El BBVA indica que la región seguirá creciendo bastante por debajo de la media

Para este año estima que crecerá un 2%, frente al 2,5% nacional, y en 2026 se ralentizará al 1,5%

  • Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA Research; Marta Alonso, directora territorial Norte de BBVA; y Elena López, directora regional Norte de BBVA, en la presentación del informe Situación Cantabria 2025.


El servicio de estudios de BBVA estima que el crecimiento del PIB de Cantabria en 2025 podría situarse alrededor del 2%, un porcentaje sensiblemente inferior al crecimiento estimado para el conjunto de España (2,5%). Entre los factores que apoyan el crecimiento destaca el buen comportamiento de la demanda interna, impulsada por el consumo de los hogares, y del turismo, tanto nacional como extranjero. Por contra, la mediocre evolución de la industria (con las exportaciones) y el sector primario  recortan las expectativas de crecimiento.

Según el informe ‘Situación Cantabria 2025’ de BBVA Research, presentado hoy por Miguel Cardoso, economista jefe de BBVA Research para España, y por Marta Alonso, directora de la Territorial Norte de BBVA en España, el crecimiento de la economía regional seguirá siendo sólido en 2025; sin embargo, se prevé una desaceleración debido a la elevada incertidumbre de política económica, a las expectativas del impacto del cambio en las políticas arancelarias de EE UU en España y en los países europeos, y a un sector industrial al que le está costando coger velocidad. Con todo, a finales de 2026 el PIB per cápita podría situarse 7,2 puntos por encima de los niveles prepandemia, lo que supone un avance mayor que el que se observará en el conjunto nacional (4,5 puntos).

Los datos de 2025 apuntan a que la afiliación regional mantuvo un comportamiento muy favorable en el primer semestre. Sin embargo, este dinamismo podría haberse moderado en el tercer trimestre, afectada por ajustes del empleo industrial. Aun así, en términos interanuales, este año el empleo estaría creciendo como en España.

Hacia delante, BBVA Research prevé una moderación del crecimiento en 2026 (1,6%), en un contexto marcado por el débil desempeño del sector industrial, la lenta recuperación en Europa y una elevada incertidumbre de política económica y arancelaria. Por su parte, el PIB per cápita en Cantabria tendrá una evolución mejor que el promedio nacional, con tasas del 1,4% en 2025 y 0,9% en 2026 (1,2% y 0,4% para el conjunto de España, respectivamente). Como resultado, a finales de 2026 el PIB per cápita podría situarse 7,2 puntos por encima de los niveles de 2019 (4,5 puntos en España). De cumplirse estas previsiones, la tasa de paro podría reducirse hasta el 7,5% de media en 2026 y se podrían crear 5.500 nuevos empleos en el bienio 2025-2026.El área urbana de Santander mantiene un crecimiento de la afiliación relevante, mientras que en el resto del territorio los resultados son menos positivos. Al igual que en años anteriores, el sector público, las actividades profesionales y el comercio volvieron a empujar el avance de la afiliación en lo que va de 2025. Por su parte, la agricultura y la industria muestran un débil desempeño, lo que limita el crecimiento del mercado laboral en la región.

Se modera el fuerte crecimiento del consumo

El gasto realizado con tarjetas nacionales sigue creciendo, aunque de forma menos intensa que en años anteriores. No obstante, la progresiva reducción de la inflación y de los tipos de interés podría seguir apoyando el crecimiento del consumo. El gasto presencial total —nacional y extranjero— registrado en Cantabria en TPV de BBVA, o realizado por clientes de BBVA, aumentó un 14,4% en 2024 y se ha acelerado un 20,1% en lo que va de 2025. En particular, el aumento del consumo es mayor en bares y restaurantes, supermercados, grandes superficies y otros gastos, mientras que el gasto en electrónica pierde fuerza.

A este comportamiento del consumo privado se suma el apoyo del consumo público. En 2024, el Gobierno de Cantabria aceleró el gasto en consumo, elevando su peso sobre el PIB regional en torno al 13,1%, muy por encima de la media autonómica (10,8 %). Este aumento se explica fundamentalmente por la remuneración de los asalariados y los aumentos en consumos intermedios vinculados, en parte, al refuerzo de los servicios de sanidad y educación. La información disponible muestra que en el primer semestre de 2025 se modera el crecimiento del gasto en consumo del gobierno autonómico, lo que podría consolidarse si se aplican de forma efectiva las medidas de control de gasto previstas en el plan presupuestario.

Por su parte, tras el fuerte avance registrado en 2024, en lo que va de año las ventas al exterior vuelven a frenarse (-8,8%, España 1,0%), por las dificultades de los bienes de equipo y de las ventas a Francia y Alemania. En términos nominales, las ventas al exterior superan en los primeros seis meses de 2025 en un 27% las de 2019 (33% en España); sin embargo, en términos reales, estas se sitúan 7,1 puntos por debajo del nivel alcanzado pre-pandemia (-1,1% en España).

