HOTEL MARINA DE CAMPIOS
Una casona del siglo XIX a la espera de que una cuidadosa rehabilitación le devolviera su antiguo esplendor, y el deslumbramiento que en sus actuales dueños produjo el ambiente creado por Paco Entrena en el Hotel Camino Real, de Selores, han confluido en la apertura en el corazón de Comillas de un nuevo establecimiento hotelero.
El hotel Marina de Campíos, un establecimiento de tres estrellas que por su espectacularidad aparenta disponer de alguna más, ofrece a los visitantes la singularidad de disfrutar de todas las comodidades en un entorno que se aleja de la estética hotelera convencional y que evoca en su mobiliario y en la distribución de espacios, a la vida cotidiana en una casona tradicional. Muebles antiguos, lámparas de época, telas cuidadosamente escogidas, camas con dosel, una decoración individualizada para cada estancia, y los colores cálidos y acogedores que definen la huella de Paco Entrena en la decoración de interiores, distingue a este nuevo establecimiento hotelero que ha abierto sus puertas el pasado mes de julio y que está pensado para permanecer abierto todo el año. Su objetivo es el turismo de fin de semana que acude regularmente a Comillas y que hasta ahora no contaba con una oferta de esta naturaleza en la propia localidad.
Situado en el barrio de Campíos, junto a la plaza del Corro, el hotel cuenta con doce habitaciones repartidas en tres plantas, cuyos precios oscilan en temporada alta entre las 16.000 pesetas de las habitaciones con mirador, las más espaciosas, y las once mil de las más pequeñas. Todas las habitaciones, que llevan nombres relacionados con el mundo de la ópera –una seña de identidad del establecimiento que responde a la afición por la música del propietario– son dobles y cuentan con bañera de hidromasaje, T.V y minibar. La ausencia de parking debido a su emplazamiento en pleno casco urbano, ha determinado que no fuera posible su calificación como hotel de cuatro estrellas.
La parte posterior de la casona ha sido convertida en una terraza decorada con un impresionante mural de Carmen van den Eyde, habitual colaboradora de Paco Entrena. Un acogedor piano-bar completa las instalaciones de este nuevo establecimiento.
La familia Mateos, propietaria del establecimiento, está levantando en un edificio anexo una ampliación del hotel, que pasará a contar con diez habitaciones más, una bodega y un salón de reuniones.
