Los hosteleros celebran su gala con la euforia de un año magnífico para el sector

La Asociación de Hostelería apeló a las autoridades a que no pongan trabas horarias y refuercen el despegue de la primavera y el otoño

Los hosteleros de Cantabria están de celebración por los buenos resultados del año, pero no se conforman, quieren más. Así se reflejó en la gala anual de la Asociación de Hostelería en la que el gremio festejó la desestacionalización de la temporada turística y el aumento en un 3,5% de los resultados en el último año, sin bajar la guardia. Y para ello demandó la implicación activa de las instituciones. El presidente de la Asociación de Hostelería, Ángel Cuevas, demandó la implicación de la Consejería de Cultura y del Ayuntamiento de Torrelavega, al tiempo que mandaba un aviso a la Consejería de Presidencia, al oponerse al plan para restringir los horarios nocturnos de cierre de los establecimientos en determinados ámbitos y momentos del año.

Fueron las notas reivindicativas en una gala exultante, como corresponde a un año magnífico para el sector, que contó con la presencia del consejero de Turismo, Francisco Martín, y de la alcaldesa de Santander, Gema Igual. Faltó Revilla, quien se excusó, mediante un vídeo, ya que se encontraba en Madrid para recoger el premio a la ‘Región de Moda’, que le ha concedido a Cantabria la revista Cambio 16.

Tras los buenos resultados de 2016 y 2017, con un importante incremento de los visitantes, que les han permitido mejorar aún más los márgenes al subir los precios, los hosteleros cántabros quieren más. Cuevas utilizó el símil de la aviación para ilustrarlo: “Es el momento del despegue”, dijo.

El objetivo es ahondar en la desestacionalización del turismo, que por fin se está consiguiendo, y seguir aumentando un flujo de visitantes que ya ha propiciado un incremento del 5,4% en el empleo del sector. El turismo en Cantabria ha dejado de ser solo de veraneo y ahora se pretende reforzar la primavera y el otoño, dos estaciones de las que los hosteleros ya empiezan a mostrarse satisfechos.

Javier Lombraña, presidente de la Cofradía de la Santísima Cruz de Santo Toribio, sostiene, junto al presidente de los hosteleros, la escultura de José Cobo con la que cada año la Asociación reconoce a una persona o institución que ayuda a difundir la imagen de Cantabria. El Año Jubilar Lebaniego, que se conmemora este año, tuvo su peso en las deliberaciones del jurado a la hora de conceder el Premio Horeca 2017.

Tres son las armas de la Asociación de Hostelería para volar aún más alto: los acuerdos que ha alcanzado la Asociación, en la comercialización de entradas a las grandes instalaciones turísticas (caso del Parque de Cabárceno y del Centro Botín); los nuevos servicios a sus asociados, sobre todo para los negocios que abren; y las nuevas actividades, caso de la nueva Ruta de Coctelería y la apuesta por el Camino de Santiago, mediante acuerdos con las regiones del norte. Cuevas enmarcó estas iniciativas en la “paz social” obtenida tras la firma del convenio marco a cinco años con los sindicatos, y en la nueva Ley de Espectáculos, que simplifica el trámite de los permisos y retrasa en media hora el horario de cierre y recogida.

Pero también hay “turbulencias”, dijo, precisamente con los horarios de cierre. Avisó de que se opondrán a que el futuro desarrollo normativo de la Ley de Espectáculos restrinja los nuevos horarios de cierre.

Más turbulencias

A esta inquietud, suman los hosteleros la “deficiente regulación de los pisos turísticos”, en su particular lucha con la competencia desleal de los que alquilan sin tributar. También reclaman una adaptación de la normativa sobre terrazas “a los tiempos actuales”. “No se puede poner trabas a lo que no molesta a nadie”, justificó Cuevas, en una clara defensa de la flexibilización de las restricciones.

“Este avión es tanto vuestro como nuestro”. Siguiendo el símil de la noche, el consejero Francisco Martín refrendó el apoyo al sector y se mostró satisfecho de que “la gente no sólo venga a estar (en Cantabria) sino que viene a vivir”, tras lo cual ofreció un buen dato: el Aeropuerto Seve Ballesteros está a punto de superar la barrera del millón de viajeros en lo que va de año.

Gema Igual, alcaldesa de Santander, sacó a relucir las 900.000 visitas del Centro Botín y el incremento del 10% en el ingreso medio por habitación, así como la alta ocupación hotelera de la ciudad. Tanto ella como Martín destacaron que, por primera vez, el turismo se está desestacionalizando gracias a la oferta turística y cultural.

El premio de la noche fue el Horeca, que reconoce a una empresa o institución que –sin tener una relación directa con el ámbito turístico– contribuya a promocionar la imagen de Cantabria en el exterior. No sorprendió a nadie que en esta ocasión lo recibiera la Cofradía de la Santísima Cruz de Santo Toribio, creada en el siglo XII. Que se celebre el Año Santo Jubilar era la ocasión propicia para reconocer el aporte que la peregrinación al monasterio hace al turismo.

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