Los dos conductores implicados en la muerte del motorista niegan ante el juez que se ‘picaran’ entre ellos

Los dos conductores implicados en el accidente que costó la vida a un joven motorista de 19 años en la calle Castelar de Santander el pasado viernes por la noche han negado ante el juez que «se picaran» entre ellos antes de ocurrir el siniestro.

Así, en su declaración ante el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Santander, que envió a prisión a
ambos, el causante de la muerte, B.B., de 26 años, relató que venía de casa, iba solo en su vehículo y llegaba «tarde» a un cumpleaños.

Al parar en el semáforo de la entrada del túnel del Centro Botín, «se dio cuenta de que venía un coche a la izquierda» y le adelantó por el carril bus. Saliendo de la rotonda de Puertochico «lo volvió a ver y parecía que le iba a embestir», por lo que «hizo una maniobra para evitar el coche, invade el carril y colisionó con la moto» que conducía el fallecido.

Según su testimonio, al que ha tenido acceso Europa Press, tanto él como el conductor del otro coche «no se miraron por la ventanilla» y «no se picaron». También señaló que «piensa que no podía ir a más de 70» kilómetros/hora y que, al subirse a la mediana de la calle Castelar, donde se produjo el impacto, intentó «frenar» pero el coche «no le responde».

Además, dijo haber tomado tres cervezas y que «no consume drogas», pese a que según el atestado de la Policía Local, tanto él como el otro conductor implicado, dieron positivo en varias sustancias.

Por su parte, el otro conductor, A.B., de 31 años, declaró que iba a cenar con su novia a una hamburguesería de la S-20 y cuando iban en su coche por la recta del semáforo que está enfrente del Centro Botín vio un Audi «que venía muy deprisa».

Llegaron a la rotonda del Paseo de Pereda y «vio que el otro venía muy rápido» y luego «se metió a la izquierda y al entrar tan rápido el contraperalte de la rotonda le giró el coche».

Según su relato, la primera vez que vio al otro coche estaba parado en el semáforo y ya vio que «venía muy deprisa» y «no sabe si se saltó el semáforo, pero sí sabe que salió a fuego». Y que al tomar la bajada del túnel del Centro Botín «en ningún momento iban en paralelo» ambos vehículos, ni tampoco «venía picado» con el otro coche.

También señaló que iba sobre «los 50 no 60 kilómetros» y el otro vehículo, «al subirse al peralte por ir rápido, se le despegó el culo» y «ya estaba derrapando» cuando él entraba en la rotonda hacia Castelar, donde paró una vez ocurrido el accidente, después de que el otro conductor se saliera de la vía, cruzara la mediana y colisionara contra el ciclomotor que circulaba por la calzada contraria causando la muerte del joven santanderino.

Tras prestar declaración ante el juez, ambos fueron detenidos y se decretó su ingreso en el penal de El Dueso, en Santoña. En el caso de B.B. por un supuesto delito de homicidio por imprudencia y por dos supuestos delitos contra la seguridad vial: uno por conducción temeraria y otro por conducir bajo la influencia de alcohol o drogas.

Contra el otro implicado, A.B., se abrieron diligencias por dos supuestos delitos contra la seguridad vial, uno por conducción temeraria y otro por conducir bajo la influencia de drogas y, además, por otro supuesto delito de cooperador necesario de un homicidio por imprudencia.

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