Viesgo será italiana
La venta de Viesgo a Enel, propiedad en un 68% del Estado italiano, ha tranquilizado los ánimos en Cantabria y los ha removido en la comunidad vecina, donde la compañía cántabra tiene muchos intereses. Para Villar Mir, presidente de Hidrocantábrico y en su día presidente de Viesgo, era la oportunidad de adquirir un tamaño más competitivo (un 8% de cuota de mercado) y de racionalizar las instalaciones, ya que la mayor parte de los saltos de agua de Viesgo están en Asturias y las clientelas se entremezclan en aquella zona.
Para Endesa, en cambio, la venta de Viesgo era la oportunidad de devolver un favor a la italiana Enel que en julio le permitió entrar en aquel mercado con una operación de un tamaño muy semejante. Un favor que nunca se reconocerá, dado que la UE impide los intercambios de activos al entender que inducen a pactos de buena convivencia contrarios al objetivo de conseguir una auténtica liberalización del sector eléctrico.
La cuantía de la oferta no ha sido, desde este punto de vista, el factor más relevante. No obstante, Endesa había planteado la venta de Viesgo para hacer caja, y los 352.230 millones de pesetas que pagará el comprador son muy importantes para rebajar el fuerte endeudamiento acumulado por la compañía que preside Martín Villa como consecuencia de sus compras en el exterior.
141.000 millones de plusvalía
En la operación de Viesgo, que el Gobierno asturiano ha considerado “un cambio de cromos” y un agravio hacia Hidrocantábrico, Endesa ha obtenido unas plusvalías de 141.000 millones de pesetas, lo que pone de relieve la bonanza del mercado eléctrico y el bajo coste que tuvo para la compañía española hacerse en su día con la totalidad del capital de Viesgo.
La que se ha dado en llamar Nueva Viesgo es bastante más que la tradicional eléctrica cántabra, dado que se le han añadido centrales de carbón, fuel y saltos de agua repartidos por todo el país. El paquete incluía inicialmente dos participaciones en las nucleares de Garoña (50%) y Trillo (1%) que Viesgo tuvo hasta hace algunos años y que a última hora fueron retirados de la venta porque complicaban el proceso. De esta forma, lo adquirido por Enel son 500.703 clientes, repartidos por Cantabria, Asturias, Lugo y Palencia, y una potencia de generación eléctrica de 2.365 Mw. producidos en un 41% con centrales de carbón, en un 32% con fuelóleo y en el 27% restante con saltos de agua. El conjunto le dará un 3% del mercado español en distribución de energía y un 5,5% en generación, aunque parte de los activos tendrán una vida útil relativamente corta.
En la plantilla de Viesgo, donde había una notable incertidumbre por las consecuencias de la venta, los ánimos están más calmados. La eléctrica italiana, que hasta ahora no tenía intereses en España, forzosamente se verá obligada a mantener la estructura administrativa de la compañía cántabra para poder gestionarla y cabe suponer que su estrategia, al entrar en un nuevo mercado, será la del crecimiento, sobre todo ahora que el Gobierno italiano se ha comprometido a abrir el sector eléctrico de su país a otras compañías.
Los representantes de Enel se han entrevistado con el presidente del Gobierno cántabro y con el consejero de Industria el pasado día 27 para tranquilizarle sobre sus intenciones en este sentido, aunque Martínez Sieso fue uno de los primeros en manifestar su confianza en que la oferta de Enel garantizará el futuro de Viesgo y dará lugar a nuevas inversiones en la región.
Un gigante
Enel, con intereses en varios sectores energéticos, es un gigante que difícilmente se conformará con ser la quinta empresa eléctrica española. Durante el primer semestre del año ha conseguido unos beneficios de 290.000 millones de pesetas.
El comprador de Viesgo controla en su país una potencia de generación de 59.000 megavatios (más que todo el sector eléctrico español), aunque se ha comprometido a vender 15.000 para propiciar el proceso de liberalización. Los primeros activos subastados se los ha adjudicado un consorcio encabezado por Endesa y BSCH por 437.500 millones de pesetas, que de esta forma dispondrán del 7% de la generación italiana.
