auténtica hazaña fue acceder a la muy selectiva Escuela Nacional de Cinematografía francesa, La FEMIS, que apenas convoca media docena de plazas cada año, entre las que rara vez hay un extranjero. Diplomarse en dirección de cine en La FEMIS le ha servido para poder abordar esta producción, a la que se ha lanzado con dos excompañeros, ya que juntos han fundado la productora Fair Play, que prevé hacer más películas. A pesar de su nula experiencia en estas tareas, consiguieron financiación para un proyecto que partía con un presupuesto inicial de 4,5 millones de euros, una cifra que en el cine español alcanzan pocas películas, y que también en Francia le ha permitido contar con algunos de los actores más famosos del país.

Un presupuesto de película ‘grande’

Desde detrás de la cámara, Abascal reconoce que uno “no es el mismo espectador que director”, porque aunque fue un adolescente cinéfilo impactado por el cine francés de los años 60, cuando le llegó la oportunidad de hacer su propia película se ha acordado más de los filmes de Hollywood que veía de pequeño en sus tardes de televisión y de sus libros de piratas y detectives.

Por eso, a la hora de pedir financiación, más que como una comedia política, presentaba ‘Fils de’ como una película de aventuras, un ‘Indiana Jones y la última cruzada’ en la que el Santo Grial es el Palacio de Matignon, residencia de los primeros ministros franceses.

Por el momento, la película no tiene distribuidora en España, pero sus perspectivas comerciales en Francia son buenas y la producción está prácticamente financiada, al haber logrado que tanto la cadena pública de televisión gala como una privada hayan adquirido los derechos para el estreno en Tv, en un caso, y para los sucesivos pases televisivos, en el otro. 

Grandes críticas

La película he tenido críticas muy estimulantes. Para Charlotte Garson, editora jefe de Cahiers du Cinéma es “Una comedia contundente, impulsada por una sátira voraz y un ritmo frenético. Formalmente, algunas ideas de dirección son audaces”. Otro crítico de prestigio, Adrien Dénouette, ha sentenciado: “Una película de formidable eficiencia americana: brillante, precisa, ¡casi coreografiada! Alex Lutz [el actor que interpreta al padre de Nino] es una auténtica joya de la comedia, de un virtuosismo excepcional. Encarna el alma de la película, aunque, por desgracia, solo tenga un papel secundario. La película habría mejorado con un ritmo más lento: todo va muy (demasiado) rápido, dejando poco espacio para la risa. Dicho esto, es innegable la sensación de eficiencia y saber hacer que hay detrás de esta primera producción. El tema era ambicioso y el resultado, prometedor. ¡Estoy deseando descubrir el resto de su carrera!”.

Queda por saber si encontrará el favor de los espectadores en los cines, pero ya ha tenido alguno de excepción: desde la presidencia de la República pidieron una copia antes del estreno. Quizá les aporte ideas para resolver el complicado dilema que tienen por delante, tras la caída del primer ministro Bayrou.

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