Tantín en China
La editorial cántabra Tantín participará este mes en el Beijing International Book Fair 2009 con otras 24 empresas de la desasistida industria cultural de nuestro país, entre ellas el Grupo Anaya, Santillana Educación, SM, Robinbook, la editorial Océano o el Instituto Cervantes. Editoriales que acuden con el ánimo de abrirse camino en el inmenso mercado chino, una tarea para la que no cuentan más que con su iniciativa privada y el apoyo del ICEX que les ha otorgado una ayuda de 700 euros a cada empresa como bolsa de viaje.
La editorial cántabra está representada por su director José Luis Fernández que anteriormente ya llevó su empresa a las ferias internacionales, Franckfurt, Méjico y Egipto. Desde 1986 la editorial Tantín ha editado numerosas colecciones literarias, centrándose en los autores cántabros. Ahora acaba de completar uno de sus proyectos más ambiciosos, las Obras Completas de José María Pereda, una recopilación en once volúmenes en la que venía trabajando desde hace casi veinte años, y que está comentada por un equipo de prestigiosos especialistas internacionales en la obra perediana.
La presencia de la editorial cántabra en las ferias Internacionales no ha contado, según José Luis Fernández, con ningún apoyo de las instituciones locales. “Nosotros pertenecemos a la industria cultural, una industria que en muchos otros países está fuertemente apoyada por las instituciones públicas. Incluso aquí en España, en comunidades autónomas como Cataluña está siendo fomentada por los organismos públicos, pero en Cantabria uno tiene la impresión de que a todos aquellos que trabajamos en la cultura no se nos considera parte de una industria».
La oportunidad de la Capital Cultural
Cantabria está entre las cinco comunidades autónomas con un mayor índice de lectores. «Yo creo que la Consejería de Cultura está desarrollando una buena labor”, asegura el director de la Editorial Tantín: “A nosotros, por ejemplo, nos apoya comprándonos ejemplares de los libros más importantes que publicamos pero, a grandes rasgos, no parece que nuestras instituciones públicas consideren la cultura como industria ya que no hay ninguna promoción, ningún intento medianamente serio para impulsar nuestros productos en un mercado, como el nuestro, tremendamente competitivo».
El intento por convertir a Santander en la Capital Cultural para el año 2016 puede ser una oportunidad para que la iniciativa privada y la pública aúnen esfuerzos con el propósito de promocionar Cantabria dentro del panorama cultural nacional e internacional: «El recientemente constituido Gremio de Editores de Cantabria, o sea las seis editoriales que trabajamos en la región –Creática, Valnera, Estudio, Límite, Cantabria Tradicional y Tantín– tuvimos hace tiempo un contacto con el alcalde de Santander donde nos pidió que propusiéramos proyectos para la promoción de la ciudad pero la cosa no quedó en nada concreto. Yo tengo la impresión que, en realidad, no hay un plan estratégico claramente definido», lamenta Fernández.
Vender la cultura
El director de Tantín cree que «la cultura en Cantabria no está bien entendida. Yo he podido comprobar que en Europa las ciudades crecen y se desarrollan gracias a los servicios culturales que ofrecen. Aquí lo tenemos muy cerca, no hay más que fijarse en Bilbao. La cultura es un mercado donde cada uno trata de vender lo que tiene. Nosotros podemos vender playa, montaña, paisaje… Todo esto está muy bien, pero cuando hemos ido la Universidad de Birmingham y de Exeter presentando la obra de José María Pereda, eso genera un interés por Cantabria, un interés que se puede traducir en visitas, en negocios, quién sabe…. Eso es industria cultural. Todas las artes deberían contemplarse como una industria. Lo lógico es que hubiera alguien en la Administración pensando cómo podrían venderse nuestros pintores, por ejemplo, en Alemania. Estoy convencido de que ese esfuerzo institucional resultaría rentable».
Tantín, la editorial cántabra, está estos días en Beijing, la capital china. Vendiendo libros, cultura…