Factores que apoyarán la actividad económica

Entre los factores que apoyarán el crecimiento estarán la caída en los precios del petróleo y del gas; el tono más expansivo de la política económica en Europa; y una mayor capacidad de crecimiento del sector servicios (por la inmigración y los aumentos de la productividad por hora). A ello se suma el buen comportamiento que aún muestra el turismo. Por otra parte, se espera un incremento de los salarios superior al de los precios; lo que debería apoyar la evolución del consumo privado durante los próximos trimestres. Asimismo, la inversión en vivienda aumentará su contribución al crecimiento de la demanda y habrá un mayor gasto en defensa.

Se prevé que las exportaciones de servicios continúen creciendo por encima del PIB. El peso de restaurantes y alojamiento en la cesta de consumo ha aumentado en la eurozona y en España, aunque los cántabros parecen haber cambiado sus pautas de consumo menos que en el resto de las comunidades del norte. Además, los flujos migratorios se mantienen, lo que permitiría que el crecimiento de la población activa continúe en 2025 y 2026. En Cantabria se nota un crecimiento de la población extranjera mayor que en España en todas las franjas de edad, lo que compensa la caída de la población española más joven.

La disminución de la inflación y de los tipos de interés, junto con el incremento de los salarios y el empleo, sostendrán el avance del consumo de los hogares en Cantabria. La remuneración por asalariado, en términos reales, podría continuar su recuperación, en un contexto donde los distintos indicadores disponibles de evolución de los salarios apuntan a incrementos por encima de la inflación esperada. La recuperación de las rentas salariales tendrá un mayor impacto sobre el gasto que la mejora en la renta bruta disponible de años anteriores apoyada en las transferencias, sobre todo las relacionadas con el aumento en las pensiones.

Por último, la política fiscal será más expansiva de lo que se preveía, gracias a un mayor gasto en defensa. Tras décadas de reducción en relación al PIB, el gasto en defensa comenzó a repuntar ligeramente a partir de 2020. Según estimaciones de la OTAN, habría alcanzado el 1,3% del PIB a finales de 2024 (0,9% según los datos de ejecución de los Presupuestos Generales del Estado). Aunque estas cifras muestran que España aún está lejos del objetivo del 2% comprometido, el Gobierno ha anunciado un plan de inversión de 10.470 millones de euros (equivalente a 0,6 puntos del PIB) con el fin de alcanzar esa meta a finales de 2025. En todo caso, dada la distribución territorial de la industria de defensa, el impacto directo para la región puede ser menor que en otros puntos del territorio.

Se prevé una desaceleración, ligada en parte al cambio en la política comercial de los EE.UU. y a ciertos cuellos de botella para el crecimiento

Según BBVA Research, el aumento de los aranceles y de la incertidumbre de política global afectarán a los flujos comerciales y a la inversión, lo que impactará en la producción de Cantabria. A ello se añade que la apreciación del euro supondrá un deterioro de la competitividad, con impactos potencialmente heterogéneos. Dada una exposición directa a EE.UU. y un peso de las exportaciones de bienes algo menor que la media, el riesgo para la economía cántabra podría ser algo menor que para el conjunto de España.

Junto a estos factores externos, a nivel interno destaca el elevado nivel de ahorro de las familias, que continúa en cotas relativamente altas. Este comportamiento es especialmente pronunciado en las franjas de edad más elevadas y también entre los jóvenes. Las comunidades del norte serían los territorios donde más se está acumulando este ahorro, por tener una población más envejecida.

Por otro lado, la inversión privada sigue mostrando una débil respuesta a la recuperación. Aunque existen factores cíclicos que pueden explicar parte de esta atonía —como el aumento de los tipos de interés de trimestres anteriores—, su persistencia en el tiempo sugiere la presencia de obstáculos estructurales. Entre ellos, destaca la baja rentabilidad de las empresas españolas en comparación con las de otras economías europeas, lo que reduce los incentivos a ampliar su capacidad productiva e invertir en nuevos proyectos.

Asimismo, el sector del automóvil continuará limitando el avance de la demanda interna. La recuperación de las matriculaciones avanza lentamente. En Cantabria, a finales de 2024 los niveles de matriculaciones se situaron 19 puntos por debajo de los que se observaban en 2019, aunque los datos de este año muestran una mejoría (sólo 2 puntos por debajo en agosto). Los menores cuellos de botella en la oferta, mejores condiciones de financiación y las ganancias de poder adquisitivo podrían facilitar la modernización del parque automovilístico.

En paralelo, desde 2019 el dinamismo de los ingresos del Gobierno de Cantabria se ha visto impulsado tanto por el incremento de los recursos procedentes del sistema de financiación autonómica (+42%), como por los ingresos de capital vinculados a los fondos europeos (+45%). En este escenario, Cantabria ha registrado una senda de gasto público más contenida, concentrando el crecimiento en partidas asociadas a la inversión y al consumo público.

Durante 2024, el gasto autonómico mostró una moderación en su ritmo de crecimiento, debido principalmente a la fuerte desaceleración de la inversión, que compensó el incremento registrado en consumo e intereses. Por su parte, los ingresos autonómicos crecieron con mayor intensidad, impulsados por la favorable evolución del sistema de financiación. Gracias a ello, Cantabria cerró el ejercicio con un superávit del 0,8% del PIB regional.

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