De vertedero industrial a parque
La rehabilitación de zonas industriales degradadas ha venido a colmar una vieja aspiración de los habitantes de Torrelavega. El paraje de La Viesca, un antiguo vertedero de 165.000 m2 situado en la margen izquierda del Besaya y utilizado durante muchos años por AZSA para su explotación minera, se está transformando en un espléndido parque, que será el gran pulmón verde de la ciudad.
En noviembre concluyó la primera fase del plan de rehabilitación que la Consejería acomete a través de la Empresa de Residuos de Cantabria. Menos ambicioso pero más realista, teniendo en cuenta los recursos disponibles, que el macroproyecto anunciado por el anterior titular de la Consejería, José Luis Gil, el plan ha requerido en esta primera fase una inversión de 1,2 millones de euros.
Aunque la realización de este proyecto estaba ya en la agenda del Gobierno anterior, que compró a AZSA el entorno de las oficinas y el antiguo hospital minero, la precaria situación financiera de la Empresa de Residuos en la etapa de José Luis Gil, imposibilitó la puesta en marcha de las actuaciones que había previsto el Ejecutivo del PP, presupuestadas en 6,6 millones de euros. El Gobierno presidido por Sieso contaba con ser auxiliado por fondos de la Unión Europea para ejecutar un macroproyecto destinado a convertir La Viesca en un gran centro de ocio, con infraestructuras deportivas, una granja escuela, un museo de la minería, un rocódromo y hasta un albergue con capacidad para treinta personas.
El Gobierno actual heredó los terrenos pero no la financiación, que sobrepasaba con mucho las capacidades financieras de la Consejería de Medio Ambiente, y tras sanear la Empresa de Residuos, comenzó a finales de 2003 las obras de rehabilitación, que se han orientado hacia la recuperación ambiental de La Viesca como un gran espacio verde.
La intención es proceder a la recuperación integral de toda la zona antes de concluir el 2007 y, en una segunda fase que ahora se acometerá, se prevé la instalación de un área destinada a huertos educativos y de ocio y la rehabilitación del antiguo hospital de AZSA en La Barquera.
Recuperación paisajística
El hecho de que La Viesca esté en las proximidades de un gran núcleo urbano, como Torrelavega, ha aconsejado repartir el parque en varias zonas diferenciadas: espacios verdes de uso colectivo, pero en el que también existen pequeños rincones con más intimidad; zonas sombreadas; praderas; bosques; caminos y pequeñas aceras para hacer más cómodo el paseo a personas de todas las edades con el mínimo impacto paisajístico.
Desde la entrada, donde se ha acondicionado un espacio para el aparcamiento, parte un camino de losas y césped que sigue el trazado de la carretera. Como alternativa a la senda peatonal, se ha trazado un carril bici, aprovechando la caja de la antigua vía de ferrocarril por la que se transportaba el mineral de zinc.
Para lograr el asentamiento de la vegetación en las zonas verdes, que se encontraban muy degradadas y con suelos empobrecidos, ha sido necesario realizar una actuación previa de acondicionamiento, desbrozando la maleza y añadiendo tierra vegetal en las zonas regeneradas.
A la hora de reforestar, se ha buscado la coexistencia de especies autóctonas de arce silvestre, avellano o majuelo con otras ornamentales como el roble americano o el castaño de indias. En algunos lugares han comenzado a surgir de forma espontánea especies propias de la zona, como la cola de caballo, los helechos, el laurel, los robles, olmos y fresnos. Para potenciar esa revegetación natural se han plantado alisos y laureles y especies de importancia ambiental como el roble o el acebo.
La convivencia de árboles, especies arbustivas, helechos y herbáceas ha dado lugar a una diversidad paisajística en un entorno propicio para el asentamiento de pequeños mamíferos y roedores, aves rapaces, pájaros y especies de caza menor.
La recuperación de este antiguo espacio minero no es la única actuación de la Consejería en este terreno, ya que están previstas algunas otras en riberas y áreas urbanas degradadas.
