Cantabria es la cuarta región con la tasa más alta de absentismo laboral por incapacidad temporal

La tasa de absentismo por incapacidad temporal (IT) en Cantabria se situó en el 6,8% en 2023, superior a la media nacional (5,6%) y la cuarta más elevada por comunidades tras Canarias (7,4%), País Vasco (7,1%) y Galicia (7,1%).

Así lo refleja un estudio sobre la evolución de la incapacidad temporal y la siniestralidad en España realizado por la mutua Umivale Activa y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie).

A nivel nacional, el coste asociado a los días de baja por IT alcanza los 81.574 millones de euros anuales en términos de Producto Interior Bruto (PIB), un 5,4% del total nacional y 25.900 millones de euros más de coste total al año que en 2018, lo que supone un incremento del 47%.

De acuerdo con este informe, España es uno de los países de la UE con mayor tasa de absentismo por IT y con el ritmo de crecimiento más acelerado. Entre 2018 y 2023, el número de jornadas laborales perdidas por IT en el Régimen General ha pasado de 242 millones a 368,7 millones, con un aumento del 52%.

Estos niveles de bajas laborales, que representan un 5,6% de jornadas no trabajadas en un año sobre las potenciales, equivalen a que un millón de trabajadores hubiera estado de baja cada día de 2023 o alternativamente, que cada trabajador estuviera 20 días al año ausente por IT (5 días más que en 2018), apunta el informe.

Este trabajo ha sido dirigido por los investigadores del Ivie José María Peiró y Lorenzo Serrano y elaborado por un equipo integrado por Francisco J. Goerlich, Consuelo Mínguez y Fernando Pascual, por parte del Ivie, y Marija Davcheva y Juan Miguel Mesa, por parte de Umivale Activa.

La principal novedad de este informe es que se ha dispuesto para 2016-2023 de los microdatos de la Estadística de IT del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, en la que se recogen más de 62 millones de procesos anonimizados.

Además, los autores del informe han cruzado toda esa información con la ofrecida por los microdatos de la Muestra Continua de Vidas Laborales (MCVL) y también se ha trabajado con los microdatos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE).

AUMENTAN LOS PROCESOS DE IT LARGA DURACIÓN

El estudio señala que el aumento de las incapacidades temporales se ha concentrado en los procesos por contingencias comunes (enfermedades no profesionales o accidentes no laborales) y no en los de contingencias profesionales (accidentes de trabajo o enfermedades profesionales), que son gestionadas principalmente por las mutuas y que han permanecido prácticamente estables.

Los procesos de larga duración (más de 365 días) son los que más han crecido durante los últimos años, hasta llegar a duplicarse, pasando de 83.000 en 2018 a 167.000 en 2023. Aunque sólo representan el 2,4% de los procesos finalizados en 2023, concentran el 34,1% de los días totales de baja.

Los días perdidos correspondientes a este tramo han aumentado un 87% en los últimos seis años, frente al 35% de las bajas inferiores a 12 meses, y suponen 110 millones de días de baja.

Otro factor fundamental que también contribuye a los niveles máximos de IT es el incremento de las jornadas perdidas de las personas que acumulan más de un proceso en 12 meses. Según el informe, más del 50% de los trabajadores con baja activa en 2023 fueron repetidores, «una cifra en constante ascenso que explica por sí sola la práctica totalidad del aumento del absentismo por IT en los seis años estudiados» en el informe.

«De hecho, el porcentaje de personas repetidoras sobre el total de población protegida se ha incrementado un 55% desde 2018. Estos casos, pese a ser sólo el 16,6% de los trabajadores, concentran el 69,6% de las bajas y el 64,5% de las jornadas perdidas, 12,6 puntos más que en 2018, siendo responsables de prácticamente la totalidad del aumento del indicador de absentismo por IT en el periodo 2018-2023», subraya el informe.

SALUD MENTAL Y ‘ALGIAS’ GENERAN MÁS DE LA MITAD DEL ABSENTISMO POR IT

Además, el estudio apunta que las patologías más difíciles de objetivar, como las algias (lumbalgias, cervicalgias, dorsalgias…) y la salud mental generan más de la mitad del absentismo por IT. Si las jornadas perdidas aumentan un 52,3%, los procesos cardiovasculares, oncológicos y traumatológicos empeoran por debajo de la media (42,9%, 39,8% y 29,9% respectivamente), mientras que las ‘algias’ suben un 56,5% y la salud mental un 111,4%.

Estas dos patologías concentran el 51,1% del indicador de absentismo por IT, mientras que el resto de los diagnósticos aporta el otro 48,9%, y su crecimiento representa dos tercios del aumento de los días de baja por IT.

Además, las bajas por problemas de salud mental y ‘algias’ suponen el 56,1% de los procesos en vigor de larga duración y ambas han ido ganando peso en los años posteriores a la pandemia, señala el informe, que indica además que estas dos patologías también se encuentran entre las de mayor repetición.

Así, el 37,7% de los trabajadores con repeticiones y bajas activas en 2023 tiene como principal diagnóstico (el de mayor duración) las algias (25,4%) o la salud mental (12,3%).

Por sexos, las mujeres registran mayores valores en el indicador de absentismo por IT (porcentaje de jornadas anuales perdidas sobre las potenciales), con el 6,4%, frente al 4,8% de los hombres. Destaca, en este sentido, la mayor contribución de la salud mental en las jornadas perdidas de las mujeres (21% frente a 15% de los hombres).

El informe también constata la disparidad de resultados en función de la edad, con un indicador de IT del 3% en el caso de los jóvenes entre 16 y 29 años y del 9,6% en el caso de los trabajadores entre 60 y 64 años. De hecho, el 20% del incremento del indicador de IT corresponde a las jornadas perdidas por estos trabajadores con edades próximas a la jubilación y el 70% para los de 50 y más años.

En cuanto a las diferencias que se derivan de las características de los empleos, el informe detecta una probabilidad ligeramente mayor de sufrir una IT en los trabajadores con contrato indefinido y a jornada completa. Además, la probabilidad también es mayor, hasta 17 puntos porcentuales, en el caso de las ocupaciones menos cualificadas.

Por sectores, el estudio detecta las mayores tasas de absentismo laboral por IT en las actividades administrativas y servicios auxiliares (ETT’s, servicios de seguridad, limpieza), las relacionadas con suministro de agua y actividades de saneamiento, y las actividades sanitarias, con porcentajes de jornadas perdidas por encima del 7%.

Por el contrario, las menores tasas de absentismo se dan en el sector de información y comunicaciones (2,4%) y actividades profesionales, científicas y técnicas (2,6%).

Por comunidades, las mayores tasas de IT se registran en Canarias, País Vasco y Galicia, que superan el 7% de jornadas perdidas en 2023. Por el contrario, los menores porcentajes se dan en Baleares, La Rioja y Madrid, donde no superan el 5%.

Según el informe, los cambios en la tasa de paro explican más de tres cuartas partes de la variabilidad temporal del absentismo por IT no explicado por el territorio o las características personales y del empleo.

«Durante las crisis, ante una tasa de paro al alza y la reducción de las oportunidades laborales, los trabajadores tienden a ser más reacios a solicitar bajas y a su prolongación, mientras en las fases expansivas sucede lo contrario», afirma el estudio.

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